Hace unas semanas os comentábamos nuestras primeras impresiones, y es que ya queda sólo una semana para que llegue a las tiendas. 13 Sentinels: Aegis Rim, la nueva aventura de Vanillaware y Atlus, está a la vuelta de la esquina. Llega a paso lento, desapercibido, y en un mes bastante tranquilo. Pero esa probablemente vaya a ser su mayor baza. Veamos qué tal ha resultado toda esta trama de Kaijū, mechas y adolescentes.
13 Sentinels: cómo hacer de la complejidad una virtud
En las impresiones sólo podíamos mencionaros aspectos del prólogo, pero cuando este se acaba, se nos desbloquean tres modos principales que componen todo.
Por un lado tenemos el modo Aventura, con una estructura clásica de novela gráfica. Será, básicamente, el gran componente narrativo del título, e iremos interactuando con los personajes y los escenarios desentrañando cada misterio que se nos plantee. Similar a la saga Zero Escape, disponemos de un flowchart en el que podemos ver en un gráfico las desembocaduras de cada uno de las decisiones que tomamos. Poco a poco las iremos desbloqueando, y otras veces bloquearan nuestro avance con cierto personaje hasta que no hayamos completado ciertas condiciones.
Así consiguen que no revelemos partes de la trama antes de la cuenta o hechos que se narran con el control de otro de los personajes. Al principio este modo abruma, y mucho. Dispondremos tras avanzar un poco de un total de 13 personajes, y con esta narrativa fragmentada y tantos nombres y detalles, uno puede llegar a verse confundido, ya que hay muchos elementos a tener en cuenta.
Visto esto, entra en juego una de las secciones más robustas, el modo Archivo. Aquí se recogerá todos los eventos que hemos presenciado en el modo Aventura, a modo de gran enciclopedia para consultar lo que creamos necesario. Estará divida por personajes para así poder ver cada una de las escenas tranquilamente de nuevo y poder unir piezas. Pasaremos bastante tiempo en esta sección por increíble que parezca, ya que dispondremos además de archivos secretos, que con puntos de misterio que iremos consiguiendo nos permitirán desbloquear aspectos que no se nos revelan con claridad en la historia principal y que aquí nos sintetizan perfectamente.
El modo Batalla, una pequeña mancha
Finalmente, el que nos queda es el modo Batalla, en el que controlaremos a los centinelas de cada uno de los personajes mediante un sistema de estrategia en tiempo real. Cada centinela corresponde a una generación, y por lo tanto su arsenal será distinto. Podremos ir mejorándolos a lo largo de la aventura, desbloqueando nuevos ataques o mejorando sus estadísticas. Así, iremos luchando por diferentes fases llamadas Oleadas, en la que los Deimos (los kaijus del juego) nos atacarán y tendremos que defender un terminal del mapa.
La vista cenital y el radical cambio gráfico resultan extraños en un modo que en sus primeros compases se siente demasiado simple. Ajustando la dificultad en «intenso», podíamos librarnos de bastantes oleadas fácilmente usando los mismos ataques de misiles constantemente. Ya más avanzado el juego, hay un pico de dificultad, pero este tarda en llegar y además resulta algo severo, obstaculizando la obtención de una mayor puntuación de las fases.
La jugabilidad, sin duda, podría estar mejor, y pese a que la camuflan con una capa de estadísticas, cooldowns y controles diferentes de cada centinela, las situaciones se acaban resolviendo más o menos de la misma forma y con unos patrones de ataque bastante definidos. Sin embargo, para nada es un modo malo, ya que aporta variedad a la experiencia general y en muchos apartados resulta bastante divertido. Se agradece algo así en un videojuego en el que prácticamente todo es su componente narrativo.
Gráficos y sonido
Lo que ya comentábamos en las impresiones se mantiene. Visualmente es una delicia. Y avanzando más en la trama, la cosa no hace más que reafirmarse. Sus entornos son preciosos, y destaca especialmente la iluminación de los escenarios, que le dan un toque realista a todo los gráficos 2D dibujados magnífico.
En cuanto al sonido, las melodías también son muy destacables, emocionando de la manera correcta cuando tienen que hacerlo. Muy destacable también el doblaje, que pese a que sólo hemos podido disfrutar del japonés, ya que el inglés saldrá post-lanzamiento, posee unas actuaciones dignas de anime de buena producción. Todos los diálogos están doblados, y es un acabado que realmente se aprecia mucho.
Como último, me gustaría destacar enormemente la traducción. En las más de 20 horas que me ha durado, sólo he visto un pequeño error en relación a un texto que debería estar en cursiva, y que figura con el comando para mostrarla así en vez de estar en cursiva en sí. Por lo demás, la adaptación es impecable, perfectamente al castellano y con una calidad ejemplar. Las expresiones bien utilizadas no faltan, y que una de las protagonistas que es bastante chulesca suelte que «se va a echar un piti» consiguen que esbocemos una sonrisa. Esperemos que este tipo de lanzamientos sigan llegando traducidos, ya que con tanta carga argumental es indispensable para enterarnos de todo el conjunto pese a tener un inglés avanzado.
Conclusiones generales
Para mí, personalmente, 13 Sentinels: Aegis Rim es el sleeper del año. Va a pasar desapercibido, sus ventas no van a ser increíbles siendo el tipo de videojuego que es, pero sin duda se va a crear un culto que adorará esta aventura gratamente. Creativos como Yoko Taro ya han celebrado su guión, colocándolo como uno de los mejores del medio, y no exageraba en absoluto. Su complejidad y la unión de todos sus elementos crean un universo sencillamente fascinante y que cala hondo. Te sorprenderá a cada momento, y pese a que algunas cosas las veas venir, otras no te las esperarás ni por asomo. Por ello, no puedo evitar recomendarlo si buscas una potente historia, entramada, diferente e interesante. Estará disponible el próximo de 22 de septiembre en exclusiva para Playstation 4, y sin duda me parece uno de los mejores lanzamientos de toda la generación.
Análisis 13 Sentinels: Aegis Rim. Clave de juego para PS4 cedida por Koch Media.