¿Quién me habría dicho a mí, cuando era un crío, que podría jugar a los Hot Wheels en una PlayStation 5? Es más, estoy seguro de que muchos de vosotros os levantasteis de la silla, entre emocionados y sorprendidos, cuando se anunció su lanzamiento. No es para menos, la verdad, pues los también creadores de MotoGP 21 o Ride 4, entre otros, se lo tenían bien callado. Así pues, nuestro asombro fue mayúsculo, mas no por ello debemos dejarnos llevar por la nostalgia.
Porque esa es otra. La nostalgia ha jugado un papel fundamental en este nuestro análisis de Hoot Wheels Unleashed. Durante muchos años, fuimos muchos los que nos sumergimos en los trepidantes loopings de aquel peculiar juguete que, aún a día de hoy, sigue sacando nuevos productos. Ahora bien ¿qué podemos esperar del videojuego? Pues una experiencia tipo arcade de carreras protagonizada por algunos de los automóviles más locos y disparatados de la historia. Disponible desde el pasado 30 de septiembre, se ha lanzado en casi todas las plataformas.
Así pues, Hoot Wheels Unleashed está para PlayStation 4 y PlayStation 5, Microsoft Windows, Nintendo Switch y Xbox Box One y Series X|S. Dicho esto, no sin destacar que ha sido traducido completamente al español tiene modo campaña y opciones multijugador, empezamos.
P.D. Está completamente en español y ha sido desarrollado por el estudio Milestone.
Análisis de Hot Wheels Unleashed
Hoot Wheels Unleashed es un título relativamente sencillo que nos permite disfrutar de un modo de carreras arcade protagonizadas por coches de juguete, desde el Triceratruck hasta el Bone Shaker pasando por el COPO Camaroo el Bump Around. O lo que es lo mismo, un camión con cabeza de dinosaurio, un coche con parachoques con forma de calavera, un deportivo de toda la vida o un vehículo rodeado de módulos de aire de seguridad.
Como carta de presentación está bastante bien, ya que nos muestra —de forma muy clara y expositiva— que clase de videojuego es. Hot Wheels Unleashed no miente; es muy transparente en lo que a estilo se refiere. Ahora bien ¿es un proyecto que merezca la pena? A grandes rasgos, sí. Divertido como él solo, tiene ese puntito de nostalgia que tanto nos gusta, pero también es atractivo para jugadores que nunca hayan conocido la franquicia de juguetes.
Hablaríamos, por tanto, de una propuesta interesante y bastante diferente dentro de un género que, desde hace años, ha apostado por dos grandes vertientes: el hiperrealismo y los arcade. Si bien es cierto que hay otros desafíos bien distintos, son los dos más frecuentes. Hoot Wheels pertenece a los segundos, pero le da una vuelta de tuerca a la situación gracias a que sus coches son juguetes.
Una de loopins y carriles de aceleración
Esto nos permite disfrutar de un diseño muy desenfadado repleto de loopins, carriles de aceleración, arañas que ponen trampas sobre el circuito, turbos que nos permiten alcanzar grandes velocidades, etc. Así pues, la jugabilidad es su principal —y único— aliciente. Con un sistema de conducción bien establecido y unas mecánicas relativamente precisas, Hoot Wheels Unleashed es un buen juego de carreras. Siendo sincero, me ha gustado. La pregunta es ¿por qué? En primer lugar, porque conducir no es complicado y la curva de dificultad está bien implementada.
Salvando el salto que existe entre el modo fácil y la dificultad media —es demasiado grande— el resto de niveles si están bien hechos. De la misma forma, es bastante sencillo acostumbrarse a sus controles, aunque no tanto dominarlos. Entiéndase, pues, que un jugador casual podrá disfrutar de la experiencia un hardcor player tendrá un buen material para desarrollar sus habilidades. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo qué es: un título con una proyección sencilla y unos límites bastante cercados.
No es un Forza Horizon, un F1, un Bournout o un Gran Turismo; no le pidáis peras al olmo. Es un Hoot Wheels. Es decir, una obra que pretende recrear un juego de nuestra infancia. El nivel máximo de esfuerzo —para dominarlo— nunca será equivalente al de una gran franquicia, pues ese no es su objetivo. Los vehículos son diferentes los unos de los otros, mas no le podemos exigir que esta sea tan dispar como cuando trazamos distancias entre un Lamborghini Diablo y un Seat Panda.
Conducción (no) moderada con coches de juguete
Dispondremos, eso sí, de una buena gama de pistas y escenarios bastante bien construidos y con sus diversas artimañas. Gráficamente es un juego bastante resultón que sabe donde está su sitio. El rendimiento es bueno y la banda sonora tiene buenos momentos. Destacan, sobre todo, los loopins, los turbos y las secciones de aceleración, ya que en esos momentos el sonido cambiará para adaptarse a la situación. Un detalle muy bueno, la verdad.
