Bienaventurados sean los amantes de los simuladores de granjas, pues Story of Seasons: Piooners of Olive Town corre el riesgo de convertirse en una de las experiencias más adictivas de 2021. Siendo el segundo juego de la serie en hacer acto de presencia en Nintendo Switch, es el cuarto título de la franquicia desde que se hubo desligado de la ya no tan celebérrima Harvest Moon. Ahora desarrollado por Marvelous Games, otrora Story of Seasons no era más que parte del genio creativo mismo de Harvest Moon.
No obstante, el tiempo es un ente caprichoso, y el devenir de los años quiso que se produjese una fractura —no en el sentido estricto de la palabra— entre sus creadores. Así pues, la que fue una idea única terminó desligándose hasta dar dos sagas bien diferenciadas la una de la otra. A día de hoy, y tras haber analizado Un Mundo Único, os adelantamos que Story of Seasons ha cogido la directa y le ha adelantado (sobradamente) en curva. Empero, eso lo iremos viendo a lo largo y ancho de nuestro análisis.
Por el momento podemos hablaros de Meridiem Games, ya que han sido ellos quienes se han ocupado de su distribución en España. Edición especial de por medio, su lanzamiento ha puesto de manifiesto la incuestionable superioridad de Marvelous Inc. respecto a sus competidores. Que no con todos, pero sí con la mayoría. Y es que otra cosa no, pero Story of Seasons: Piooners of Olive Twon es una verdadera delicia. Dicho esto, comencemos, pero no sin antes recordaros que el juego ha sido completamente traducido al español.
Story of Seasons: Piooners of Olive Town
Hablemos, en primer lugar, del argumento. Como viene siendo habitual en el género, el punto débil de Story of Seasons: Piooners of Olive Town es el guion. Marvelous ha sido muy conservadora a ese respecto, así que no podemos esperar una historia rompedora. Es bastante lineal, ya que nos presenta a un joven que decide abrazar la vida en la granja en detrimento de la ciudad. Lo hace a través de los terrenos de su abuelo, un vecino bastante querido en el pueblo. Suponiendo que ha fallecido, tomamos su revelo tras sufrir una avería en nuestra moto. Era nuestro objetivo, así que podemos decir que la suerte nos ha acompañado.
Todo habiendo diseñador, con anterioridad, a nuestro avatar de juego. El creador de personajes es bastante bueno. Al menos dentro del espectro de los farming simulator, claro. Así pues, podremos modificar nuestro rostro, elegir la ropa que llevamos, cambiar el color de los ojos (heterocromía incluida), escoger un peinado y determinar el tono de nuestra voz. Pudiendo determinar su apariencia entre un abanico bastante amplio de posibilidades, el factor que lo distingue del resto es la elección de género. Lejos de lo que pueda parecer, podremos escoger cualquier tipo de peinado, rostro o ropa antes de decidir si somos hombre o mujer.
Puede parecer una tontería, pero es un progreso muy notable dentro del género. De esta forma, será a través de Víctor —el alcalde de Pueblo Olvia— que escojamos género o nombre. A partir de ahí todo será un poco más rutinario, aunque con una pequeña vuelta de tuerca. Sea como fuere, retomando el tema del argumento, no esperéis grandes sorpresas. No es esencialmente original, pero está muy bien construido. Ya sea a través de conversaciones, cinemáticas o eventos que ocupen todo el pueblo, iremos conociendo a nuestros vecinos. Será de forma más o menos orgánica, pues tiene sus límites.
Una granja algo diferente
Nuestro granjero —mi avatar era un hombre, así que hablaré de él en masculino por el bien de la coherencia interna del texto— comienza casi sin nada. En lugar de una casa, tiene una tienda de campaña. Las herramientas son una mera ilusión, pero (por suerte) el alcalde le pone remedio muy pronto. En una suerte de agradecimiento para con nuestro abuelo, nos va cediendo los utensilios básicos para desarrollar nuestro trabajo. Ciertamente interesante, Marvelous integra los tutoriales a un ritmo cuasi perfecto mezclando diálogos y cuadros de texto muy bien esquematizados. Directo y sencillo, expresa sus diversas fórmulas jugables de tal forma que no nos agobiemos.
