Cuando la difunta Square —hoy conocida como Square Enix tras su fusión con el estudio Enix— lanzó al mercado Final Fantasy la franquicia era poco más que una idea. Eran otros tiempos, pero la idea era la misma: conquistar al público con experiencias singulares que nos transportasen a mundos de magia y fantasía. La cosa no les fue del todo mal, ya que al año siguiente saldría al mercado Final Fantasy II. Poco después, a principios de los noventa, el estudio nos sorprendió con una tercera entrega: Final Fantasy III.
Era el origen de una nueva franquicia. Una que, a día de hoy, vive una segunda edad de oro gracias a lanzamientos como Final Fantasy VII Remake o el gran estado de Final Fantasy XIV. Sorprendía, pues, que Square Enix no quisiera rescatar del destierro a las primeras obras que dieron nombre al fenómeno. Si bien es cierto que pudimos disfrutar de ellas en PC, Game Boy Advance y otras tantas plataformas, fueron poco más que ports sin mayor aliciente y con algún que otro problema de por medio. Por eso mismo fuimos muchos los que, entusiasmados, celebramos el anuncio de Final Fantasy Pixel Remaster durante el pasado E3 de 2021.
Es más, supuso una decisión bastante lógica si tenemos en cuenta la polémica que generó su lanzamiento en PC. Hubo quienes, analizando el pasado, decían que los diseños de personaje, los enemigos, etc. se veían peor que en los originales. Hoy he venido —precisamente— a hablaros de eso. Más concretamente, de los tres primeros videojuegos que incluirá la colección. Por su parte, las otras tres entregas (Final Fantasy IV, Final Fantasy V y Final Fantasy VI) llegarán un poquito más adelante. Ahora, sin más dilación, comienzo: ¿qué me ha parecido Final Fantasy Pixel Remaster?
Final Fantasy Pixel Remaster I, II y III
Lejos de lo que cabría esperar, Final Fantasy Pixel Remaster no es una actualización de los clásicos con nuevo contenido, sino una versión muy purista de los juegos originales. Así pues, nos encontramos ante una experiencia de carácter retro que tiene por objetivo restaurar el pasado a golpe de nostalgia. Traza, en el proceso, algún que otro pequeño ajuste gráfico en el apartado audiovisual, siendo la banda sonora quien más agradece esta actualización. Aparte, hay pequeños ajustes que buscan solventar errores y bugs del pasado, cosa que se agradece. Igualmente, es un tipo de mejora que damos por sentado, pues de otra forma hablaríamos de una mala adaptación; respetar el pasado no significa no realizar ningún cambio. Menos aún cuando se habla de fallos de programación.
Por suerte, no tengo que detenerme en este apartado, ya que Square Enix ha cumplido con lo esperado. Sabiendo esto, ¿qué podemos esperar de los tres juegos? Asumiré que muchos de vosotros no conocéis de qué va la cosa, así que os haré un pequeño resumen. Da igual a que entrega me refiera, pues en las tres sucede lo mismo: un grupo de aventureros son elegidos por el destino para enfrentar a un mal superior que amenaza el mundo de una forma u otra. Salvando las distancias, la dinámica y la narrativa de las tres es muy similar. No esperéis, pues, una historia repleta de grandes diálogos, giros de guion y eventos sorprendentes.
La ejecución es sorprendentemente plana, mas es algo que resulta muy lógico si tenemos en cuenta las condiciones del medio por aquel entonces. Siendo parco en palabras, el primer juego ha sido el que peor ha envejecido; el conjunto de bits se siente obsoleto y no responde a las cualidades de la era actual. Una vez más, sin embargo, es algo lógico. No se trata de un error ni de un diseño mal planteado, sino de una característica de la época. Si tenemos eso en cuenta, Final Fantasy Pixel Remaster es lo que esperábamos. Es decir, un viaje de fantasía por los años ochenta y noventa.
Cuando la magia no era cosa de PM
Una de mis mayores sorpresas, a ese respecto, ha sido que Square Enix ha recuperado la magia por usos. Acostumbrados al clásico sistema de MP, no pude sino más que ladear la cabeza a un lado mientras ponía cara de estúpido. Para mi desgracia, no tuve la suerte de jugar a los originales, así que no entendía el cambio. Tras investigar un poco descubrí que, en efecto, los títulos de los años ochenta eran así. ¿Qué significa esto? Que es la versión más fiel posible respecto a la producción de aquellos años. De esta forma, en lugar de una barra que mida nuestra resistencia mágica, cada hechizo tendrá un número limitado de usos que recuperaremos al descansar en una posada.
