Recientemente, la plataforma Netflix estrenó Earwig y la bruja, la última apuesta de Studio Ghibli. Aunque su estreno fue literalmente un «visto y no visto», ya que al día siguiente desapareció de la plataforma. Es probable que se trate de un error, por lo que estará de vuelta próximamente. Sin saber que iba a desaparecer, nosotros tuvimos la suerte de verla a tiempo para contaros qué nos ha parecido esta última obra de Gorō Miyazaki.
Sinopsis
No a todos los huérfanos les gusta vivir en el orfanato de St. Morwald’s, pero Earwig lo adora. Tiene todo lo que necesita para ser una muchacha feliz desde el primer día que se abrieron para ella las puertas del centro. Sin embargo, todo cambia el día que Bella Yaga y Mandrake visitan St. Morwald disfrazados de padres adoptivos. Earwig se traslada a su domicilio, una enorme casa repleta de habitaciones invisibles, pociones y libros de hechizos, con magia en cada rincón. Aunque muchos niños hubiesen huido de allí sin pensárselo dos veces, Earwig decide investigar. Empleando su propio ingenio (y algo de ayuda de un gato parlanchín), decide demostrar a todo el mundo quién manda en la casa.
De huérfana a… ¿aprendiz de bruja?
La historia de Earwig, o Erica, comienza cuando una misteriosa mujer de cabello rojo la deja en un orfanato, junto con una nota y una cinta de casete. A medida que va creciendo, convierte el orfanato en su nuevo hogar, temiendo que llegue un día en el que decidan adoptarla. Sin embargo, y en contra de su voluntad, la adopta una pareja un tato… raruna.
Como dice en la sinopsis, quienes la acogen son dos brujos, Bella Yaga y Mandrágora. La supuesta razón por la que la acogen no es por querer adoptar un niño, sino porque Bella Yaga necesita una criad- ejem, una ayudante que haga el trabajo sucio por ella.
Diría que en la propia protagonista se puede respirar parte de esa nostalgia característica de algunas protagonistas de Ghibli. Earwig es una niña traviesa, cabezota, curiosa y con carácter. Su objetivo es que Bella Yaga le enseñe a hacer magia, y pese a que ni siquiera la bruja se lo ha prometido, ella sigue insistente. Otro detalle que también me ha recordado a las películas de antaño ha sido Thomas, un gato negro y familiar de Earwig.
Agujeros de guion pero apartado visual aprobado
En esta nueva película de Studio Ghibli he notado varios fallos en el guion que podían haberla hecho un poco más interesante. Por ejemplo, nunca se llega a saber por qué esa misteriosa mujer de pelo rojo abandona a Earwig; ni siquiera sabemos su nombre. Tampoco se conoce nada acerca de las 12 brujas de las que hablan la pareja de brujos. La película en sí no es aburrida ni mucho menos, pero he echado en falta un poco más de trabajo en la historia principal y el trasfondo y pasado de sus personajes.
Por otra parte, su apartado visual me ha gustado más que el propio guion. Las texturas del pelo de las brujas, los colores llamativos o incluso el movimiento me ha resultado visualmente agradable. Por ello, diría que la manera en la que el estudio ha experimentado con este formato CGI ha resultado bastante satisfactoria.
Don’t disturb me
Otro de los apartados destacables de la película es su banda sonora. El tema principal de la película y de la banda, Don’t disturb me, es una canción que resuena varias veces a lo largo de la película. Sin embargo, me pasa algo similar con el guion. Sabemos que detrás de esa canción hay una historia de tres personajes que no llega a contarse por completo. Aun así, aparte de ser un tema pegadizo, es la seña de identidad de la propia película.
https://www.youtube.com/watch?v=Qy53ve3Hyv0
Por otra parte, decidí ver la película en versión doblada al castellano para ver cómo había sido el resultado. En líneas generales, no tengo ninguna queja en ese sentido. La elección de las voces es bastante correcta, la interpretación también lo es, y la traducción al castellano de la canción es de lo que más me ha gustado.
Conclusiones: ¿A la altura de Studio Ghibli?
Muchos fans de Ghibli llegarán a esta película por la nostalgia y por ver si sigue la misma estela que los clásicos del estudio. Sin embargo, pese a que en esta película hay varios elementos en los que se nota la esencia del propio estudio, se echan en falta otros aspectos más importantes. La cinta a veces resulta una aventura infantil en la que vemos las travesuras de la pequeña Earwig. Me remito a lo que he dicho antes: no es una película aburrida, al contrario, pero tenía material suficiente para crear una historia mucho más interesante y abarcar a un público más amplio.
- Corrección: Guillermo Ruiz