Reseña de Brutal n.º 3 y 4 | Mil maneras de morir

Brutal, uno de los mangas más gore que nos han llegado en los últimos tiempos, continúa su recorrido de la mano de Kitsune Manga. Y con ello, nosotros también seguimos con nuestras reseñas del mismo. En este caso, le llega el turno a los tomos 3 y 4, dos entregas que no solo se proponen dejar con la boca abierta al lector, sino que se hacen cortos por su ritmo frenético y constante. ¿Y cómo evoluciona la inquietante historia de Hiroki Dan? Os lo cuento en la reseña de Brutal n.º 3 y n.º 4.

Reseña de Brutal n.º 3 y 4 | Portada, sinopsis y edición

Dan Hiroki es un detective de homicidios brillante, el mejor de su promoción, y también hijo del superintendente general de la Policía. Es un joven prometedor que parece estar destinado a tener una carrera meteórica hasta los más altos cargos del escalafón policial. Pero tiene un secreto… Y es que es un asesino en serie que ha matado a más de cien personas y que, hasta ahora, ha logrado escapar a la ley. Estas son las confesiones de sus crímenes y su juego del gato y el ratón con la policía.

Si echamos la vista atrás, hacia el anterior capítulo, recordaremos cómo el segundo tomo de Brutal terminaba con un acercamiento a su conexión con Trace. Sin embargo, parece que los autores piensan tomarse con calma el avance en cualquier trama y hasta la fecha (tomos 3 y 4) nos encontramos con la misma estructura capítulo-crimen-castigo que ha seguido la obra hasta el momento.

Emoción con una estructura sencilla

Sí, exacto, para aquellos que al igual que nosotros estén siguiendo esta historia en busca de un argumento complejo, tendrán que seguir esperando. Eso no quiere decir que estos dos tomos no hayan sido emocionantes. La capacidad de sus autores para sorprender al espectador sigue intacta al encontrarnos toda clase de situaciones que, cuando pensamos que no pueden ir a peor, lo hacen.

De esta manera, Hiroki Dan sigue con su doble vida: policía de día y asesino justiciero en sus ratos libres. Esta especie de Jisaw no tiene reparos a la hora de secuestrar a las malas personas y darles un «castigo justo». Así, en formato episódico encontramos situaciones como asesinatos, adulterios, acoso…En este caso, me quedo con dos casos especialmente impactantes: el del youtuber obsesionado con los likes y el de el educador infantil.  Y es que, en ese sentido, los autores no repiten situaciones y parecen comprometidos en reflejar la deprabación del ser humano en toda clase de ámbitos.

¿Y qué hay de las venganzas? Creo que una de las partes fundamentales (y más satisfactorias) es cuando Hiroki Dan ejerce su «justicia». Es decir, logramos odiar a los personajes que se nos presentan tanto que deseamos que estos obtengan castigo. Y es cierto que esto da para reflexionar e iniciar debates sobre la justicia, pero tampoco la obra busca poner nuestros valores morales contra las cuerdas. Por lo tanto, sí, deseamos que llegue esa venganza sin «peros», ansiosos por saber qué ejecución le tocará al criminal de turno.

Un paseo… en el mejor de los sentidos

Es cierto que en la anterior reseña comentaba que desde el primer tomo, los autores se habían «relajado» un poco a la hora de mostrar brutalidad. Cierta escena con un crucifijo no se ha repetido de forma similar y el nivel de explicitud se ha relajado un poco. Sin embargo, cada resolución es tan particular que sigue siendo efectiva, aunque, poco a poco, el grado de impacto se reduzca. Es decir, al saber el lector lo que está por venir, parece que se produce cierta inmunización. De ahí que una usuaria esté deseosa porque la obra avance un poco en sus misterios.

Con todo ello, leer ambos tomos de Brutal ha sido un paseo en el mejor de los sentidos. Tanto, que espero que el tomo cinco llegue pronto. Ya comienzo a fantasear con una resolución en la que el protagonista pruebe de su propia medicina en lo que sería un final poético, o incluso con una adaptación anime. Sin embargo, ni vosotros ni yo sabemos cómo se va a desarrollar esta historia todavía, por lo que tan solo queda esperar a que Kitsune Manga continúe con la obra.

• Es una historia que impacta.

• Te puede dejar con mal cuerpo.