Parece una tontería, pero este cambio hace que el juego sea netamente más complicado; es mucho más fácil gestionar recursos con una barra general que podemos recuperar usando éteres que tener que ir y descansar cuando gastamos demasiados hechizos antes de ir a por un jefe final. En ese sentido, los tres juegos tienen una virtud que, al mismo tiempo, es un defecto: nos tocará grindear y farmear en más de una ocasión para poder enfrentarnos al muro-desafío de turno. Aun con ello, son tres títulos más bien cortitos que no dan para mucho más. Repito, una vez más, que no se trata de un error, sino de una resolución lógica teniendo en cuando su fecha de lanzamiento.
Final Fantasy Pixel Remaster es una oportunidad de mirar hacia atrás y saber a qué jugaban nuestros progenitores. Eso sí, tras compararlo con diversos documentos, he podido comprobar que sí hay más de una diferencia. Además de la evidente mejora a nivel sonoro —de verdad, no os hacéis una idea del salto de calidad que protagoniza la OST— también hay un cambio muy sentido en el diseño gráfico. Más concretamente, en la paleta de colores. La profundidad del color y los tonos empleados ofrecen un mejor contraste entre personajes y escenarios; el resultado es un apartado visual mucho más bonito, pero que no pierde el encanto de los 16bits.
Un viaje al pasado con pequeñas mejoras en el gameplay, la banda sonora y el apartado gráfico
Entre algunos de los cambios que más me han gustado, por otra parte, está la cruceta de movimientos. Por lo que he podido saber —es algo muy habitual en los juegos clásicos— antes solo podíamos ir en cuatro direcciones. Pues bien, el remaster nos da la opción de ejecutar desplazamientos diagonales. Además, en las ciudades podemos ir corriendo si presionamos un botón y disponemos de un minimapa que nos ayuda a explorarlas. Son añadidos muy discretos que podrían pasar por originales que mejoran notablemente la experiencia. Sobre la fuente de texto, he leído numerosas quejas. No obstante, si os soy sincero, eso dejo de molestarme a los quince minutos. Es verdad que al principio se siente extraño, pero no tardas mucho en acostumbrarte.
Centrándonos, ahora sí, en los tres juegos como tal, la progresión es innegable. El primer Final Fantasy es, con diferencia, el peor de todos. Se nota que es un juego muy anticuado a nivel mecánico. Asentó las bases con pericia, pero estaba muy falto de experiencia. Disfrutable como experiencia nostálgica, se queda muy por detrás del segundo, quien comienza a aportar mejoras significativas al argumento con personajes con nombre propio y eventos con mayor relevancia en el guion. El tercero es, sin duda, mi favorito (de los tres) pues incluye el afamado sistema de trabajos que tanto ha dado que hablar en la franquicia. Como viene siendo habitual, la experiencia es un grado y, en este caso, lo notamos mucho.
Conclusiones
Final Fantasy Pixel Remaster —y sus tres primeras entregas— es una muy buena forma de introducirse al maravilloso mundo de los 16bits. Recupera, por completo, la esencia de los clásicos con una experiencia liviana y sencilla. Respeta las características de los tres primeros juegos de la franquicia sin dejarse llevar por las exigencias de la actualidad. Es decir, que se olvida de los PM y usa su verdadero sistema para no olvidarnos de dónde venimos. Es bonito revisitar su universo, pero no debemos olvidar una cosa: son muy antiguos.
Eso sí, el precio me parece un poco excesivo si tenemos en cuenta todo lo dicho anteriormente. No han envejecido del todo bien… sobre todo el primero. No esperéis una colección que se adapta al 2021; sois vosotros quienes tenéis que adaptaros. Ahora bien, si buscáis nostalgia, es perfecto para vosotros. Sabiendo todo esto, ¿lo recomendaría? Pues la verdad es que sí, pero a aquellas personas que busquen eso: un viaje al pasado con pequeñas mejoras en lo jugable, la banda sonora y el diseño gráfico; los nostálgicos estarán de enhorabuena.
Análisis de Final Fantasy Pixel Remaster. Clave de juego para PC cedida por Koch Media.