Reseña de Beck n.º 4 | Evolución constante

¿Qué podemos esperar de Beck n.º 4 en nuestra reseña? Seguimos explorando uno de los mejores mangas musicales... de la historia.

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No sorprendemos a nadie si en nuestra reseña de Beck n.º 4 nos hemos vuelto a reencontrar con uno de nuestros mangas musicales preferidos. De hecho, actualmente no seríamos capaces de hablaros más y mejor de ninguna otra obra de carácter similar que nos atraiga más. No obstante, es igual de cierto que aquí también está hablando por nosotros la nostalgia, pues esta es una de esas obras de las que disfrutamos cuando apenas éramos unos críos.

Con eso en mente, nos lanzamos de lleno de nuevo al trabajo de Harold Sakuishi y nos adentramos todavía más en la incursión de Yukio «Koyuki» Tanaka —nuestro protagonista— en el mundo de la música. Ahora que Beck está dando sus primeros pasos reales como grupo y los ensayos y los conciertos son una realidad constante, el rock está ganando todavía más protagonismo.

Y sigue siendo pronto, la verdad, porque el autor sigue muy metido en la interacción del propio Koyuki con sus nuevos conocidos. Más concretamente, hablamos de su relación con Maho, uno de los personajes más importantes durante esta primera fase del manga. Por supuesto, no es la única. Destaca la presencia de Rysuke, quien revela el origen y la verdadera historia de su guitarra Lucille.

Con esto en mente, la vertiente criminal del manga cobra más fuerza, tanto para lo bueno como para lo malo. Como ya comentamos en otras ocasiones, esta línea argumental cuesta sobrellevarla debido a que es raro que chavales de menos de 18 en Japón estén metidos en temas así… por muchos años que hayan pasado en América.

Reseña de Beck n.º 4 | Portada, sinopsis y edición

Las cosas parecen ir viento en popa para la banda y en Estados Unidos el CD poco a poco está despuntando. Sin embargo, la suerte no parece sonreír de la misma forma a Koyuki, ¡y es que le ha nacido un rival de amores! Se trata de Yoshito, un amigo de la infancia de Maho que es modelo y actor cada vez más popular entre las chicas. Por otra parte, Leon Sykes, el famoso productor de la RJ, ha fijado su objetivo en conseguir la guitarra de Ryûsuke, Lucille, y parece que hará lo imposible hasta conseguirla… Por su parte, Koyuki se ha inspirado y ha compuesto una nueva canción. ¿Será el hit que llevará a BECK a alcanzar la fama o caerán sus sueños en saco roto?

ColecciónBeck vol. 4 de 17 (aproximación)
AutoríaHarold Sakuishi
GéneroShônen, comedia, drama, romance, slice of life
FormatoRústica con sobrecubierta
Tamaño y páginas21,6 x 15,5 cm con 408 páginas en b/n
Precio15,95 €
MaquetaciónOlivia Osanz, Montse Muñoz y Jordi Colina (Daruma)
TraducciónMarc Bernabé (Daruma)
Fecha de lanzamiento30/03/2022
ReseñasReseñas de los volúmenes anteriores

Sea como fuere, esto es adentrarse en un terreno del cual todavía quedan muchas preguntas e incógnitas, siendo complicado de explicar sin desvelaros ningún evento o acontecimiento importante que preferimos guardarnos en la chistera. ¿Por qué? Pues porque si no conocíais la obra con anterioridad, podríamos estropearos la lectura. Eso, por supuesto, es lo último que queremos hacer.

Así pues, y de momento, nos centraremos en el apartado editorial, volviendo a reseñar las bondades de este manga como producto, ignorando su contenido. Como siempre, aquí Distrito Manga nos ha vuelto a presentar un producto de gran calidad en donde tanto el nivel de la traducción como de la maquetación y la impresión roza el sobresaliente en todo momento.

Y sí, es muy posible que hayáis tenido un dejà vu con estas palabras, porque no es la primera vez que lo decimos. Visto lo visto, tampoco será la última. La editorial ha entrado con muy buen pie en el mercado y están haciendo las cosas muy bien. Tanto es así que hasta podemos destacar su labor para con el medio ambiente, pues solo usan materiales procedentes de empresas responsables con este último.

Koyuki sigue evolucionando como protagonista gracias a la música… y a Maho

Reseña de Beck n.º 4
Reseña de Beck n.º 4 | La relación entre Maho y Koyuki sigue progresando.

Habiendo aclarado este tema podemos regresar al contenido del manga como tal. Aquí nos dejamos llevar de nuevo por la nostalgia, pero centrándonos en el presente. En reseñas anteriores os hablamos de algunas de sus virtudes y defectos dentro del ámbito social. Esto ya es historia. En esta ocasión queremos centrarnos de lleno en el contenido y, más concretamente, en la evolución de Koyuki.

