‘Rent-a-Girlfriend’: primeras impresiones

La serie está siendo emitida en la plataforma Crunchyroll

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¡Buenas! Pese a la complicada temporada de retrasos que estamos viviendo, este verano nos está dejando algún que otro anime interesante. No en vano, semanas atrás os listamos nuestros estrenos más esperados de la temporada, con títulos variopintos —excluyendo secuelas, eso sí—. No obstante, en esta ocasión vamos a hablar de una obra que, aunque no incluimos en su momento, sí que está dando de qué hablar entre el público otaku. Os presentamos nuestras primeras impresiones de Rent-a-Girlfriend, serie anime que podemos disfrutar en la plataforma de streaming Crunchyroll.

Sinopsis

Kazuya Kinoshita es un joven universitario de 20 años que tras conseguir novia, pudo besarla, ¡pero lo dejó tras solo un mes! «Maldita sea, no quiero tener que volver a pasar por eso». Desesperado, recurre a un método muy particular para tener por fin una cita: solicitar una novia de alquiler. Cuando llega al punto de encuentro le espera una chica: «Eres Kazuya, ¿verdad?». Es una chica preciosa de pelo negro y largo que le sonríe con ternura. La chica es Chizuru Mizuhara. ¡Y de esa cita de alquiler nace algo real! Una comedia romántica repleta de amor y emoción da comienzo.

Nociones previas: Rent-a-Girlfriend

Antes de comenzar con las impresiones, toca poner un poco en contexto para quien no conozca esta obra. Rent-a-Girlfriend, también conocida como Kanojo, Okarishimasu (彼女, お借りします) o simplemente como Kanokari, se basa en el manga homónimo de Reiji Miyajima. Este autor comenzó su carrera como mangaka dibujando en Ren’ai Kinshi Jōrei y en 2016 se lanzó como dibujante y guionista de Mononote: Edo Shinobi Kagyō, manga que finalizó en 2017.

Rent-a-Girlfriend primeras impresiones chizuru
Primeras impresiones Rent-a-Girlfriend

Meses más tarde, Miyajima comenzó la que a día de hoy es su obra más popular: Kanojo, Okarishimasu; de hecho, aún sigue en publicación. A finales del pasado 2019, se anunció que el manga obtendría una adaptación animada para televisión y los primeros adelantos despertaron el interés de muchos internautas por todo el mundo. Finalmente, en julio de este 2020 comenzó la emisión y, actualmente, hemos podido disfrutar de los primeros 4 episodios de la serie. Por ello, y habiendo visto todo el material hasta la fecha del anime, vamos con las impresiones.

Primeras impresiones: historia y personajes

La premisa inicial de Rent-a-Girlfriend es, de primeras, algo chocante: un joven universitario sufre un desengaño amoroso y, harto de la soledad, decide… ¿alquilar una novia? Rent-a-Girlfriend nos pone en la piel de Kazuya Kinoshita, protagonista que parece bastante obsesionado con tener pareja. Esta obsesión, de hecho, se ve afianzada en bastantes momentos de la serie: desde sus «reflexiones» internas, pasando por las bromas de sus amigos y hasta el ámbito familiar. Su deseo le lleva a una página donde contrata los servicios de una chica llamada Chizuru, con la que tendrá una cita a cambio de dinero.

En los primeros compases de Rent-a-Girlfriend somos testigos de la adorable pero distante relación entre Kazuya y Chizuru. Aunque en un principio Kazu parece contento con el servicio, comienza a tener dudas cuando descubre que Chizuru solo es amable porque es su trabajo —sorpresa, genio—. Es entonces cuando se empieza a plantear una serie de cuestiones, en mi opinión, como poco interesantes: ¿Es viable ofrecer «amor» a cambio de dinero? ¿No están muchas de las relaciones sociales basadas en el interés propio?

Chizuru, una waifu lastrada

La cabezonería y pesadez del protagonista sacan, finalmente, la cara verdadera de Chizuru: se trata de una joven con carácter, fuerte y poco que ver con la versión dulce del principio. Detrás de su belleza, se esconde una joven decidida y profesional. A raíz de esta revelación, la historia comenzará a abrir subtramas poco a poco y a presentarnos nuevos personajes o a desarrollar algunos mostrados con anterioridad.

En el caso del personaje principal, se trata de un chaval que, si bien tiene unos ideales y un comportamiento más bien cuestionables, tiene una personalidad ligeramente marcada. Aunque no lo parezca, esto es menos común de lo que parece: en muchos casos dicho personaje es plano y soso —es más fácil crear sensación de «empatía» cuando las características que tiene son genéricas, ¿verdad?—. Kazuya es un baboso, un pesado, un cobarde y un pajillero… Pero por mal que nos pese, es una realidad que existen bastantes jóvenes así.

