El género de los simuladores de vida y de granja sigue creciendo poco a poco. Ya sea a través de nuevas IP y/o mediante algunas de las franquicias más significativas de la industria, no solo gana nuevos adeptos mes tras mes, sino que además dispone —cada vez— nuevas alternativas. Hoy, en nuestro análisis de Story of Seasons: A Wonderful Life, queremos hablaros de estas primeras. A fin de cuentas, cuando hablamos de SoS hablamos, sin duda, de una de las sagas más prolíficas de la historia.
Creada bajo el seno de antiguos trabajadores de Natsume, los creadores de Harvest Moon, tardó muy poco en mirarle de tú a tú a la que dice ser una de las series de videojuegos más famosas del mundo en este género. Lo curioso es que como fueron sus creadores los que se marcharon, la IP que más cambio fue la de Harvest Moon. Story of Seasons, bajo el renombrado equipo de Marvelous, fue la que tuvo a bien de mantener las premisas principales de la saga.
Es por esto mismo que, curiosamente, podemos decir que el que mejor mantiene la esencia de aquellos originales es Story of Seasons, mientras que Harvest Moon se ha ido alejando de esas singularidades poco a poco hasta crear una nueva identidad. Ambas han crecido de aquella manera, siendo una de las grandes diferencias la perspectiva y la cámara. ¿Queréis saber más? Os lo contamos.
Análisis de Story of Seasons: A Wonderful Life | Regresamos a nuestra granja
El primer punto que debemos tener en cuenta es que, siendo realistas, Story of Seasons: A Wonderful Life no innova demasiado dentro del espectro de los farming simulator. Tampoco es lo que buscamos, todo sea dicho, puesto que ya sabemos perfectamente cuál es su propuesta habitual. Por lo tanto, podemos esperar que mantenga sus mecánicas más habituales. Entre ellas podemos destacar la capacidad para cultivar, cosechar, criar animales, etc. No obstante, lo haremos bajo un marco un tanto más singular de lo habitual.
Acostumbrados a periodos estacionales de un mes compuesto por 30 días (aproximadamente), Story of Seasons: A Wonderful Life rompe con la dinámica con un juego mucho más ágil de lo habitual. Tanto para lo bueno como para lo malo, aquí las estaciones solo duran 10 días, por lo que todo va mucho, mucho más rápido. Siendo sincero, esto me ha provocado sentimientos encontrados. Por un lado, me ha gustado que intenten cambiar algo para sentirse diferente. Es dinámico y directo, pero…
Si os soy sincero, creo que acelerar el paso del tiempo no es un cambio en la dirección correcta. Acostumbrados a gestionarlo todo con plazos algo más amplios, hace que nuestras decisiones se sientan demasiado apresuradas. Tal vez sea porque estoy demasiado acostumbrado a un sistema muy concreto y el cambio me asusta, pero no era lo que esperaba. Todo sea dicho, esto hace que cualquier jugador novicio pueda encontrarle un mayor atractivo.
Tan bonito como siempre
Al dinamizar el paso de las estaciones, omite de la ecuación un problema que suele estar presente en no pocos simuladores de granja: la lentitud. Aquí esto se ha eliminado por completo, puesto que Story of Seasons: A Wonderful Life se siente de todo menos lento. Es por esto mismo que podemos hablar de virtudes y defectos. De hecho, no se puede decir que sea un acierto o un fallo al uso.
Es, sin más, una decisión del equipo creativo que, eso sí, nos permite dictar sentencia muy rápido antes de afrontar su compra. Si nos llama la atención la idea de jugar con estaciones más cortas, A Wonderful Life gana mucha fuerza. Si es justo el caso contrario, pierde gran parte del impacto que puede producir su preciosista apartado gráfico. Y es que, sin duda alguna, este último es uno de los grandes atractivos del juego.
