Análisis de ‘Harvest Moon: Un Mundo Único’

En nuestro análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único os contamos que nos ha parecido el último proyecto de la archiconocida franquicia

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En mi primer esbozo de aqueste nuestro análisis me decanté por explicar el origen de la franquicia Harvest Moon —otrora la indiscutible reina del género farming simulator—. No por nada, su historia es, cuando menos, curiosa. Yasuhiro Wada, el padre de la franquicia, se quedó con los derechos del nombre Harvest Moon al tiempo en que nacía una suerte de saga independiente denominada Story of Seasons. Dejando a un lado las implicaciones de todo esto, supuso el nacimiento de la que, para muchos, sería el máximo contendiente al trono de los simuladores de granja.

Ahora distribuido por Nintendo Europa, Harvest Moon: Un Mundo Único ha supuesto una sorpresa… en más de un sentido. No por nada, emplea una dinámica que ha querido distanciarse, enormemente, de los elementos que hicieron grandes a la saga.

P.D. El juego está totalmente localizado al español.

Harvest Moon: Un Mundo Único

Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único
Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único

Empezamos creando a nuestro avatar de juego. Sin demasiadas opciones, podremos escoger el color del pelo, el color de los ojos y… poco más. Tampoco es algo que nos moleste, todo sea dicho, pues al final no es lo importante. Sea como fuere, despertamos en nuestro hogar. Tras mediar alguna que otra palabra con nuestra madre, salimos al mundo exterior y descubrimos que la sociedad se ha sumido en el negacionismo. Mediando de por medio un científico con la capacidad de crear granjas portátiles que se alimentan de comida, solo existen las patatas.

Por alguna razón, la narrativa justifica que las gentes del mundo asuman que la generación espontánea de las patatas es lo más normal del mundo. Los únicos recuerdos que existen sobre el cultivo yacen en nuestro libro favorito. O lo que es lo mismo, en un relato de fantasía para nuestra madre y el científico. Parecería que la situación aboga por una especie de ambientación postapocalíptica, pero poco después conocemos a toda suerte de personajes que conciben, con total naturalidad, que podemos obtener todo tipo de vegetales a través del cultivo.

En una incoherencia cuasi total, nos encontramos con un escenario sin mucho sentido cuyo único objetivo es justificar que salgamos de aventura. Así pues, lejos de una narrativa sencilla, se complica en exceso hasta engendrar un argumento sin mucho sentido. Si bien es cierto que aprecio la originalidad —es algo totalmente diferente en el género— no termina de funcionar del todo bien. Hay otras maneras de establecer un guion interesante. En cualquier caso, terminaremos conociendo a un hada que nos encomendará la misión de hacer que vuelva la diosa de la cosecha.

Una granja portátil

Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único

Como precepto, el título refleja muy bien el diseño de escenarios: no hay pantallas de carga. Todos y cada uno de los elementos del mapa estar interconectados los unos con los otros. Es, como poco, un elemento distintivo que no debemos pasar por alto, pues permite que la sensación de juego sea más natural, fluida e inmersiva que en otros casos. Aparte, ofrece un gameplay diametralmente opuesto a lo habitual. Lejos de establecernos en un terreno estático en donde creceremos como granjeros, dispondremos de la ya mencionada granja portátil.

Ofreciéndole comida, recargaremos su energía, lo que nos permitirá encapsularla y llevarla a otra parte según nos interese. Para bien, que supone un punto y aparte dentro de los simuladores de granja; enfatiza el sentimiento de aventura por encima de cualquier otra cosa. Exploraremos el mundo, lo cual resulta bastante agradable, pero se carga por completo esa sensación de crecimiento: no podremos diseñar nuestro propio territorio, sino que nos tendremos que adaptar al terreno. Así pues, olvidad esos grandes campos de cultivo completamente pertrechados, una legión de animales de granja —que los hay, y muy bonitos— y todo un imperio. Aquí eso no existe.