Primeras impresiones Rent-a-Girlfriend Waifu
Primeras impresiones Rent-a-Girlfriend

Por otro lado, la actitud rígida de Chizuru hacia Kazuya encaja perfectamente con su concepto como personaje. ¿Quién iba a soportar los llantos y tonterías de, recordemos, un cliente inmaduro? Ella, desde luego, no. Pero existe un problema, y es que la historia en sí busca atajos y giros bastante forzados para que, finalmente, ambos siempre tengan que acabar juntos. Y cuando digo siempre, no lo digo por decir.

La toxicidad del noviazgo

Como señalábamos al principio, una de las ideas en la que más énfasis se hace durante Rent-a-Girlfriend es la necesidad de encontrar pareja. El ejemplo más claro es la abuela de Kazuya, un personaje con potencial y divertido pero que únicamente sirve para hacer sentir culpable a la «pareja» protagonista. La abuela cree que Chizuru es la novia real de su nieto y este buscará cualquier excusa para mantener esa mentira y que no se descubra la realidad porque… ¿sería demasiado duro no tener pareja?

Aunque suene muy duro, se ve que los creadores de esta historia no han querido trasladar un mensaje profundo y maduro sobre el romanticismo o el noviazgo. Más bien, parece una ficción para adolescentes que viven en una burbuja y que no han sentido ni vivido lo que son las relaciones realmente. En ningún momento se plantea la soltería o la posibilidad de conocerse a uno mismo, cosa que le vendría bien a Kazuya, por cierto.

La ex bipolar y secundarios convenientes

El transcurso de los episodios nos van mostrando a otros personajes, como son los amigos de Kazuya y Mami. ¿Recordáis que la novia de Kazuya lo dejó? Pues esa es Mami. De ella poco podemos decir, ya que aunque haya salido en varios episodios, la serie no ha mostrado mucho interés en mostrarnos su personalidad. Lo único que recibimos es a una chica con toques de bipolaridad, que finge amabilidad en según qué situaciones. Al contrario que Chizuru, que lo hace por trabajo, Mami no parece tener ningún motivo real para sus cambios de personalidad, aunque es posible que se desarrolle en los próximos episodios.

Primeras impresiones Rent-a-Girlfriend

Aun así, sus intervenciones son bastante irritantes y forzadas, creando una especie de «pelea» por celos por recuperar a Kazuya. ¿Pero qué la llevó a cortar realmente? ¿Qué le atrae de Kazuya? En una serie donde, precisamente, los personajes y su interacción es tan importante, estas cuestiones deberían ser abordadas —que no reveladas— de una forma coherente y, además, que sepan enganchar. El resultado es un personaje que crea salseo, sin mucho carisma y que provoca una falsa inestabilidad emocional en Kazuya.

Con respecto al resto de secundarios, encontramos casos similares a los de la abuela. Son personajes con atisbos de personalidad y que en otras manos es posible que hubiesen sido explotados convenientemente. Por desgracia, no es el caso. En la gran mayoría de casos, solo sirven como vehículos para encauzar la trama o incidir en ciertas ideas relacionadas con la situación del protagonista.

Aspectos técnicos: animación y uso del color

Si algo hay que destacar de Rent-a-Girlfriend es su increíble acabado visual. La animación y, sobre todo, el color y los juegos de luces y sombras juegan un papel fundamental en la serie. Pese a sus problemas en construcción de personajes y trama, el espectáculo no termina de hundirse gracias al gran trabajo de TMS Entertainment. El estudio ha conseguido confeccionar un show que, en pocas palabras, es bonito de ver.

Las animaciones son más que correctas. Los diseños se adaptan a los personajes a la perfección y en el resto de apartados técnicos encontramos una serie producto del buen hacer. Además, en la serie vemos que se emplean distintos estilos de dibujo para diferentes situaciones: expresiones grotescas, caras kawaii o dibujos más simples para enfatizar la comicidad, la emoción o los sentimientos de los personajes. Los actores de voz hacen un gran trabajo, la banda sonora cumple y, como decíamos, el uso de las sombras y las luces consigue una profundidad visual más que decente.

Conclusiones

Rent-a-Girlfriend es el típico harén con waifus monas —aún quedan un par por conocer— y cuyo atractivo se basa en el morbo de las chicas con las que se relaciona el protagonista. Su factura técnica no consigue tapar sus carencias a la hora de presentar una trama interesante o unos personajes verdaderamente memorables. Pese a ideas con potencial, parece que se conforma con satisfacer el deseo adolescente sin más, lo cual es una verdadera lástima.

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