Tiempo ha descubrí que la obra de Kagyū Kumo expandió sus horizontes con un juego. En su origen solo estaba disponible en Steam. Cuando le eché un ojo, debo confesar que me llamó bastante la atención. En general, la serie original —la novela, que no el anime— me gustó. Más allá de ciertas decisiones cuando menos cuestionables, la concepción de su universo me pareció interesante. Es por esto mismo que, pese a que en Steam sus críticas son más bien variadas, decidí darle una oportunidad a Goblin Slayer Another Adventurer: Nightmare Feast, y de ahí viene este análisis.
En ese sentido, lo primero que os puedo decir es que es un juego bastante normalito especialmente diseñado para los fans de la serie. En caso contrario, es muy probable que te cueste pillarle el punto, ya que omite demasiadas explicaciones y asume que tú, como jugador, ya sabes qué está ocurriendo hasta cierto punto. Y si bien es cierto que ofrece algunas explicaciones sobre cómo funciona el mundo de Goblin Slayer, no le dedica tiempo suficiente como para que sea del todo claro.
O lo que es lo mismo, puedes entender qué está ocurriendo, pero no será lo mismo. Personalmente, sí que he sido capaz de seguirle la pista a su trama en casi todo momento, pero entiendo que mucha gente no podrá hacer lo mismo. Así pues, mi primera recomendación es que te pienses muy bien si quieres darle una oportunidad si no has leído el manga o las novelas… o has visto el anime. Si ese no es tu caso, es decir, si conoces la serie, no tendrás problemas con este punto. Dicho esto, ¿qué más podemos esperar del juego?
Análisis de Goblin Slayer Another Adventurer: Nightmare Feast
Por un lado, podemos hablar de su narrativa. Esta se centra en explorar el mundo de Globin Slayer, pero como una adaptación no directa que ofrece una historia original. El juego introduce a nuevos personajes liderados por el Guild Master, quien se enfrenta a los desafíos de liderar un gremio tras la muerte de su padre. Aunque la trama se esfuerza en desarrollar a este elenco inédito, sufre al no utilizar a ninguno de los protagonistas de la serie original repite como epicentro de la historia. Aparecen, sí, pero no tienen una importancia capital en la historia.
En términos de ritmo, la historia cumple sin sobresaltos. Avanza de manera lineal, intercalando misiones principales con algunas secundarias que permiten conocer mejor a los personajes y el mundo. Sin embargo, carece de giros narrativos impactantes o sorpresas que mantengan al jugador intrigado. Las misiones, aunque variadas en su planteamiento, siguen una estructura tradicional. De hecho, si bien se siente consistente con el universo de Goblin Slayer, no logra destacar como algo innovador dentro del género de los RPG tácticos.
A pesar de estas limitaciones, la narrativa logra transmitir la esencia del mundo oscuro y peligroso de Goblin Slayer. Los nuevos personajes, aunque menos memorables que los originales, ofrecen una perspectiva diferente. Es más, en ocasiones aportan un tono algo más ligero al juego. Este enfoque menos traumático puede resultar atractivo para quienes no están familiarizados con la crudeza del material original, pero al mismo tiempo podría decepcionar a los seguidores más veteranos. En definitiva, la historia de Goblin Slayer: Another Adventurer: Nightmare Feast es funcional y cumple con su objetivo de expandir el universo de la franquicia, aunque sin arriesgarse demasiado ni dejar una marca indeleble.
Un tactics basado en el asesino de goblins más famoso de Japón
La jugabilidad en Goblin Slayer: Another Adventurer: Nightmare Feast se basa en el combate táctico por turnos. O lo que es lo mismo, nos tocará dirigir a un grupo de aventureros en enfrentamientos estratégicos sobre cuadrículas. Por supuesto, antes de cada batalla podremos configurar al equipo, seleccionar habilidades y equipamiento, así como preparar trampas que pueden ser decisivas en combate. Estas trampas añaden una capa extra de estrategia, permitiendo emboscar a los enemigos y obtener ventajas clave al inicio de los enfrentamientos.
