¿Que ocurriría si juntamos la saga Yakuza con uno de los mangas más míticos de los 80? Pues que nos saldría una auténtica locura de juego como lo es el título que tenemos hoy entre manos. Fist Of The North Star Lost Paradise es la última IP del estudio Ryu Ga Gotoku Studio, creadores de la franquicia anteriormente mencionada: Yakuza. Así pues, de alguna manera magistral, han llevado al videojuego el manga de Tetsuo Hara, uno de los shōnen de los 80. Prueba de ello, su influencia en autores futuros y en obras tales como Jojo’s Bizarre Adventure.
El último Sucesor
Omae Wa Mō Shindeiru
Tenemos ante nuestras manos un sistema de combate muy conocido si somos jugadores de la saga Yakuza. Sencillo, pero con gran profundidad. A medida que mejoramos al personaje ganaremos experiencia para obtener orbes de habilidad. Dichos orbes se podrán canjear en el menú de habilidades, pues habrá un árbol para cada rama de combate. Algunas mejorarán nuestras capacidades físicas (mayor salud, más daño…) y otras aumentarán nuestro repertorio de movimientos y técnicas secretas. Será de esta manera como desbloqueemos nuevos y devastadores ataques finales para acabar con nuestros enemigos de un simple movimiento.
También podremos aumentar nuestro medidor de Furia, el cual será representado por las 7 estrellas del Hokuto Shinken en la parte superior izquierda de la pantalla. Este medidor se irá llenando a medida que golpeemos y recibamos daño. Una vez esté al máximo, podremos activar el modo furia de Kenshirō para encadenar combos más veloces, recibir menos daño y realizar técnicas muchísimo más potentes. Gracias al sencillo sistema de combos con cuadrado y triángulo (en PlayStation) podemos encadenar multitud de combinaciones a cada cual más poderosa.
Una vez infligido cierto daño al enemigo, este entrará en un estado de aturdimiento. Una vez aturdamos a nuestro enemigo, el protagonista podrá canalizar su energía a través de su objetivo. ¿En que se traduce? En una muerte instantánea al pulsar el botón círculo sobre él. Y recalco en especial unos combates contra jefes finales totalmente increíbles desde sus diseños a sus puestas en escena pasando por momentos basados en Quick Time Events (QTE) asombrosos.
El paraíso en la Tierra
Durante nuestras andanzas por el yermo, nuestro principal escenario será Edén, una ciudad fortaleza en mitad de Yermo. Esta tendrá un papel principal en la historia como lo tenía Kamurocho en Yakuza. El planteamiento es exactamente el mismo: un montón de actividades secundarias desde mini juegos estrafalarios como regentar un club de anfitriones, hacer las veces de doctor o convertirnos en un experto barman. Inclusive tendremos juegos de casino como el blackjack o el póquer.
Tendremos también un sin fin de subhistorias. Algunas serán muy simples y otras muy peculiares a la par que extrañas. Nos permitirán, por ejemplo, conocer aún más a los residentes de la ciudad de Edén. Todo ello mezclado con un humor negro y socarrón muy japonés típico del estudio Ryu Ga Gotoku. Como he dicho, se trata prácticamente de un Yakuza con skin de Hokuto No Ken, así que no esperes grandes innovaciones en este apartado; a veces peca de ser extremadamente repetitivo.
Quemando rueda
Pero sin duda alguna la mayor innovación frente a los desarrollos clásicos de los Yakuza la encontramos en su exploración por el Yermo. De hecho, Kenshirō podrá obtener en cierto punto de la historia su propio vehículo motorizado. Gracias a él podemos lanzarnos al desierto que rodea la ciudad de Edén y explorarlo a nuestro gusto. Cuando estemos al mando de nuestro Buggy podremos realizar unas cuantas cosas (aunque no muy variadas) desde recoger piezas de personalización, pelear con distintos saqueadores que nos crucemos por el camino y poco más.
Este apartado, pese a ser una nueva mecánica en este estilo de juegos, peca de unas manos poca expertas; se nota que el estudio Ryu Ga Gotoku está falto de experiencia. Así pues, nos encontramos una pésima conducción, un mundo vacío y pocas tareas para realizar fuera de Edén. Una verdadera pena, pues se podrían haber hecho grandes cosas con este apartado. Un ejemplo perfecto de ello es el videojuego de Mad Max de Avalanche Studio.
Gráficos, sonido y jugabilidad
Gráficamente es genial gracias al uso de Dragon Engine; el título, a nivel de modelados, es impecable. La expresividad de sus personajes, los diseños locos e hiper musculados y las cinemáticas son impresionantes. Es cierto que escenarios como el Yermo son nulos en detalle, y que algunas texturas son de baja calidad, pero en general el juego cumple muy bien.
Posee una banda sonora y de doblaje al japonés de gran calidad, algo a lo que los nipones nos tienen acostumbrados. Recalco, en especial, la voz de Kenshirō , el cual es interpretado por Takaya Kuroda, voz de Kazuma Kyriu en Yakuza. Eso sí, el juego solo incluye voces en japonés y textos en inglés. Ahora sí, si tenéis buen nivel de inglés, lo disfrutareis sin problema.
Como he venido diciendo, si sois conocedores de la saga Yakuza, os sentiréis como en casa gracias a su buen sistema de combate y una cantidad de contenido secundario enorme. Por desgracia, las nuevas mecánicas implantadas como la conducción y exploración por el Yermo se quedan atrás. Terminar su historia nos llevará unas 20 horas, pero si nos dedicamos a explorar, realizar misiones secundarias y jugar a sus locos minijuegos, nos podría llevar el doble de duración.
Conclusiones
Si sois fans del universo de Hokuto No Ken, si os gustan los juegos de Yakuza, este es vuestro título. Se trata de una carta de amor a los fans de los mangas y animes de los 80. Una auténtica virguería en cuanto a referencias, recreación de personajes y universo. No obstante, es demasiado repetitivo de situaciones, combates y exploración. No olvidemos, además, que es un título enteramente en inglés. En conclusión, puede que os encontréis con un título deficiente en bastantes puntos. Pero los pasen por alto dichas carencias lo disfrutaréis sin duda.
