Si bien es cierto que sigue siendo una de las lecturas más singulares del mercado manga en terreno sentai, lo cierto es que este último tomo ha sido raro de más. No obstante, esta sensación que tengo —en parte— se debe a los tiempos de publicación. Así es. Hace tiempo que no escribo una reseña como la de este Ranger Reject n.º 12 debido a que el volumen anterior tiene unos cuantos meses. ¿Y por qué esto ha jugado en su contra con el arco actual? Pues porque es algo más complejo y denso de lo normal.
En estos momentos, la obra de Negi Haruba se encuentra en un momento algo complicado a nivel argumental. Actualmente, tanto los Keeper como el Soldado D, algunos antiguos líderes de los invasores y los sectarios que han buscado el regreso de estos últimos están inmersos en una batalla campal con muchos frentes abiertos. Al mismo tiempo, se están desvelando muchos aspectos bastante importantes respeto al origen de las armas divinas y los poderes especiales de los Keeper.
O lo que es lo mismo, estamos ante uno de los mejores momentos del manga. Sin embargo, ha pasado tanto tiempo desde el tomo anterior (el #11 se lanzó en junio) que… Me ha costado conectar con él una vez más. Es por esto mismo que os daré un consejo antes de seguir con esta review: releeros los dos volúmenes n.º 9 y n.º 10 antes de poneros con el n.º 11. Lo entenderéis todo mucho mejor y conectaréis bastante mejor con la trama. Así pues, no podemos decir que haya graves errores narrativos. Simple y llanamente, la espera ha sido un poco más larga de la cuenta en este caso en concreto.
Reseña de Ranger Reject n.º 12 | Portada, sinopsis y edición
Yakushi, el líder de la Asociación Protectora de los Alienígenas, se ha transformado en el superinvasor Death Messiah, poniendo en un aprieto a los Dragon Keepers con su poder abrumador. Y D, por su lado, ¿logrará escapar del mundo de ensueño de Sazan y llegar hasta el falso superinvasor en el que se ha convertido Yakushi?
Colección | Ranger Reject vol. 12 de 16 (serie abierta) |
Autoría | Negi Haruba |
Género | Shōnen, acción, sentai |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18,2 cm con 192 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Victor Gomà (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 03/10/2024 |
Reseñas | Reseña de volúmenes anteriores |
Dicho esto, y antes de continuar, me gustaría destacar una vez más la labor de Distrito Manga para con esta y el resto de sus licencias. En líneas generales, podemos decir que la editorial está realizando un gran trabajo en casi todas las áreas. Así pues, este nuevo tomo es otro ejemplo de cómo publicar un producto que cumpla con todos nuestros estándares, desde la traducción hasta la maquetación, pasando por la propia impresión. Tras su lectura no he detectado errores.
Una guerra abierta, caos y respuestas
Volviendo al manga como tal, creo que la mejor palabra para describir lo que está ocurriendo es caos. De hecho, hasta la sinopsis del presente tomo lo dice: «La batalla a tres bandas se ha vuelto aún más caótica». Y es que la aparición del invasor ¿definitivo? ha provocado que todo acabe patas arriba. La Asociación Protectora de los Alienígenas ha logrado su objetivo final y Daeath Messiah está preparado para rehacer el mundo a su gusto.
Por supuesto, los Dragon Keeper, ya sea por su propio ideal de justicia o por egoísmo, no pueden permitirlo, pero no es tan sencillo como luchar contra él. Las criaturas creadas por la Asociación siguen creando el caos al tiempo en que personajes como Sazan mantienen prisioneros a un montón de personas dentro de su mundo de ensueño. El Soldado D es uno de ellos, quien lucha con todas sus fuerzas para sobrevivir a su ataque, volver al «mundo real» y seguir con sus objetivos.
Y es que ahora tiene más claro que nunca que no es un héroe ni un siervo. Su misión pasa por reafirmar su existencia, siendo él mismo quien desate el caos, aunque para ello tenga que ir contra todo aquello en lo que creía cuando era un soldado más dentro de un ejército repleto de soldados sin libre albedrío. Las cosas, pues, se han complicado más que nunca, y es por esto que cuesta un poco seguir lo que está ocurriendo.
Detrás del caos, un mundo con mucho sentido
Lo bueno es que si eres capaz de conectar ideas y tomarte las cosas con calma, lo cierto es que todo está bastante bien construido. Dentro de ese caos nos encontramos con un mundo bastante bien construido en donde todo está muy bien pensado. El trasfondo tiene sentido y la historia general no es un compendio de ideas que aparecen sin más. Tal vez me equivoque y sea todo improvisado, pero tengo la sensación de que Negi Haruba lo tiene todo muy bien pensado y montado.
Cuando empiezas a conectar sucesos y eventos, entiendes bastante bien las motivaciones de ciertos personajes cuya forma de proceder no tenía mucho sentido de buenas a primeras. Ahora, poniéndolo todo en perspectiva, tiene bastante lógica que determinados personajes tuviesen ciertos objetivos. No quiero desvelar cuáles para evitar caer en la breva del spoiler, pero quiero resaltar el hecho de que la construcción general del mundo de Ranger Reject y sus integrantes tiene ahora más sentido.
Por supuesto, no podemos olvidar que es un manga de fantasía y ciencia ficción, por lo que ciertas explicaciones escapan de la lógica humana. Eso no le resta valor al resultado, y es que en estos momentos podemos hablar de un sentai que sabe ser interesante y sorprender a sus lectores sin tener que encajar guionazos sin sentido o derrapar en exceso para sacarnos una mueca de sorpresa. El manga sigue siendo bastante bueno, y leído del tirón lo cierto es que gana, porque se entiende todo mejor.
- Un sentai muy rompedor que sorprende por su premisa.
- Gran dibujo, buena narrativa y ritmo más que adecuado.
- Interesante y divertido. Con buena edición.
- Los personajes no dejan de evolucionar y los dilemas morales son cada vez más potentes.
- Te deja con ganas de más. Es inesperado.
- Hay segmentos que sí son algo confusos en los que no te enteras bien de qué está pasando de buenas a primeras.