‘Dragon Ball Super’: análisis episodio 127

Analizamos el episodio 127 de 'Dragon Ball Super', donde A-17 hace frente a Jiren

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Episodio 127: ¡El muro se acerca! ¡¡La última barrera de la esperanza!!

Una semana más os traemos el análisis del nuevo episodio de la serie anime Dragon Ball Super. Como ya hemos dicho en cada entrada, esta contará con numerosos spoilers sobre la trama, así que… ¡avisados quedáis! Os recordamos que la serie puede verse en simulcast a través de Crunchyroll. Asimismo, al final de esta entrada encontraréis una lista con todos los episodios que hemos ido analizando en las últimas semanas. Dicho esto, ¡damos paso al análisis!

Dragon Ball Super análisis episodio 127

La expulsión de Toppo dejó claro que Jiren sería el principal enemigo del Universo 7, aunque seguramente esta decisión no extrañe a nadie. En el final del episodio anterior vimos cómo Jiren recargaba energía para, finalmente, mostrar su verdadero poder. Y así comienza este episodio 127: Jiren desciende rodeado en llamas ante la expectación de los guerreros.

Jiren, el imbatible

Dragon Ball Super análisis episodio 127

A pesar de, literalmente, haber explotado, Vegeta surge de sus cenizas para enfrentarse a Jiren. El príncipe Saiyan se lanza en su máximo poder y da lugar a un combate donde Goku y A-17 se unen a Vegeta para hacer frente a Jiren. Aunque el trío es capaz, de alguna manera, de hacer frente a la bestia, este se deshace de ellos con cierta facilidad.

La primera víctima del último superviviente del Universo 11 es, cómo no, Vegeta. Aunque no es el más débil, sí el que, teóricamente, está más dañado, y, además, el más irascible. Jiren aprovecha esto y se dirige hacia este. Sin embargo, A-17 salva al príncipe y se interpone entre este y Jiren. La batalla continúa con Vegeta y Goku lanzando ataques y puños contra su enemigo, que acaba dejando a ambos heridos en el suelo. Cuando Jiren se dirige hacia un Goku derrotado, aparece por la espalda A-17, quien, una vez más, salva la situación con una explosión.

El ataque daña al androide, pero descubre una debilidad de Jiren, quien, inesperadamente, sufre una herida por la explosión. Cuando este se concentra en alguien y capta su atención, es posible dañarle. El trío pone la estrategia en práctica: Goku y Vegeta vuelven a la carga y en cuanto A-17 ve el momento, lanza un ataque contra Jiren. Pero la misma técnica no sirve para el poderoso Jiren. La bestia parda del Universo 11 anula el ataque del androide y, además, destruye todas sus barreras. A-17 vuelve a lanzar un ataque, pero esta vez acompañado de Goku y Vegeta en una escena bastante emocionante y bastante bien animada. No obstante, el esfuerzo es en vano. El poder de Jiren se libera y contrarrestra los tres ataques.

Jiren, un enemigo más humano de lo que parece

Dragon Ball Super análisis episodio 127

Desde las alturas Jiren observa al trío abatido cuando, de repente, aparece Freezer. El malvado emperador ataca a Jiren encolerizado y más «pasional» que nunca ante la impotencia de no poder igualar al guerrero. Transformado en dorado, se dirige hacia Jiren, quien con su mirada y un puñetazo es capaz de vencerle y dejarle fuera de combate —que no eliminado—. A-17, ya recuperado y como verdadero protagonista del episodio, vuelve a aparecer. En esta ocasión, la pelea resulta ser más psicológica que física. El androide le revela a Jiren que piensa usar el deseo de las Super Dragon Ball para irse de crucero con su familia. Tras esta declaración, la pregunta es clara: «¿Qué desea Jiren?». El propio enemigo revela que «incluso él tiene un deseo que cumplir».

Llegamos así a un momento del episodio crucial y, ciertamente, bastante esperado por los fans. Vermoud, Dios de la Destrucción del Universo 11, narra el pasado de Jiren con escenas al más puro estilo flash-back. Descubrimos que Jiren era un joven alegre que, un día, recibe la visita de un malvado enemigo que asesina despiadamente a su familia. Jiren es rescatado por un hombre (su maestro) y el joven comienza a pelear y entrenarse para convertirse en alguien más fuerte capaz de derrotar a aquel que le arrebató la vida a sus seres queridos.

Dragon Ball Super análisis episodio 127

Jiren hace amigos, pelea con ellos y crea vínculos con ellos para, poco a poco, ser más y más poderoso. Sin embargo, un día, el asesino que años antes mató a sus padres aparece de nuevo. Por desgracia, todos sus compañeros y su maestro perecen ante él. Parece que Jiren no es solo una simple máquina de matar.

