Análisis de ‘Alex Kidd in Miracle World DX’

Una prueba del gran talento de los desarrolladores indies españoles; Alex Kidd in Miracle World DX es un sentido homenaje a la vieja escuela y el juego original. Os lo contamos.

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Corría el año 1986 cuando SEGA se lanzó al mercado con una de las experiencias más singulares, simpáticas y divertidas del momento: Alex Kidd in Miracle World. Por aquel entonces no existían los CD y los gráficos eran poco más que un montón de píxeles superpuestos. Los años pasaron y aquellos primeros videojuegos —más allá de las grandes sagas— comenzaron a quedar en el olvido. Es más, muchos de ellos siguen condenados al ostracismo. Por suerte, de cuando en cuando surge una figura, ya sea en forma de estudio o distribuidora, que elige darle una oportunidad a algo o alguien que nos hizo muy felices en el pasado.

Eso fue —o al menos así lo creo— que pasó con Alex Kidd. Curiosamente, no fue cosa de un equipo nipón, país de origen. Al contrario. Desarrollado por Jankenteam, un estudio independiente español, Alex Kidd in Miracle World DX ha regresado gracias a personales como Josyan, Bibiki o NareHop. ¿Queréis que os de una primera conclusión? Solo puedo darles las gracias por todo el cariño y pasión que han puesto en todos y cada uno de los niveles. No obstante, no quiero adelantar acontecimientos, pues sería muy desagradecido olvidarse de Merge Games y Tesura Games. A nosotros nos interesa la segunda, pues ha sido quien ha mediado con la primera para distribuir —de forma exclusiva— el juego en España.

Ya sea en digital o físico, su intervención ha sido clave para poder disfrutar de la experiencia en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One (Smart Delivery) y Nintendo Switch. Yo lo he jugado en la híbrida nipona y ya os adelanto que he disfrutado como un enano. Ahora bien, quiero dejar algo bastante claro: soy un nostálgico y eso juega en favor del título, mas no por ello las nuevas generaciones deben minusvalorar la pequeña joya que tenemos ante nosotros. Por eso mismo, y en favor de un análisis más concienzudo, evitaré cualquier tipo de comparación con el pasado. Spoiler: es mentira, alguna sí que va a caer.

Alex Kidd in Miracle World DX

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX
Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

Alex Kidd in Miracle World DX es un juego de acción y plataformas ambientado en un universo de fantasía. El protagonista es, válgase la redundancia, Alex Kidd, un joven artista marcial. Por azares del destino, sin comerlo ni beberlo, termina involucrado en una aventura de proporciones épicas. Janken el Grande, un villano de los clásicos, amenaza la integridad y bienestar de sus vecinos, los habitantes de Radaxian. Petrificados por alguna suerte de encantamiento, necesitan un héroe. Necesitan a Alex, quien se enfrentará a hordas de enemigos mientras supera toda clase de niveles armado con sus puños… y con piedra, papel, tijeras.

Como viene siendo costumbre en los plataformas, y más aún en los más clásicos, la narrativa es más bien discreta. A grandes rasgos, una cinemática inicial nos presenta a Janken y Alex justo antes de lanzarnos a la aventura. Nuestro héroe no tiene ni idea de que está pasando, pero mientras avanzamos por el mundo iremos descubriendo que ocurre. Ya sea mediante diálogos o breves escenas, Kidd entenderá un poco la situación. ¿Cómo? Bueno, en realidad es casi de rebote, pues su objetivo inicial era regresar a casa a comer.

Ya veis que el guion no promete muchas sorpresas, por lo que os adelanto que no os hagáis ilusiones a ese respecto. Se trata, sin más, de una historia sencilla y sin grandes sobresaltos que pretende convertirse en la excusa del gameplay. Más allá de un posible error —habrá quienes no sean partidarios de estas diatribas— se trata de una decisión creativa que tiene por objetivo resumir la carga argumental en favor de una jugabilidad más directa, dinámica y veloz. Consecuentemente, Alex Kidd in Miracle World DX pretende ir al grano y lanzarnos a la aventura sin medias tintas. Con respecto a la aventura original, el remake ofrece nuevos niveles que amplían el lore interno de su universo.