Desde hace tiempo, Story of Seasons ha intentado conquistar el mercado a través de una dirección creativa muy mona en la que el buenísimo y el todo saldrá bien son el santo y seña de la narrativa. O lo que es lo mismo, el mundo es tan idílico como el diseño de sus personajes. Bonito a su manera, con ciertos dejes de la estética anime, Story of Seasons: A Wonderful Life apuesta por un apartado gráfico muy concreto bastante bien construido bajo sus propias premisas.
Algunos cambios interesantes respecto a lo habitual
De hecho, también apuesta por una nueva cámara mucho más cercana que, de buenas a primeras, es bastante confusa y errática. Siendo sinceros, nos costó mucho hacernos a ella hasta el punto de resultar incómoda. Pasó lo mismo con los controles (teclado y ratón). Muy bien pensado, y con una metodología bastante práctica, presenta una serie de opciones a las que cuesta un poco hacerse. Por suerte, una vez hemos conseguido salvar el bache, todo funciona con normalidad y coherencia.
Empieza un poco flojo, pero evoluciona de muy buen grado hasta adaptarse casi por completo a nuestras necesidades. Además, podemos cambiar la cámara a la primera persona, lo cual es toda una sorpresa. Pese a todo, consideramos que esta misma cámara es otro factor que pude dictar sentencia tanto para lo bueno como para lo malo. Si te gustan este tipo de enfoques (podéis verlo en las imágenes), Story of Seasons: A Wonderful Life te encantará. En caso contrario, puedes sentir que no funciona como debería.
Aparte de todo esto, hay otras novedades como el hecho de que habrá distintas parcelas de cultivo, siendo algunas más o menos fértiles según su posición. Del mismo modo, empezaremos teniendo una vaca y un perrete (tendremos que elegir entre dos, y eso nos ha partido el corazón), etc. Esto mismo hace que la curva inicial sea más sencilla, puesto que los recursos iniciales son algo superiores a lo normal.
Análisis de Story of Seasons: A Wonderful Life | Conclusiones
Este conjunto de singularidades hacen que Story of Seasons: A Wonderful Life sepa diferenciarse ligeramente de otros simuladores de granja. Además, su creador de personajes no está nada mal. Aunque consideramos que hay muy pocas opciones, nos permiten diseñar a nuestro personaje de manera muy libre, pudiendo escoger —por ejemplo— nuestro pronombre.
Por lo demás, Story of Seasons: A Wonderful Life es justo lo que esperábamos: un juego sin objetivo final (como viene siendo habitual en el género) en donde podremos desarrollar nuestra propia historia junto con nuestros convecinos. Al tiempo en que encontramos pareja entre los aldeanos —si es lo que queremos, puesto que el pueblo no es demasiado grande y no hay demasiados personajes— tendremos que ir desarrollando nuestra granja mientras repetimos las mismas doctrinas de siempre.
O lo que es lo mismo, adquirir semillas, cultivar, cosechar, vender, volver a cosechar, etc. para ir mejorando nuestra casa, ir adquiriendo nuevos animales para nuestra granja, etc. En general, pues, podemos concluir conque este nuevo juego de la saga SoS no se aleja demasiado de sus preceptos habituales y que, aunque innova en algunos aspectos, mantiene las mismas dinámicas de siempre.
Se nos ha quedado, eso sí, un poco corto de contenido en lo que respecta a vecinos, ciudadanos y mapa. En general, nos ha dado la sensación de que el pueblo no tiene demasiada vida y que, aunque mejora un poco con el paso del tiempo, es inferior al de otras entregas anteriores. Pese a ello, también debemos tener en cuenta que es un remake de un juego anterior y que, como tal, sí que cumple con nota lo que esperábamos de él.
- Entretenido y divertido.
- Apartado gráfico realmente bonito.
- Mantiene la esencia de la saga y responde bien como simulador de granaj.
- Potente como remake.
- El sistema de 10 días no nos convence.
- Puede ser algo repetitivo.