Nuestro protagonista, que al comienzo de la obra era poco más que un adolescente convencional sin nada especial (aparentemente), ha dado un paso de gigante hasta el punto de convertirse en una pequeña estrella. Curiosamente, ha sido de manera accidental, ya que lo hace a través de una película sobre el grupo Dying Breed en la que aparece gracias a su conexión con ellos mediante Ryusuke.

Aunque en teoría serían los chicos de Belle Ame quienes iban a parecer, Matt, un rockero al más puro estilo años ochenta lo ‘manda todo a la mierda’ siguiendo sus instintos e ideales, decide que las cosas no serán así. Esto sucedió en el anterior tomo, cuando el cantante de los Dying quema en directo la guitarra del solista de Belle Ame e invita a Koyuki al escenario. El resto es historia, pues nuestro joven cantante lo ‘rompe’ con una actuación soberbia que enamora a todos aquellos quienes escuchan su voz.

Aquí se vuelve a poner de relieve el portento en el que podría convertirse Yukio Tanaka. Ahora bien, lo que más nos gusta no es esto, sino que sigue siendo él mismo. Más maduro y con más confianza, su actitud da varios pasos al frente, pero sigue siendo muy humilde. Se deja llevar por el momento, pero más a título personal que como arrogancia u orgullo.

El pueblo japonés se descubre ante Beck

Reseña de Beck n.º 4
Reseña de Beck n.º 4 | Poco a poco, más gente descubre el talento del grupo.

Seguramente, esto es lo que más le gusta a Maho de él, cosa que se demuestra al ver cómo su relación va creciendo poco a poco. Todavía con muchas incógnitas sin resolver y dudas en el aire, siguen afianzando su amistad… y puede que algo más. Entretanto, Tanaka sigue mejorando como vocalista al tiempo en que las piezas de Beck van consiguiendo cada vez más sinergia.

Esto les lleva a superar varios obstáculos bastante complejos mientras siguen creciendo en popularidad en la escena underground. Como es lógico, siguen siendo unos ‘don nadie’, aunque un ‘golpe de suerte’ les permite llegar al continente americano a través de una discografía indie. No todo les sale bien, por supuesto, puesto que el autor expresa con gran habilidad su inexperiencia en el mundo con un trato que no les resulta demasiado favorable.

Todo esto sucede mientras Lucille, la guitarra de Rysuke, nos introduce el pasado de este en los bajos fondos de América y algunas actividades delictivas en las que estuvo involucrado. A grandes rasgos, la guitarra le pertenecía a un tipo muy peligroso que descubre dónde se encuentra su antigua posesión a través de esa misma película, ya que Eddie la tocó en directo.

Con esto se recrudece la esencia criminal de la historia y nos introduce a varios personajes muy importantes, como Leon, un capo de la música que no duda en asesinar, chantajear y extorsionar a quien haga falta para obtener más poder y dinero. Es la viva imagen del tiburón empresarial americano que ha emergido de los bajos fondos a cualquier coste…

Reseña de Beck n.º 4: conclusiones

Reseña de Beck n.º 4 |
Reseña de Beck n.º 4 | Rysuke tocando la guitarra frente a su anterior dueño como ‘última petición antes de morir’ debido a los tejemanejes del nieto de este primero.

Todo esto nos hace entender que Beck es algo más que un simple manga musical y que la historia no se construirá única y exclusivamente para con el grupo, sino que habrá otros muchos actores secundarios con gran importancia. Véanse, por ejemplo, los festivales de música independientes, los intereses económicos de las discográficas y las jugarretas que se hacen unos a otros en las sombras.

Explora, de manera muy interesante, el lado oscuro de la música, dándonos una de cal y otra de arena de manera constante para mantenernos enganchados. Funciona muy bien, ya que somos capaces de aceptar los elementos más inverosímiles de la obra a cambio de un poquito más de tensión dramática y acción. Acción que, todo sea dicho, siempre está limitada por la edad de los personajes.

O lo que es lo mismo, actuarán de manera propia y acorde a su edad… en líneas generales. El que más escapa de esa descripción es Ryusuke, el espíritu rebelde del grupo y el ‘tío más apañado’ de la agrupación. También demostrará que su ego no siempre es sinónimo de equipo, provocando que aparezcan algunas grietas en el grupo. No todo es tan sencillo y, por desgracia, el éxito es un camino de espinas.

Un camino que estamos dispuestos a recorrer junto con Beck. Entretenida, dinámica y vivaz, destaca por su gran ritmo narrativo y el interés que suscita tanto su trama principal como las líneas secundarias. Con los mismos defectos y virtudes de siempre, conquista con fuerza y nos recuerda que el manga ‘clásico’ no ha envejecido nada mal.

Valoración juego - indispensable
  • Empieza muy, muy bien. La premisa, la narrativa y los diálogos son muy buenos.
  • Es diferente, pues el manga musical no es algo especialmente abundante.
  • Personajes carismáticos realistas con trasfondos interesantes.
  • A veces cuesta creer que los personajes tienen entre 14 y 16 años.
  • Ciertos comportamientos y aceptaciones sociales no nos gustan.

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