El sistema de combate ofrece un nivel moderado de profundidad, con una variedad de clases de personajes y habilidades que los jugadores pueden personalizar y mejorar a medida que avanzan. Cada clase tiene un rol específico, desde tanques hasta sanadores, y la composición del equipo juega un papel crucial en las estrategias. Una mecánica distintiva es el uso de habilidades determinadas por tiradas de dados, que pueden otorgar efectos como daño adicional, anulación de condiciones de estado o revivir aliados caídos. Esto introduce un elemento de azar que, si bien puede ser emocionante, en ocasiones genera frustración al depender de la suerte en situaciones críticas.
El progreso del juego incluye la mejora constante de los personajes, adquisición de equipo y gestión de recursos limitados. Sin embargo, algunos elementos de la jugabilidad pueden sentirse torpes o desbalanceados. Los picos de dificultad en ciertas misiones, combinados con la falta de preparación adecuada que ofrece el juego, pueden resultar frustrantes, especialmente para quienes no están familiarizados con el género. Además, la lentitud de los movimientos enemigos y la dispersión de las unidades durante el combate pueden alargar innecesariamente las batallas. A pesar de estos problemas, el sistema recompensa a los jugadores con una sensación de crecimiento constante y ofrece opciones suficientes para mantener la experiencia entretenida, aunque no especialmente destacable.
Como volver al anime, pero en pixel-art
En el apartado visual, Goblin Slayer: Another Adventurer: Nightmare Feast presenta un nivel gráfico acorde a lo que se espera en la Nintendo Switch, sin destacar pero cumpliendo con su cometido. La dirección artística logra capturar la esencia de un mundo de fantasía oscura, manteniéndose fiel al tono sombrío característico de la franquicia. Los diseños de personajes, aunque funcionales, carecen de detalles memorables, y las animaciones durante los combates, aunque correctas, tienden a sentirse repetitivas y algo rígidas con el tiempo.
Sin embargo, algunas habilidades especiales ofrecen breves escenas cinemáticas que aportan un toque de dinamismo y espectáculo visual. En cuanto a la banda sonora, esta se mantiene en un nivel discreto, acompañando la acción y la narrativa sin sobresalir. Las composiciones musicales se adaptan bien a la ambientación del juego, con melodías que subrayan la tensión de los enfrentamientos o la melancolía de momentos más introspectivos.
Sin ser particularmente memorables, cumplen su función de enriquecer el ambiente y ofrecer una experiencia inmersiva. El doblaje en japonés es un punto positivo, ya que aporta personalidad a los personajes y los conecta de manera efectiva con la narrativa, aunque este esfuerzo no logra compensar completamente la falta de innovación en otros aspectos audiovisuales. En conjunto, el apartado técnico se siente correcto pero lejos de ser un punto fuerte del título.
Análisis de Goblin Slayer Another Adventurer: Nightmare Feast: conclusiones
Goblin Slayer: Another Adventurer: Nightmare Feast es un juego que cumple con lo básico, pero no logra destacar excesivamente en ningún aspecto. Su narrativa, aunque funcional, carece de sorpresas y desaprovecha la oportunidad de hacer protagonistas a los personajes emblemáticos de la franquicia. En cuanto a la jugabilidad, las mecánicas tácticas son interesantes, pero su diseño se ve afectado por picos de dificultad y momentos tediosos.
Visualmente, ofrece un apartado correcto con una dirección artística adecuada, aunque sin grandes alardes. Por desgracia, uno de sus mayores puntos negativos es la ausencia de textos en español, lo que limita la accesibilidad para una parte importante de los jugadores. ¿En resumen? Entretenido, especialmente para los amantes de la franquicia. Recomendable, y con buen contenido, pero sin volverse loco.
- Mecánicas tácticas variadas y estratégicas.
- Fiel al tono de fantasía oscura de la franquicia.
- Doblaje japonés que enriquece a los personajes.
- Narrativa sin sorpresas ni personajes principales icónicos.
- Ritmo lento y combates tediosos por diseño.
- Falta de localización al español.
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