Adecuado para el jugador novicio, puede resultar aburrido para los expertos, mas es algo inevitable. Dejémoslo, pues, en que está bien hecho. Sabiendo esto, toca descubrir que podemos hacer. A grandes rasgos, lo mismo de siempre: arar la tierra, cultivar y regar nuestras cosechas, criar animales de granja, talar árboles y destrozar rocas para conseguir recursos, pescar, etc. La novedad recae en la cámara de fotos, ya que formará parte de la serie de coleccionables del museo, un lugar al que podemos donar peces, tesoros y fotos si queremos completar Story of Seasons al 100%. Lo divertido es que, al poco tiempo, podremos comprar estatuas de los animales salvajes a los que hemos fotografiado.
Aparte, nuestros primeros animales de granja serán salvajes, así que tendremos que domesticarlos (basta con tener un edificio adecuado para ellos) nosotros mismos. Lo divertido es que entra cierto componente de «supervivencia», ya que tendremos que desbloquear porciones de mapa adicionales a través de reparaciones, arreglar edificios destruidos, etc. En resumidas cuentas, estamos recuperando los vestigios de gloria que sembró nuestro abuelo hace varios años. Todo esto queda expresado a través de un terreno muy, muy grande en donde podremos hacer verdaderas viguerías diseñando nuestra granja ideal.
Diseña, elige y construye
Uno de los aspectos más atractivos de Story of Seasons: Piooners of Olive Town es la libertad creativa. Como viene siendo costumbre, podremos mejorar nuestro hogar, adquirir herramientas más efectivas, etc. a través de nuestros conciudadanos. Por su parte, el farmeo y crafteo —sí, hay— se aleja de esta dinámica para ofrecernos una experiencia más independiente. De esta forma, seremos nosotros mismos quienes exploraremos cavernas en busca de hierro, plata u oro, vaciemos charcos para conseguir arcilla o talemos árboles para adquirir distintos tipos de madera. La variedad de materiales no será excepcionalmente alta, pero sí lo suficientemente constante como para ofrecer un sentido de progresión efectivo.
Lo divertido es que, al igual que pasaba en títulos como Starder Valley, seremos nosotros quienes procesen los recursos primarios. Para ello tendremos que mejorar nuestras habilidades (tala, pesca, cultivo, etc.). Al hacerlo, desbloquearemos nuevas recetas, las cuales habilitarán maquinaria de todo tipo que nos permita —en efecto— procesar materiales. Lo siento sí he sido redundante, pero era necesario para explicar este apartado. Volviendo al tema que nos acontece, no solo podremos construir máquinas, sino que también habrá elementos netamente cosméticos que tengan por objeto personalizar la granja a nuestro gusto.
La cosa es que necesitaremos dinero para acometer algunas de estas reformas, así que tendremos que cultivar. Ya os aviso que no será fácil, pues algunas de las mejoras finales son bastante caras. Siendo sincero, me gusta. Alarga de forma natural y coherente el gameplay. No se siente artificial. Bien, Marvelous, bien. ¿Sabéis que más? Para poder casarnos (sí, hay relaciones amorosas) habrá que ampliar la casa. Además, a más grande sea, ¡más mascotas podemos tener! Os lo adelanto: son monísimas. Salir a pasear con mi perro por el pueblo mientras disfrutaba de los cambios estacionarios ha sido, sin duda, una de mis actividades favoritas.
Es hora de hacer amigos
El sistema de relaciones es un poco lo de siempre. Posiblemente, los primeros farming simulator tomaron por buenas las referencias a The Sims; la cosa no ha cambiado con el tiempo. Siendo breve, tendremos que hablar con nuestros vecinos todos los días para ir mejorando nuestra amistad. Habrá sujetos concretos, de ambos géneros, que pueden interesarse amorosamente por nosotros. Si queremos acelerar las cosas, podemos hacerles regalos, aunque cada uno tiene sus gustos propios. Las conversaciones, como he mencionado con anterioridad, están bastante bien. Sin embargo, el paso de las horas las vuelve algo rutinarias.