Sobre los turbos y los vehículos, tendremos cuatro parámetros: velocidad, potencia de frenado, aceleración y manejo. Cada uno determina las cualidades del vehículo, aunque podremos mejorarlas a través de una serie de ruecas que obtendremos jugando. Los coches, por su parte, que compran con monedas. El turbo, por su parte, se divide en dos tipos: barra de carga y módulos. El primero es una barra que iremos rellenando de forma pasiva y/o al derrapar, una mecánica imprescindible para tener buenos resultados.
Los módulos se rellenan de la misma forma, pero son más cerrados. La barra podremos usarlo cuando queramos siempre y cuando tengamos energía, pero los módulos solo se podrán activar cuando estén completos. Son, para que os hagáis una idea, como células de energía que nos dan un impulso concreto y temporal cuando lo rellenamos al máximo.
Un par de errores
Aun con todo lo bueno que ofrece, hay un par de aspectos que no me han convencido de todos. En primer lugar, el modo campaña. Más concretamente, el selector de dificultades. Si completas un escenario —al menos yo no lo he visto— no hay ningún indicador que marque la dificultad con la que lo hemos superado. Habría estado bien incluir algo del estilo para medir nuestro rendimiento de forma más eficiente y facilitar los cambios. El otro es una suerte de error. Cuando te sales de pista, puedes volver mediante un botón de reaparición. Sin embargo, me ha sucedido algo varias veces cuando me he salido de pista, pero he vuelto rápido. ¿El qué? Que el mensaje de reaparición se quedó colgado en pantalla aunque ya iba bien.
Modos de Hoot Wheels Unleashed
– Campaña: uno de los modos más interesantes. Bastante cargado de contenido, nos narra una historia muy, muy sencilla en la que una serie de pilotos malvados impiden a los corredores circular con libertad. En un total de 5 carreras contra jefes, 32 contrarrelojes y 52 carreras rápidas, exploraremos un montón de pistas diferentes. Los duelos contra jefes, todo sea dicho, son carreras normales, pero con un vehículo rival con habilidades especiales. En una de ellas, por ejemplo, el piloto que hace las veces de final boss invoca fantasmas que nos molestarán mientras conducimos.
– Multijugador: carreras contra jugadores de todo el mundo. Requiere de PlayStation Plus. La versión competitiva del juego. Sin grandes alardes, funciona bastante bien. Entretenido y necesario; un imprescindible en cualquier arcade de carreras. Cumple con lo esperado.
– Modos rápidos: carreras individuales e independientes sin ninguna conexión entre ellas. Pasatiempo interesante si hemos terminado el modo campaña. Un buen complemento, aunque no destaca. Se divide en carrera rápida, contrarreloj y pantalla divida (multijugador local).
– Track builder: uno de los modos que más me han gustado. Es un constructor de pistas bastante completo en el que podremos diseñar nuestros propios circuitos. Podemos jugarlos cuando queramos. Bastante divertido, aunque me ha faltado una opción que nos permita jugar a las pistas creadas por la comunidad.
– Editor: para modificar nuestros coches. No tiene mucho más. Un buen aliciente, pero nada del otro mundo. Es un tipo de contenido que nunca sobra. Se agradece el esfuerzo. Sumar nunca es malo.
– Sótano, colección, tienda y complementos: el primero es una habitación que podremos personalizar con los objetos, pinturas, etc. que consigamos jugando. En colección podremos ver todos nuestros coches y en la tienda podremos adquirir carros nuevos (la mayoría se pueden desbloquear jugando, aunque hay unos pocos de pago). A través de complementos podemos ir a la Store y desbloquear contenido adicional de pago.
Conclusiones
Siendo prolijos, es un buen arcade que sabe dónde están sus puntos fuertes y dónde no debe meterse. El diseño de niveles es acertado, la conducción funciona bien y las mecánicas están bien construidas. Es sencillo, aunque disfruta de cierta complejidad y no se esfuerza demasiado por ofrecer una experiencia más rompedora. El diseño de niveles, el rendimiento y la banda sonora funcionan bien. Hay varias opciones de juego y el modo campaña es interesante. El multijugador no está mal y tiene una variante para darle caña en local. En resumidas cuentas, un buen juego para quienes busquen un arcade de carreras con el que echar el rato sin comerse mucho la cabeza.
Análisis Hoot Wheels Unleashed. Clave de juego para PS5 cedida por Koch Media.