Una jugabilidad endiablada

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

Si había algo que caracterizaba a los juegos de los años 80 y 90 esta era, sin duda, la dificultad. Alex Kidd no iba a ser diferente, así que ya sabéis lo que os espera: un título muy complicado. La idea es hacernos sufrir un rato antes de superar un nivel, aunque hay ciertas variaciones. La más importante de todas es, sin lugar a dudas, se relaciona con la muerte. Me explico: Alex Kidd in Miracle World DX emplea el clásico sistema de vidas máximas para marcar el ritmo de nuestro progreso. Antaño, si las perdíamos todas, tocaba empezar desde el principio. Ahora no es necesario: si superamos un nivel y perdemos todas las vidas, podremos reiniciar nuestra partida desde el comienzo del último nivel superado.

Es más, si lo deseamos, podremos activar la opción de «vidas infinitas» para evitar que perdamos el dinero que obtenemos. En efecto, habrá monedas, las cuales servirán para obtener toda suerte de útiles durante nuestra aventura, desde una moto con la que superar ciertos niveles hasta anillos que nos permiten disparar bolas de fuego con nuestros puñetazos. Si jugamos de forma normal, cuando perdemos todas nuestras vidas, el dinero se pierde. Simple, pero efectivo. Ahora bien, ¿cómo se juega a Alex Kidd in Miracle World DX?

Golpea, salta y esquina

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX
Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

Alex puede, a grandes rasgos, moverse, saltar y golpear. Así pues, desplazarse por el escenario es bastante sencillo, aunque hay una limitación muy interesante: no podemos regresar por donde hemos venido. Es decir, cuando descendamos por una plataforma o avancemos por el escenario, el borde de la pantalla hará las veces de muro invisible y nos impedirá retroceder. Puede parecer una tontería, pero esto implica que debemos optimizar nuestra ruta para obtener el máximo dinero posible y/o evitar los peligros que nos acechan. Sabiendo esto, los saltos cobran especial importancia, aunque debo decir que me ha costado acostumbrarme a ellos. Emulando la experiencia original, no son esencialmente precisos.

Más allá de la dificultad inherente al diseño de los niveles, tanto el movimiento como los saltos no han sido regulados del todo. Así pues, no son tan precisos como nos gustaría, lo que complica bastante la experiencia. Entiéndase, de la misma forma, que no se trata de un error en la programación, sino de una decisión premeditada que pretende emular las peculiaridades de la vieja escuela. Se trata, por tanto, de una decisión creativa que tiene por objetivo exigirle al jugador su compromiso para con el gameplay. Una vez más, es algo que —personalmente— he disfrutado, pero entendería que otros jugadores no estén del todo cómodos con esto.

De igual forma, el combate es bastante parecido al movimiento a ese respecto. Dejando a un lado que su diseño es el clásico dentro del arquetipo «juego de saltos de 8 bits», podremos repartir estopa con nuestros puños. Ahora bien, tendremos un único ataque que tendrá que servirnos para todos nuestros enemigos. Ya sean lagartos voladores, peces o jefes finales, tendremos que valernos de este único movimiento para deshacernos de ellos. Ojo cuidado, que no podremos derrotar a todo el mundo. Habrá, por si teníais alguna duda, rivales que serán inmunes al daño físico. ¿Qué podemos hacer entonces? Simple: correr.

¿Piedra, papel o tijeras?

