¿Alguna vez habéis imaginado jugar batallas estratégicas con criaturas medievales? Reconozco que yo tampoco, pero con esta premisa se ha presentado Inkulinati, el protagonista de nuestro análisis de hoy. Vamos a analizar el juego ahora que ha salido de su acceso anticipado.
¡Hola gente! Después de un mes desde su lanzamiento oficial, tras un período en acceso anticipado, Inkulinati salía al mercado con la confianza de haber hecho un gran trabajo. Aprovecho para destacar que está disponible para Steam (verificado para Steam Deck), PS5, Xbox Cloud Gaming y Nintendo Switch.
Para quien no conozca de qué va este extravagante indie, os pongo en situación. Estamos ante un juego de estrategia por turnos donde tendremos que enfrentarnos en combate a bestias u otros escribas (llamados inkulinatis). La gracia está en que todo el bestiario está basado en figuras reales extraídas de los manuscritos medievales.
A título personal, como historiador, me ha parecido una genialidad el haber ido a estudiar esos márgenes donde los escribas también hacían sus garabatos o «memes» de época. Es una forma de dar a entender que, por muchos años que nos separen, había humor entonces al igual que ahora.
Análisis de Inkulinati | Hablemos de su campaña
Pese a que es un juego que, a priori, puede ser completado relativamente rápido (unas 8-10 horas), la rejugabilidad que tiene es apabullante. Empezamos con el tutorial, ya que es un paso muy recomendable de jugar (no solo por lo obvio), sino por los desafíos que plantea. Habrá una progresión lineal en los diferentes niveles de lecciones, pero cuando lo acabemos, si regresamos vemos que hay bifurcaciones en esa «línea». Eso son desafíos para que pongamos en práctica lo aprendido y están geniales.
Una vez hayamos terminado todo el tutorial (que os llevará varias horas), estaremos listos para adentrarnos en la aventura. Lógicamente, con permiso de los combates contra la IA a modo de escaramuza o nuestro colega de turno, es el gran atractivo del juego. Aquí tendremos que seleccionar a nuestro inkulinati y avanzar enfrentándonos a los mejores inkulinatis.
No solo es divertida por su desarrollo, también, como digo, por su rejugabilidad, motivada por las ramificaciones que hay. Tendremos que estar continuamente eligiendo qué camino escoger sin probabilidad de volver hacia atrás, lo que nos obliga a tener que jugar la campaña para descubrir nuevos secretos. De hecho, no penséis que se elige el camino al tuntún, ya que tendremos que sopesar bien si nos merece la pena ir a una pensión a curarnos o a la tienda a comprar suministros; o enfrentar a unas bestias u otras.
El combate como principal garantía de éxito
Llegamos al combate, en ese 1 vs. 1 contra nuestro rival. La premisa es derrotarle, a cualquier precio, bien dejándole sin vidas o tirándole por uno de los bordes del mapa. Para ello, tendremos que invocar a nuestras bestias, las cuales habremos preparado a conciencia previamente junto a las habilidades especiales de nuestro personaje. Además, tendremos la tinta de vida, cuya gestión es clave para poder invocar bestias o hacer uso de las habilidades.
Teniendo todo esto en cuenta, nunca habrá dos combates iguales. Cada bestia tiene unas características únicas que tendremos que conocer y tener muy en cuenta. Con las habilidades pasa lo mismo. Si no se consigue ese equilibrio justo, la dinámica del combate se puede poner en contra y los errores, especialmente en las dificultades altas, se pagan muy caro. De esta forma consigue mantenernos pegados a la pantalla pensando muy bien nuestra jugada como si fuera una partida de ajedrez.
Por último, otro detalle importante del combate es el «desastre» de final de partida. A riesgo de que puede perder el ritmo la partida, llegado a cierto turno, aparecerán alguno de los desastres finales que condicionarán a los personajes. Un ejemplo puede ser el fuego del infierno, el cual se irá expandiendo y haciendo del campo de batalla más estrecho y obligando a mover a nuestro inkulinati, lo que hará que se intensifique la lucha.
Valoraciones finales
Por último, antes de abarcar las conclusiones, quería destacar lo genial que es el apartado artístico. Saber que las bestias son dibujos reales de manuscritos medievales, es saber que además han conseguido transmitir un apartado artístico a la altura. Con ese efecto tinta, los dibujos y el efecto de la mano real cuando aplicamos las habilidades consiguen ese efecto de inmersión.
En líneas generales, Inkulinati es un gran juego de sobremesa para tener ahí siempre. Es un juego que incentiva la estrategia profunda, pero sencilla, con una campaña que puede ser rápida de completar o un desafío. Además, la posibilidad de jugar con los amigos es perfecta para poder disfrutar de tardes enteras por ver quién es mejor. Un apartado visual y artístico notable hace que este indie tenga un…
- Apartado artístico basado en bestias medievales.
- Combate dinámico y muy divertido.
- Gran rejugabilidad.
- A la larga, puede ser escasa la variedad de arquetipos de bestias.
