
Un montón de alpacas, un montón de balones de distinto tipo (y no todos procedentes de un deporte al uso) y una sinfonía de palos. Así se define Alpaca Ball: Allstars, lo último de Salt Castle Studio. Curiosamente, no está muy lejos de la realidad, pues siguiendo la estela de otros party games del mercado, el objetivo del equipo ha sido crear un título de carácter alocado y desenfadado en donde las risas sean el ingrediente principal de nuestras sesiones de juego. Así pues, y bajo el sello de Badland Publishing, nos llega una disparatada experiencia en donde las alpacas, cómo no, son las principales protagonistas.
Alpaca Ball: Allstars

Vestidos para la ocasión con nuestra divertida skin multicolor y armados con nuestro sombrero de fiesta, decidimos probar la experiencia de manera ordenada. De esta forma, descubrimos que el primer punto del cual podemos disfrutar es una suerte de modo historia en donde nuestra protagonista, una Alpaca a la que damos nombre, deberá enfrentarse a decenas de rivales para hacerse con la fama, convertirse en una estrella mundial y ganar el suficiente dinero y renombre para salvar su hogar de las pretensiones inmobiliarias de otra alpaca, pero millonaria. Acompañados de nuestros fieles compañeros, como nuestra propia madre o Paco el entrenador (todos son alpacas), nos lanzaremos a la aventura.
Debo decir que, si bien es cierto que me reí muchísimo durante las primeras horas de juego, pronto descubrí que la experiencia de Alpaca Ball: Allstars es demasiado repetitiva… y no en el buen sentido. Hablaría del tema, pero si os interesa saber más, os recomiendo pasar por el artículo de mi compañero D4rkMeX. Sea como fuere, más pronto que tarde me encontré inmerso en un título que repite su formula una y otra vez: enfrentamientos de 1v1, 2v2, 3v3 o 4v4 entre diferentes animales controlados por la IA; nosotros solo manejaremos a nuestra alpaca.
Aun si bien es cierto que tratan de incrustar variaciones en forma de potenciadores (los cuales alteran el tamaño de nuestro cuerpo o cuello, nos equipan con trajes de fútbol americano para hacer placajes, etc.) y balones (especialmente divertida la bomba, la cual explota cada cierto tiempo), el modo historia termina perdiendo fuelle ante la carencia de un mayor desafío y/o variedad.
Una soberana paliza

Cabría esperar, por consiguiente, que su punto fuerte sea el multijugador, y así es; jugar con hasta siete amigos más tiene su encanto. ¿El problema? Que no dispone de función de emparejamiento automática y tendremos que tirar, o bien del Remote Play de Steam, o juntarnos con otros amigos para disfrutar de ese multijugador. Siendo sincero, me ha parecido un grave error por parte del estudio. No por nada, los party games se retroalimentan de la estupidez humana. ¿Qué mejor manera de potenciar el sentido de lo absurdo que con un multijugador con capacidad de buscar a otros jugadores?
Siendo franco, ni su estupenda (y disparatada) banda sonora, cargada de temas de corte mexicano muy festivos, ni su dinámico diseño gráfico han sido suficiente para conquistarme. Alpaca Ball: Allstars hace muchas cosas bien: es divertido, entretenido y te arranca más de una carcajada. Y lo hace de muchas formas, ya sea a través de placajes descuidados, derrapes exagerados, alpacas que salen volando ante un impacto frontal o pelotas que parecen tener vida propia. El juego es, válgase la redundancia, divertido. Te ríes. Disfrutas, pero solo un rato. Y es una pena, la verdad.
Conclusiones
En conclusión, lo que obtenemos es un título que sabe que hay comedia en las alpacas; personalización, estadios, tipos de balón, aspectos, música y gráficos bailan todos al mismo son, pero cojean. ¿Lo peor? Que no lo hacen por estar mal planteados, sino porque les falta ese aspecto que tantas veces he repetido: online. Siendo sincero, no concibo un party game sin un sistema de emparejamiento más sencillo, dinámico, directo y abierto.
Análogamente, su precio (unos veinte euros) no ayuda, pues compite directamente contra colosos tales como Fall Guys. De forma prolija, Alpaca Ball: Allstars es entretenido, pero solo durante un rato, y no termina de justificar su gameplay ni sus mecánicas ante la falta de su mayor aliado: online. Ahora, sí logras juntarte con otros siete colegas (sin necesidad de siete copias del título), te aseguro que te vas a reír. Lo veo, en cualquier caso, una buena opción si decides pilártelo con otros amigos y vais jugando juntos. Así sí.
Porque otra cosa no, pero jugar hasta 8 personas con una sola copia es algo que debe elogiarse; no es lo más común del mundo.
Análisis de Alpaca Ball: Allstars. Clave de juego para PC cedida por Salt Castle Studio y Badland Publishing a través de terminals.io.