Análisis ‘God Eater 3’; asesinando dioses al ritmo de Nintendo Switch

Una peculiar mezcla entre action-rpg y hack and slash con toques de aventura y estética anime centrado en la caza y la mejora de equipamiento en un mundo postapocalíptico

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¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! God Eater 3 ha llegado a nuestras consolas portátiles; Nintendo Switch será el nuevo cobijo de los devoradores de dioses. No obstante, no podemos olvidar que su lanzamiento original se produjo a finales de 2018 (Japón) y principios de 2019 (resto del mundo) en PS4. Bandai Namco Entertainment ha decidido ampliar el recorrido de la archiconocida franquicia con la popular consola de Nintendo, y he decir que el resultado final ha sido muy bueno. El título, desarrollado por Marvelous First Studio y distribuido por la propia Bandai, continúa la historia de sus antecesores, mas de tal manera que uno pueda adaptarse al lore del juego sin necesidad de haber catado proyectos anteriores.

A la hora de escribir estas mis presentes líneas tuve que contar, cómo no, con la inestimable ayuda de mis compañeros de redacción y amigos. Ahora bien, ¿por qué? Porque nunca había jugado a God Eater. Por consiguiente, me resultaba complicado no solo esclarecer la diferencia de rendimiento entre PlayStation 4 y Nintendo Switch, sino de comprender cuales eran las novedades que incluían el más reciente de la saga. Por ende, antes de nada, me disculparé de forma anticipada por si me dejo algo en el tintero. Dicho esto, ¿qué podemos esperar de God Eater 3?

Devorar dioses nunca fue tan divertido

Análisis God Eater 3
Análisis God Eater 3

Nada más comenzar, una cinemática —muy similar en construcción a un opening de anime— nos presentará un mundo derruido y una sociedad inexistente. El planeta ha sido consumido por el caos, y nosotros no somos más que esclavos de un mundo postapocalíptico repleto de monstruos y muerte. Tras elegir el género de nuestro avatar (hombre o mujer) y personalizar su apariencia física, God Eater 3 comienza. Los primeros pasos son sencillos y lineales, lo cual es perfecto para introducirse en su universo de manera sutil y eficiente.

Pronto descubriremos que somos prisioneros en una extraña ciudad y que nuestro deber es cumplir las ordenes de nuestros superiores. Tras superar lo que parece ser una prueba de capacitación, se nos entrega una especie de arma y nos disponemos a enfrentarnos al mismísimo infierno. Nos convertiremos, entonces, en GEA, la última esperanza de la humanidad; seremos los cínicos capaces de enfrentarnos a los Aragami, una monstruosa amenaza para la vida humana.

Inicia, así, una secuencia de misiones a modo de tutorial muy instructivo, aunque algo tosco. Por suerte, la jugabilidad acompaña en todo momento: la ejecución de los distintos comandos, así como nuestras interacciones con el mundo, gozan de gran estabilidad y fluidez. El juego detalla sin miramientos aquellas sus  virtudes: agilidad, acción trepidante y personalización. No obstante, esos primeros pasos se complican muy pronto, por lo que la curva de aprendizaje, que no de dificultad, es algo aparatosa.

Adaptive God Eaters 

Antes de continuar, profundizaré un poco más en tres términos. El primero de ellos es God Eater, o lo que es lo mismo, devoradores de dioses. Los GE son humanos a los que se les introduce ADN de los monstruos. En caso de sobrevivir, adquieren sorprendentes capacidades y pueden usar armas especiales contra los Aragami. A su vez, los GEA son una nueva versión de los God Eater. Por otro lado, los Aragami son, en resumidas cuentas, los monstruos que amenazan al planeta tierra. Lo consumen todo a su paso, literalmente.  Dicho esto, sigamos.

Action-rpg con tintes de hack and slash

Análisis God Eater 3
Análisis God Eater 3

Si bien es cierto que han sido muchos los que han comparado God Eater con títulos tales como Monster Hunter o el muy reciente Dauntles, las comparaciones son injustas. God Eater se merece, por derecho propio, ser valorado en su concepto individual. La mecánica es similar, pues deberemos cazar diversas criaturas para ir mejorando nuestro armamento. Sin embargo, lore, contexto y jugabilidad distan mucho del resto. La convivencia entre God Eater y el resto de juegos es perfectamente viable, o al menos en su caso, pues se diferencia lo suficiente los demás para gozar de personalidad y cualidades propias. Es diferente.

Respecto a su evolución, basando mi opinión en gameplays, opiniones de amigos y demás, esta es escueta. Los cambios respecto al último God Eater son mínimos, o al menos así lo he creído. Como es lógico, el plantel de enemigos es más amplío sin llegar a perder la esencia. Al tiempo, se recurre a cameos de forma muy frecuente. Inclusive, he sido capaz de reconocer a muchos de ellos tras visionar el anime de la franquicia. Volviendo al tema, no solo han ampliado el catálogo de Aragami, sino el de armas, técnicas y habilidades. El título se hace fuerte al potenciar sus mayores virtudes, pero peca de precavido y no se atreve a experimentar demasiado.

Siendo esta mi primera experiencia, he de decir que he disfrutado enormemente no solo de su guion y su diseño, sino de su locuaz jugabilidad. La propuesta es clara: Marvelous quería un juego de acción con toques de rol y destellos de hack and slash, y lo han conseguido. Como principal pega, se requieren de no pocas horas de juego para exprimir su máximo potencial; la nota positiva la pone su duración y rejugabilidad.

