¡Crónicas de un viajero: XVIII Japan Weekend Madrid!
¡Hola, muy buenas! Soy Marcos Wagih, y hoy vengo a hablaros de Japan Weekend. Más concretamente, de XVIII Japan Weekend Madrid. Primeramente, y para perpetuar con esta mi particular costumbre, quisiera agradecer a Inma Cárceles su colaboración. Análogamente, voluntarios, organizadores, invitados, etc. por la dedicación para el desarrollo del evento.
XVIII Japan Weekend Madrid, un evento de grandes proporciones
Tras un primer día de turismo en Madrid, me preparo para uno de los eventos —de su género— más conocidos de España: Japan Weekend Madrid. Carcomido por las expectativas, me dirijo a la Institución Ferial de Madrid (Ifema) en curiosa aventura en el metro; vale, lo admito, me perdí. Igualmente, el hype sigue intacto. Pertrechado con mi cosplay de Soul King, finalmente llego a mi destino. La primera impresión es similar a la de un neonato: ¿Realmente existe algo tan grande? Vale, tal vez exagere, pero el recinto me impactó de buenas a primeras. Curiosamente, de la ingente cantidad de metros cuadrados de los que dispone Ifema, «solo» se dedica un espacio de dos pabellones al evento; más que suficiente. Tras recoger las acreditaciones, nos sumergimos en la experiencia.
Distribución
Tal y como podréis comprobar en la imagen, el evento se dividió en dos pabellones: 12 y 14. Pese a la exagerada cantidad de visitantes que uno podía detectar en el evento, la cosa no fue nada mal. Acostumbrado a las masas, auguré lo peor; ¿cuán craso fue mi error? En ese sentido, mayúsculo. Aunque las zonas dedicadas a los estands comerciales no gozaron de una salud total, se podía circular con relativa tranquilidad por todo el lugar. En hora punta era algo más complicado, cierto, pero creo que la organización se las arregló bastante bien en el tema de la distribución. Personalmente, me abrumó —y no me terminó de convencer— la elevada presencia de estands comerciales, pero es ley de vida. Además, gracias a esto había una gran variedad de merchandising, precios y opciones. En ese sentido, creo que es lógico y normal. Un evento de tales proporciones se caracteriza, a fin de cuentas, por eso mismo.
Artistas, artesanos y otro tipo de espacios
Como muchos ya sabréis, no me gusta enrollarme en exceso, pero en esta ocasión hay varios aspectos que me gustaría resaltar. Primeramente, los estands dedicados a los artistas y puestos artesanales; me quito el sombrero. El espacio dedicado a los mismos era muy destacado, pues no todos son capaces de abrazar con tal fervor al artista y artesano. Se les dedicó un espacio para nada desdeñable, ciertamente. Análogamente, fue donde invertí la mayor parte de mi tiempo. Ahí no queda la cosa, pues hubo dos… puestos, por así decirlo, que llamaron poderosamente mi atención. En XVIII Japan Weekend Madrid no se olvidaron de los cosplayers ni de los padres. Para los primeros, un área de reparación de cosplay. De diez. Para los segundos… ¡Una guardería! Es la primera vez que veo algo así, y me pareció una idea espectacular. ¡Ah! Que no se me olvide. Hubo una sección +18 la cual, al parecer, estuvo bastante concurrida. No la visité, pero me pareció algo muy curioso. Lo que si llamó poderosamente mi atención fue la exposición fotográfica cosplayer. Es más, nos encontramos con conocidos tales como Phoenix Orange por el lugar.
Escenarios y más
Por otro lado, la distribución de los escenarios, de buenas a primeras, no me convenció. Sin embargo, cuando tuve el placer de parar durante cinco minutos, cambié de opinión. La acústica —eran espacios abiertos, algunos con pantallas, pues estaban dedicados a charlas y similares— era bastante buena pese a todo. Aun con el ruido de fundo, se entendía perfectamente a los interlocutores. Si os soy sincero, sigo sin comprender cómo lo hicieron. Por tanto, y resumiendo, no puedo más que decir que la distribución, salvo determinadas salvedades, fue de sobresaliente.
Asimismo, y como detalle anecdótico —mencionar todas y cada una de las posibilidades que ofrecía el salón engendraría un monstruo de miles de palabras—, me gustaron, especialmente, las casetas de Naruto y Ataque a los Titanes (para hacerse fotos), la zona de Pacific Rim (para dibujar, principalmente), la sección dedicada a las fotografías (con diferentes fondos; la foto con la que se encabeza el artículo es de ahí) y la zona de Your Name. Por otro lado, los estands de meet & greet, en casi todo momento, estuvieron «colapsadas». Conocer a invitados tales como Picolo despertó gran entusiasmo, y eso se desprendió en las colas. Empero, la organización cumplió sobradamente, pues las colas estuvieron muy bien organizadas.
Charlas y actividades
A lo largo y ancho del evento, hubo variedad de actividades. Sin lugar a dudas, las que más destacaron fueron las realizadas en los diferentes «escenarios» preparados. Inclusive, había un área protegida con un espeso manto negro para simular la atmósfera de un pequeño cine. Sin embargo, y a mi gusto, las dos grandes protagonistas del evento fueron dos: el concierto de Deadlift Lolita y el concurso de cosplay. Hubo otras grandes puestas en escena, como el concierto de Tempura Kidz, pero (en lo personal) me decanto por las dos primeras. Ahí no queda la cosa, pues hubo mucho más, pero lo dicho: mencionarlas todas sería una odisea. En ese sentido, chapeau!