A-17 y su humanidad

Dragon Ball Super análisis episodio 127

Ante dicha «debilidad», A-17 intenta conseguir tocar la fibra de Jiren, pero la estrategia resulta del todo inútil. El androide es lanzado por el campo de batalla y no es capaz, como era de esperar, de igualar a su contrincante. Así, finalmente, Jiren prepara un ataque que pretende descalificar tanto a Goku como a Vegeta, pero A-17 no se lo pondrá tan fácil. Mientras los Saiyan permanecen en el suelo sin fuerzas para levantarse, el androide intenta frenar el ataque con sus barreras. Desde las gradas, A-18 grita lo que todos ya sabemos: número 17 no tiene la fuerza suficiente para parar el ataque de Jiren. Él lo sabe, pero, consciente de su papel, decide sacrificarse. El androide protege a Goku y Vegeta con un un escudo y recibe el golpe de Jiren.

Llega la calma. Goku y Vegeta se han salvado, pero A-17… ha perecido. El androide no vuelve a la grada y no se le ve en el combate. El silencio se apodera del terreno de combate. A-18 se derrumba. Descubrimos que, efectivamente, A-17 se ha autodestruido para frenar el ataque de Jiren y salvar a sus compañeros. Al tratarse de una autodestrucción, Jiren no es descalificado —recordemos que el asesinato está penado en el torneo—. La batalla sigue su curso.

Dragon Ball Super análisis episodio 127

Opinión personal

Nos encontramos, ciertamente, ante uno de los episodios más importantes no solo de la saga, sino de toda la serie. La animación, en este caso, ha supuesto una buena baza del episodio. La uso de la música, por su parte, también ha sido correcto. Sin embargo, en este caso nos centraremos en la parte más emocional, que, en mi opinión, ha sido el hilo central del episodio.

Buena acción y batallas

A pesar de tener escenas de acción —bastante bien llevadas— lo fundamental del episodio ha sido su lado sentimental. Para empezar, descubrimos parte del pasado de Jiren. Sus miedos, su maduración… Aunque es cierto que es un momento breve y algo tópico, se rompe así la imagen de simple tipo duro que buscaba el poder sin más. Por otro lado, tenemos a Freezer, quien se siente un completo inútil y que da todo de sí para poder demostrar que sigue siendo el rey, aunque verdaderamente no lo sea. Ese patetismo y ese orgullo resultan, en cierto modo, elementos más que disfrutables.

No hay que olvidar, por cierto, que en este episodio se ha tratado de una forma bastante mediocre —por no decir nefasta— la escala de poder y recuperación de los personajes. En este episodio 127 ha sido un factor negativo más visible que nunca. Para empezar, Vegeta consigue llegar a su máximo poder después de haber derrotado con mucho esfuerzo a Toppo… Lo mismo que pasó con Freezer anteriormente. Queda demostrado que los personajes pelean más por exigencias de guion que por coherencia narrativa…

Un verdadero sacrificio

Y finalmente llegamos al clímax del episodio: el sacrificio de A-17. Esta vez de verdad. El androide se sacrifica. Por primera vez en mucho tiempo Dragon Ball Super ofrece tensión de verdad. Recordemos que, desde la concepción de la propia serie, se sabía cuál sería el final —todos felices y Goku entrenando con Uub—. Sin embargo, el anime se las ha apañado para regalarnos un momento como este.

Realmente, el futuro de A-17 nunca había estado asegurado en la serie y se ha jugado con esa baza para ofrecernos un final al personaje. Eso sí, se ha echado en falta una mayor profundización en el personaje. Es cierto: en capítulos anteriores se le ha dado protagonismo y se han concido detalles de la vida de A-17 como que es amante de los animales o que tiene una familia a la que quiere y protege —de hecho la idea de mencionar en el episodio que quiere llevar a su familia de crucero es la excusa para rememorar el lado más humano del androide—, pero no ha sido del todo suficiente.

Super ha ofrecido dosis de tensión y buena acción, lastrados por los clichés y los momentos forzados del guion. La animación no ha sido perfecta, pero sí lo suficientemente buena para ser disfrutada. Este episodio 127, en otras palabras, tenía ideas bastante buenas que no han sido ejecutadas de la mejor forma posible. Aun así, la serie ha mostrado un episodio muy decente que esperemos que dé lugar a un digno cierre de la saga y de la serie. Solo quedan 4 episodios para que Super llega a su fin.

P. D. ¡Cuidado con el título del episodio de la semana que viene!

La semana que viene caerá otro personaje… ¡¡cuidado con los spoilers!! —el propio título del episodio 128 ya te destripa quién será descalificado, ¡mucho cuidado!—. Os dejamos con la lista del resto de análisis de los episodios de Dragon Ball Super:

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