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

Como anécdota —no resulta extraño, ya que era uno de los sellos de identidad de la franquicia— tendremos que superar a determinados jefes finales jugando a jankenpon. O lo que es lo mismo, tendremos que ganar dos veces a un enemigo eligiendo piedra, papel o tijeras antes de que termine la melodía de fondo que suena mientras nos batimos en duelo. Como buen nostálgico, me ha encantado rememorar estos duelos, aunque admito que no han envejecido del todo bien. La dificultad de Alex Kidd in Miracle World DX es muy elevada, mas puede resultar frustrante debido a la falta de equilibro en niveles y jefes finales.

Vease, por ejemplo, caer derrotado en un nivel porque nos hemos enfrentado a un jefe final y no hemos sido capaces de determinar su patrón de movimiento al no tener suficientes vidas. Antaño me pareció muy divertido… ahora no tanto. Pasamos, pues, de pulir nuestras habilidades motrices a dejar que la suerte nos guíe si no tenemos suficientes vidas como para estudiar al rival. Como no podía ser de otra forma, este problema queda fuera de disputa si jugamos con vidas infinitas. Sea como fuere, el juego es bastante complicado y se siente algo frustrante en determinados momentos. Si bien es cierto que puede parecer lo contrario debido a su simpático acabado audiovisual, es muy complicado.

La hit box de nuestros puñetazos es mínima, la inercia del personaje al moverse y saltar lo complica  todo y la distribución de los enemigos es puñetera como ella sola. ¿Es culpa del remake? No, al contrario. Este último es un ejercicio de respeto a la experiencia original, quien ya aunaba todos estos componentes en su lanzamiento. Con respecto a los modos, hay tres: el normal, el clásico y el modo solo jefes. El primero resume todo lo que os he contado con anterioridad, el segundo toma las dinámicas originales y el tercero nos enfrenta, uno tras otro, a los diferentes bosses de Alex Kid.

Renovarse a morir

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX
Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

Toca hablar, en último lugar, del diseño gráfico y la banda sonora. Respecto al primer apartado ¿qué os puedo decir que no hayáis visto ya en las imágenes anteriores? Alex Kidd in Miracle World DX es sumamente bonito. Ya sea a través de los personajes, los monstruos o os escenarios, me ha encantado la puesta en escena. El arte es muy original y la paleta de colores es hermosa como ella sola. A grandes rasgos, no tengo ninguna pega para con la dirección artística del equipo creativo. Todo lo contrario: es sobresaliente. Aparte, pulsando un botón podremos jugar con los gráficos originales de Master System, cosa que me ha encantado.

La banda sonora, por su parte, es igualmente buena, pues ha sabido mantener la esencia del título original reimaginando y recomponiendo algunas de sus piezas más emblemáticas. Se nota que se han actualizado, pues la calidad de los temas es innegablemente superior, ya sea en calidad o definición. Sin más, otro aspecto que debemos valorar muy positivamente. Como detalle, podremos cambiar algunos aspectos. ¿Un ejemplo? En lugar de onigiris podemos comer hamburguesas o… tortilla de patatas. Lo que quizá nos ha faltado es que no sabemos que hace cada objeto hasta que lo usamos; una pequeña descripción ya fuera en el menú de pausa o al obtenerlo habría sido de mucha ayuda.

Conclusiones

Alex Kidd in Miracle World DX ha envejecido bastante bien y este remake le ha sentado de maravilla, aunque no es tan, tan, tan bueno como recordaba. Esto no quiere decir que no me haya gustado. Más bien lo contrario: me ha encantado. He disfrutado mucho recuperando sensaciones del pasado mientras disfrutaba de las novedades incrustradas en esta versión DX. El trabajo del estudio es digno de notable y el juego lo tiene todo para satisfacer a los más puristas. Los amantes de los plataformas, por otro lado, encontrarán en Alex Kidd in Miracle World DX una opción excelente para pulir sus habilidades. En líneas generales es un título muy bueno en casi todos sus aspectos, aunque falla en el equilibro de la dificultad y la narrativa. Por lo demás, genial.

Análisis de Alex Kidd in Miracle World DX. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Tesura Games.

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