Dragon Ball Super #1
Detalles sobre la edición
La editorial Planeta Cómic nos presenta una de sus grandes licencias actuales: Dragon Ball Super, manga secuela del mítico Dragon Ball. Esta obra, con historia de Akira Toriyama y dibujo de Toyotarō, cuenta con dos versiones por parte de Planeta: la serie roja y la serie «blanca». En esta reseña, se analizará la segunda y, en concreto, el primer volumen recopilatorio. Se trata de un tomo de 192 páginas de encuadernación rústica con páginas en blanco y negro a un precio de 7,95€. Además, como apunte, la primera edición de este primer tomo incluye dos postales exclusivas. Os las mostramos junto al tomo en la siguiente imagen:
Sinopsis
Han pasado varios meses desde la formidable batalla entre Goku y Bū… El mundo ha recuperado la paz, pero ¡una nueva amenaza se cierne ahora sobre él! ¿Esta vez, el enemigo llega desde el «sexto universo»?!¡Empieza una nueva obra de Dragon Ball que, bajo las directrices originales de Akira Toriyama, retoma el hilo de la historia original!
Valoración personal
La franquicia Dragon Ball es, sin duda, una de las más queridas y conocidas del universo manganime. Después de un manga y un anime muy exitosos, Dragon Ball y Akira Toriyama se ganaron una fama desmedida por todo el mundo. Y a este éxito, cómo no, se le sumó una secuela directa de la historia: Dragon Ball Super. En junio de 2015 comenzó la publicación de esta adaptación manga, con historia del propio Toriyama y dibujo de su sucesor artístico: Toyotarō. En las siguientes líneas analizaremos esta edición española de mano de Planeta Cómic desde diferentes perspectivas como la historia, los personajes o el dibujo. Sin más dilación, os dejamos con el análisis.
Historia
Dragon Ball Super continúa la historia justo donde acaba el manga; es decir, comienza tras la derrota del monstruo Bū en la Tierra. A diferencia de su versión animada, el manga es mucho —pero mucho— más rápido en lo que a desarrollo de eventos se refiere. Lo que, grosso modo, tarda casi 30 episodios en el anime, aquí apenas tarda unas decenas de páginas. A modo de curiosidad, por cierto, cabe destacar que el anime no se basa en la adaptación manga.
Este primer tomo engloba, de forma resumida, la historia de La batalla de los dioses —con algunos cambios—; y, además, omite casi por completo el argumento de La resurrección de F. No obstante, este dato, al menos para quien escribe estas líneas, supone un punto muy positivo y, a la vez, negativo. Por un lado, resulta más ligero que se omita la repetición de dos arcos ya presentes en la serie de televisión y en dos películas respectivamente; sin embargo, por otro, esta rapidez provoca una ligera sensación de «vacío» —al menos en lo que al comienzo del manga se refiere—.
Por suerte, esta impresión desaparece cuando nos adentramos en el Torneo contra el Universo 6. Este arco sí se desarrolla de forma más adecuada, donde vemos más desarrollo de personajes y la aparición de nuevos que enriquecen el universo de la franquicia. Al ser de relativa corta duración, el tomo termina apenas comienza, pero deja una sensación de querer ver más. Lamentablemente, aún quedan meses hasta el próximo segundo tomo —aun así se puede seguir la historia leyendo la serie roja—.
Estilo de dibujo
Sin lugar a dudas, una de las grandes bazas del manga Dragon Ball era su increíble dibujo. El reto de Toyotarō era, por tanto, titánico: debía emular a uno de los grandes mangakas del shōnen en una continuación de una obra muy querida. El resultado, por suerte, es más que satisfactorio. Si bien es cierto que no tiene en algunos aspectos la maestría de Toriyama, el trabajo de Toyotarō es admirable. Consigue, en primer lugar, que olvides que no es un dibujo de Toriyama, lo cual es muy positivo. Por otro lado, los movimientos de las batallas o la representación de los personajes, por poner algunos ejemplos, son muy acertados y dotan a la obra de un aire fresco y diferente.
Quizás, muchos vean en este cambio algo negativo, aunque está claro que es muy subjetivo. Sin embargo, hay que destacar que el propio Akira Toriyama —lo cuenta al final de este primer tomo en una entrevista— se siente muy satisfecho del trabajo artístico de Toyotarō; y si el propio creador lo está, los fans, como mínimo, deberían tenerlo en cuenta. Dicho lo cual, hay que decir que la ausencia artística de Toriyama no se echa tan en falta gracias al entusiasmo y el respeto que Toyotarō demuestra por el legado de Dragon Ball.
Personajes
La plantilla de personajes de la franquicia es, ciertamente, casi innumerable. No obstante, al menos en este primer tomo, el protagonismo reside casi exclusivamente en Goku y Vegeta. Al tratar la historia de una forma más directa, los secundarios quedan, por desgracia, difuminados. Eso sí, contamos con la aparición de nuevos personajes —Beerus, Whis— y la intervención de antiguos —Bulma— que componen una mezcla entre nostalgia e ilusión futura de lo más agradable.
En líneas generales, el tratamiento de los personajes es decente. No existe una excesiva caricaturización de estos ni en el plano gráfico ni el plano narrativo. Los personajes viven momentos intensos y cómicos de forma casi espontánea y sin forzar excesivamente la máquina. Además, este primer tomo nos introduce a los guerreros del universo 6, un grupo de lo más variopinto que dará de qué hablar en futuros tomos de la serie.
Traducción y edición
Es necesario aclarar que la traducción —profesión muy invisible, aunque cada día menos— corre a cargo de Marc Bernabé. Se trata de uno de los grandes traductores de manga y anime en España. Su presencia en cualquier obra siempre es signo de calidad y en este caso no podía ser menos. Marc Bernabé consigue un acabado bastante depurado a pesar de que se enfrentaba a un gran reto. Dragon Ball Super presenta algunos tecnicismos como ataques o transformaciones que no son precisamente fáciles de traducir. Como curiosidad, y a título personal, pude preguntarle sobre algunas cuestiones que me planteé sobre la traducción y él, sin reparo, me las contestó todas —y estando de vacaciones, por cierto—. Así que desde este pequeño espacio, ¡le agradecemos su respuesta y, además, su dedicación al mundo del manga!
Finalmente, la edición, de Planeta Cómic, es, como siempre, buena. Se trata de un tomo bastante minimalista, sin excesivas florituras —la cubierta trasera es prácticamente blanca— y sin páginas a color. Sin embargo, el acabado final es más que aceptable; en contenido, además de la historia en sí, encontramos una entrevista al final entre Akira Toriyama y Toyotarō bastante interesante. Por último, la impresión, a pesar de algún moiré suelto, es buena.
En conclusión…
El primer tomo de Dragon Ball Super supone una versión un tanto apresurada de la historia, con mezclas de toques cómicos y dramáticos coherentes y bien usados y un buen estilo de dibujo que tiene papeletas de hacer frente, en un futuro, al estilo de Akira Toriyama. Si eres fan de universo Dragon Ball, es una cita obligada. Si no, también es una buena forma de adentrarse en el mundo de los saiyanos, las bolas de dragón y los dioses de la destrucción. Un servidor, al menos, está deseando que llegue el segundo. Desgraciadamente, Planeta no traerá el siguiente volumen recopilatorio hasta dentro de muchos meses.
- Lo mejor: el dibujo de Toyotarō.
- Lo peor: el ritmo frenético de la historia.