En otro orden de cosas, el estudio no se ha olvidado de los novicios. Para alegría de muchos, el juego pone a nuestra disposición dentro de nuestras terminales de juego una serie de textos y documentos con los que podremos ampliar no solo nuestro conocimiento, sino dotar de mayor profundidad a su ya intenso trasfondo argumental. En efecto, no hace falta haber jugado a los God Eater anteriores para disfrutar de esta tercera entrega.

Repetición como forma de vida

Análisis God Eater 3
Análisis God Eater 3

Hay juegos reiterativos, y los hay quienes se construyen en base al ensayo y error, es decir, a la repetición. God Eater se desarrolla dentro de una especie de centro de mando. Allí lo haremos todo, desde cambiar de equipo hasta seleccionar nuestra próxima aventura. No habrá mucha más, pues God Eater 3 se centra en una serie de misiones a veces demasiado cortas. Es difícil sentir verdadera tensión o miedo cuando nuestro mayor castigo será perder 10 o 15 minutos de juego al ser derrotados. Al tiempo, y aunque la gama de armas (siete cuerpo a cuerpo, cuatro a distancia y tres escudos) no es pequeña, termina sabiendo a poco debido a la duración de las propias misiones. Lo mismo sucede con los monstruos.

En ese mismo sentido, los encargos ofrecerán tres variantes: individual, cooperativo local y multijugador online. En mi caso, he tirado más del offline, pues tiendo a preferir seguir la historia principal, mas el cooperativo es bastante eficiente. Con todo, a veces hay que esperar demasiado para lo que duran las misiones. A eso hay que sumar que no se puede interactuar casi con el escenario, lo cual resulta extraño teniendo en cuenta la tendencia del mercado actual. No por ello God Eater es aburrido. Ni mucho menos. La experiencia de juego es excelente. Tiene sus fallos, cómo no, pero hace muchas cosas bien.

A su favor, no tenemos tiempo para aburrirnos. Los tiempos de carga son reducidos por lo que, aunque tengamos que navegar en el menú de selección y cambiar de armas cada cierto tiempo, el bombardeo de actividades es constante. No hay pausa, ni con las cinemáticas. Ciertos usuarios son contrarios a los vídeos muy largos, pero yo los disfruto. No eran nada del otro mundo en cuanto a duración o calidad, pero casaban muy bien el argumento y contextualizaban a la perfección la historia. Como nota negativa, la cámara. No es mala, pero hay ciertos momentos en los que es algo ineficiente. Sobre todo contra los monstruos de mayor envergadura.

Rendimiento y estética

Aludir al acabado gráfico de God Eater 3 resulta imprescindible a la hora de analizar sus particularidades. No por nada, el estudio opta por ese tan famoso «estilo anime» más propio de títulos orientados al público nipón más que al mercado occidental. Nintendo Switch, en ese sentido, responde muy bien, pues ofrece un acabado más que notable, aunque inferior al de PS4 o PC. No obstante, no termina de despuntar; se encuentra caballo entre la generación presente la anterior. En contraparte, el diseño de los Aragami y personajes es cuasi sobresaliente. Al menos a nivel gráfico. En lo que se refiere a personalidad los hay mejores, los hay peores y los hay muy malos, aunque también los hay muy buenos. En ese sentido, de todo un poco.

Si debo ser sincero, no me gusta el fanservice, pero… ¿God Eater 3 usa el fanservice? A veces es difícil discernir si es una decisión de diseño en base a la personalidad del personaje o sí, simplemente, se quiere destacar el atractivo físico del mismo por encima del resto de sus cualidades. He aquí una duda que no me deja descansar por las noches, pues no sabría que deciros… Tendréis que juzgarlo a cuenta propia.

En lo que se refiere a rendimiento, la consola de la gran N no se resiente en ningún momento. El estudio ha sabido transportar la aventura de PS4 a la consola portátil de manera muy eficiente. Aunque la tasa de frames por segundo no sea superior a 30, su ejecución es muy fluida, lo cual es muy importante siendo un juego de acción con toques de hack and slash. Si vuestro miedo era que el juego tuviese parones, no se ejecutase bien o consumiese demasiados recursos, podéis estar tranquilos. God Eater 3 es un buen port.

Conclusiones

Análisis God Eater 3
Análisis God Eater 3

Sin medias tintas: God Eater 3 es un buen juego. No hay mejor forma de concluir un análisis que con una opinión concreta, y esa es la mía. He disfrutado de la experiencia y no tengo duda alguna de que volveré a recorrer sus páramos cuando tenga tiempo libre. Aun con sus errores, el resultado final es netamente positivo. Cumple a nivel de jugabilidad, guion y diseño, por lo qué decir lo contrario sería una mentira. No sé bien cómo, pero han hecho una secuela apta para aquellos que no hayan jugado a los anteriores, lo cual es muy loable.

Como principal virtud, su duración y su dinámica de juego: ágil, veloz y trepidante. Como nota negativa, puede resultar tedioso si prefieres ir al grano y obviar las horas de farmeo. La cámara tiene sus errores, y el guion a veces tiene bajones muy notables, pero el resultado final es más que adecuado. A nivel de rendimiento y de gráficos es notablemente inferior a las versiones de PS4 y PC, por lo que si buscas potencia no es tu mejor opción. Con todo, cumple con las expectativas.

Análisis God Eater 3: clave de juego cedida por Bandai Namco Entertainment España.

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