¿Cuál es el problema? Que, pese a que el concepto es muy atractivo, resulta cuasi imposible que la aventura y la exploración casen con un género que pretende justo lo opuesto: ofrecerte tranquilidad. En Harvest Moon: Un Mundo Único podremos recolectar materiales con nuestro martillo o nuestra hacha, plantar nuestras semillas, regar nuestros campos de cultivo y/o alimentar y cuidar a nuestros animales. Sí, pero ahí nos quedaremos. El ciclo de día y noche es muy corto, el consumo de energía no está bien regulado y, en líneas generales, no termina de funcionar. Asimismo, y aunque la idea de la granja portátil nos ha llamado la atención, no se adecúa correctamente al gameplay.

Un mundo por explorar

Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único
Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único

Está muy bien pensado el hecho de que, en función de nuestras necesidades, tengamos que adaptar nuestra zona de trabajo. Si queremos centrarnos en, por ejemplo, la pesca, pues lo más adecuado es asentar la granja en un sitio cercano. ¿El problema? Que se pierden los mejores aspectos de cualquier farming simulator: ver los cambios de tu granja, conocer poco a poco a tus vecinos, ver como se desarrolla la historia del pueblo, etc. Aquí te conviertes, por fuerza de ley, en el protagonista único y absoluto. Lo importante no es la granja, sino el mundo que le rodea, lo cual choca diametralmente con lo que cabría esperar de un Harvest Moon.

El problema es que el mundo está vacio casi por completo. Más allá de algún árbol, materiales de recolección, personajes, etc., encontramos un mapa pasillero en donde no hay eventos, criaturas o curiosidades. ¿De qué sirve una exploración sin nada interesante en ese mundo? Lo único que diferencia un lugar de otro es que están en una localización distinta. Se hace pesado y pesado, porque al final todos los elementos son los mismos. No hay nada diferente. La única distinción es que ha cogido el pueblo de toda la vida y los ha separado en un mapa mucho más grande de lo habitual. No funciona.

Así pues, Harvest Moon: Un Mundo Único se define como una experiencia con muchas ideas interesantes que no están bien implementadas. Tampoco podremos comprar semillas, sino que las obtendremos de duendes, ni comprar casi nada. Habrá misiones y algunos utensilios que podamos adquirir por dinero. ¿El problema? Que en algunas de estas necesitaremos de un tipo de vegetal concreto que, a lo mejor, no tenemos. Así pues, tocará ir buscando duendes, duendes y más duendes hasta que uno de ellos te de la semilla que necesitas. En efecto, hablamos de un farming simulator con aleatoriedad en el desarrollo de su trama.

Aspecto visual y rendimiento

Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único

Personalmente, he disfrutado del apartado gráfico de Harvest Moon: Un Mundo Único. Aun teniendo en cuenta que el escenario carece de elementos significativos y que los paseos —por norma general— eran aburridos, no puedo decir lo mismo de su diseño. Con unas texturas decentes, tanto los personajes que aparecen por el mapa como los animales, edificios o cultivos me han parecido bonitos. No puedo esgrimir el argumento de una definición de locos, pero sí el de una configuración agradable con una paleta de colores muy viva en donde el decorado tiene mucho encanto.

Respecto al rendimiento, hemos jugado en Nintendo Switch, donde no nos ha dado ningún problema. También disponible en otras plataformas, es muy probable que sea la consola de la gran N quien mejor setup ofrezca, pues es la que mejor se adapta a las cualidades inherentes del título. A grandes rasgos, es en la pantalla pequeña donde se luce más. Aparte, la portabilidad siempre es un plus.

Conclusiones

Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único
Análisis de Harvest Moon: Un Mundo Único

Es complicado recomendarle a alguien, de forma tácita y directa, Harvest Moon: Un Mundo Único. Tiene su encanto, pero se aleja de los estándares de calidad esperados. Aparte, su premisa es demasiado infusa y no se sustenta por ninguna parte. El gameplay dispone de apartados curiosos y llamativos, aunque no todos funcionan como deberían. Se centra en la aventura y la exploración, lo cual rompe directamente con el diseño de cualquier simulador de granja. Diferente a los demás, me cuesta establecer un juicio de valor objetivo, así que os recomiendo que veáis varios tráileres y videos de juego antes de lanzaros a la aventura. Destaca por su originalidad y por buscar algo diferente.

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