Lo que sí podemos destacar muy positivamente es el diseño de estos. Únicos a su manera, responden a diferentes arquetipos sociales. Aparte, algunos están claramente influenciados por culturas muy diferentes. Por ejemplo, Iori y Dotetsu responden a una creativa nipona, mientras que Reina ofrece un diseño urbanita mucho más occidental. Por si fuera poco, las relaciones entre los diversos NPC son bastante diferentes las unas de las otras, aunque el buen rollo impera por doquier. Dejando a un lado posibles incidentes, el pueblo es muy cordial. Es más, trabajan todas a una para convertir su pueblo en un paraíso turístico que agrade a propios y extraños por igual.
Nosotros trabajaremos en favor de dicha idea, ya que el eje principal de la historia es colaborar con el ayuntamiento cediendo materiales y/o productos procesados que mejoren la imagen y las prestaciones de la ciudad. Interesante a su modo, dota de sentido a las misiones secundarias y peticiones ciudadanas. P.D. Si un vecino nos pide algo, lo hará a través del tablón de anuncios y, lejos de buscarle, lo entregaremos en el propio tablón. Asimismo, el mapa nos dirá —siempre— donde está cada personaje.
Diseño, rendimiento y banda sonora
Dejando a un lado que me han encantado las mejoras en las herramientas (son más eficaces y golpean en área), el diseño de Story of Seasons: Piooners of Olive Town es francamente precioso. Marvelous apuesta por un diseño tipo «chibi» con escenarios y personajes en 3D. Preciosista como el solo, prefiere los colores vivos y la escenografía «cuqui». Respetando un poquito más de lo normal la escala de la fisiología humana, encontraremos personajes con ojos bastante grandes y expresiones alegres. Los animales son muy simpáticos y todo a nuestro alrededor respira viva. A grandes rasgos, un farming simulator muy agradable a la vista.
Con respecto al sonido, los personajes tienen voz propia. Por un momento, inclusive, me ilusioné al pensar que podría escuchar sus diálogos. Sin embargo, y por desgracia, se limitan a frases cortas y monosílabos que siempre se repiten. Sea como fuere, es un detalle interesante. También lo es la banda sonora, mayormente alegre. Sin ser nada del otro mundo, acompaña muy bien. Relajada y sencilla, acompaña bien al gameplay. Para terminar, el rendimiento era una de las mayores incógnitas. Durante los primeros días tuve algunos problemas, pero el primer parche los arregló todo.
Los tiempos de carga son bastante cortos. Solo son un poco largos la primera vez (por día) que salimos de casa o visitamos el pueblo. La tasa de frames es estable, aunque en algunos eventos se nota ciertas bajadas. Funciona y se ve igual de bien en modo dock o en modo portátil. Actualización: al alcanzar cierto nivel en nuestra granja, los problemas técnicas se hacen muchísimo más evidentes. Además de pequeños tirones, la tasa de frames se reduce enormemente. Nintendo Switch, una vez vamos más allá de un huertecito al lado de casa, se queda corta. Muy corta. Se puede jugar, pero los tirones se vuelven una pequeña constante cada vez que entramos en una zona con muchas texturas de granja.
Análisis de Story of Seasons: Piooners of Olive Town, conclusiones
Story of Seasons: Piooners of Olive Town es un gran simulador de granja que satisfará las expectativas de novatos y expertos en la material. Entretenido, ofrece lo que promete: un gameplay distendido y relajado que pasa por tareas repetitivas, sí, pero muy satisfactorias. Bien construido en todos sus estamentos, entretiene en todo momento. Divertido, bonito y con un buen rendimiento.Eso sí, la historia es algo floja y el rendimiento acaba siendo un problema. Por lo demás, una buena opción de juego.
Análisis de Story of Seasons: Piooners of Olive Town. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Meridiem Games.
