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«El Camino: Una película de Breaking Bad», review sin spoilers

El epílogo centrado en Jesse Pinkman encantará a los fans de la serie

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Aaron Paul vuelve a ponerse en la piel del personaje de Jesse Pinkman

Los fans de Breaking Bad llevaban mucho tiempo esperando este momento. Seis años después del final de la serie, El camino: una película de Breaking Bad aclara lo que sucedió con Jesse (Aaron Paul) después de los eventos que tuvieron lugar al final de la ficción de Vince Gilligan.

Reencuentro con un viejo amigo

La película, ya disponible en Netflix, es un spin-off centrado en el personaje de Jesse Pinkman, el ayudante de Walter White (Bryan Cranston) en el negocio de la metanfetamina. Tiempo después de lo ocurrido al final de la serie, este huye de sus perseguidores, de la ley y la justicia y de un pasado que le atormenta.

Aaron Paul vuelve a ponerse en la piel del personaje y demuestra que lo conoce muy bien, ya que logra aportarle grandes matices y humanidad. A lo largo de la película, el personaje tiene que hacer frente a los fantasmas del pasado, algunos de ellos mostrados al espectador en forma de recurrentes flashbacks.

La película funciona como epílogo de Breaking Bad y constituye una despedida sólida para uno de los personajes más queridos de la serie. Sin embargo, el filme intercala escenas muy poderosas con otras menos inspiradas y su estirada duración puede jugar en su contra.

Aaron Paul en El camino: Una película de Breaking Bad

Un regalo para los fans

El Camino: una película de Breaking Bad es un fan-service que le da a los fans justo lo que quieren. La película está llena de cameos y apariciones de personajes muy queridos de la serie, cuyas identidades no vamos a desvelar para no arruinar la experiencia.

A pesar de esto, hay que destacar la aparición del recientemente fallecido Robert Forster en un jocoso encuentro con el personaje protagonista. La secuencia funciona como despedida a un gran actor, que trabajó, entre otros, con David Lynch en Twin Peaks y Quentin Tarantino en Jackie Brown.

Otros aspectos que cabe destacar en el apartado técnico son la fotografía, el absorbente sonido y la realización y puesta en escena.

Veredicto

El Camino: Una película de Breaking Bad no es una película imprescindible, pero sirve para cerrar la historia de Jesse Pinkman y algunos cabos sueltos que quedaron al final de la serie. Es un auténtico regalo para los fans, que se reencontrarán con algunos de los personajes más queridos de la ficción de Vince Gilligan.

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