Reseña manga: La librera calavera Honda-san n.º 3

¿Sabéis que es mejor que ir a una librería? Ir a una librería en donde trabaja una mangaka con ¿cabeza de calavera? Bueno, da igual. ¡Os traemos nuestra reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3!

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Honda-san ha vuelto, pero no en forma de chapa, sino de tercer volumen. En efecto, he regresado con mi (me encanta darme coba a mí mismo) esperadísima reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3. O lo que es lo mismo, el tercer número de una de las licencias más singulares —que no es poco— de F de Fandogamia, la editorial más loca del mercado. Y como me gusta hablar de mi mismo, también os quiero recordar que podéis leer mi reseña del primer tomo aquí, o la del segundo aquí.

Dicho esto, pues toca volver a la realidad y hablaros de lo que de verdad os interesa: el manga. Recapitulando, repetimos formato con un manga de 18×13 cm. con 168 páginas en blanco y negro con portada rústica y sobrecubierta. Nuevamente, con una edición brillante tras de sí, la gran F mantiene el precio a 8 €. Y poquito más. Buena traducción, buena maquetación y buena traducción. En resumidas cuentas, un buen manga.

Sinopsis

Honda, basándose en sus experiencias reales, cuenta a través de su cadavérico alter ego cómo fue trabajar en una librería especializada en cómics. Atender clientes peculiares, la colocación de los títulos, el trato con las editoriales… ¡aderazado de humor y compañeros de trabajo tan excéntricos como los clientes! Una forma perfecta para conocer, desde el contexto japonés, por qué se agotan los libros y a veces tardan tanto en reimprimirse, cómo funciona la distribución de un manga  o por qué es tan difícil organizar las estanterías de la librería y que mantengan un aspecto ordenado… (casi siempre por culpa de las editoriales).

Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3

Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3
Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3

El tercer número de La librera calavera Honda-san mantiene la esencia de los 2 primeros volúmenes, pero enardece el crecimiento personal de su autora. Por desgracia, también nos acerca a su final, pues el manga original apenas cuenta con cuatro entregas. De hecho, sabiendo esto podemos decir que, al final, el manga se construye como una suerte de ensayo de comedia y slice of life más bien cortito. Sea como fuere, su premisa sigue siendo ingeniosa a la par que entretenida gracias a su desenfadado estilo de su narrativa y su dibujo.

Honda, mangaka que se reinterpreta a sí misma a través de una personificación que mezcla la singularidad de lo esperpéntico con la simpleza del humor, desgarra la realidad con un relato muy acertado y humilde. Y es que Honda-san es uno de esos libretos que, sin quererlo, dejan huella. Una escueta. Ligera. Sencilla. Una de esas que perduran solo unos minutos en tu memoria y te hacen sonreír entretanto. No deja su impronta a largo plazo ni trasgrede las normas del género o la demografía. No innova en exceso ni deconstruye la realidad del manga, aunque aporta suficientes detalles como para dejarnos un buen sabor de boca.

Cuando lo esperpéntico se vuelve normalidad

Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3

Al final, el manga logra cumplir con su cometido: entretener a sus lectores. Y es gracias a esto que La librera calavera Honda-san sigue siendo una historia atractiva. Por construcción, nos permite disfrutar de una lectura nimia y superflua a la par que divertida. Con sus pros y sus contras, se distancia de aquellas series que se enquistan en la retina de los lectores y grana a fuego su presencia a cambio de divertir sin grandes alardes. Sus pretensiones son pequeñitas. Sabe a quién se dirige y quiénes se divertirán con ella. No se preocupa de contentar a las masas, sino de ofrecer su propia historia. Con sus más y sus menos. Por eso nos gusta. Porque, aun con todo, tiene personalidad propia y no se deja influir.

De hecho, durante este tercer tomo, la autora transgrede ciertas líneas y se atreve a hablar de temas, tal vez, más conflictivos. No mucho, pero nos ofrece un esbozo sobre los salarios de los libreros —sin concretar la remuneración concreta—, las dificultades del día a día o las circunstancias de los establecimientos. De una guisa u otra, explica y explora la realidad de los bibliotecarios japoneses. Y es por eso mismo que podemos hablar de un relato de realidad. Porque no inventa ni sugestiona, simplemente cuenta. Con ciertas limitaciones, Honda ahonda (¡toma cacofonía!) en la vida diaria del pueblo nipón y de las dificultades que puede afrontar una persona más bien retraída.

Conclusiones: un manga en clave de humor distendido y entretenido

Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3
Reseña de La librera calavera Honda-san n.º 3

Siempre, recuerdo, con un punto de vista muy desenfadado. No podéis esperar grandes reflexiones ni introspecciones fuera del otro mundo. No es su objetivo ni su cometido. Por eso concluiré de forma simple y sencilla: La librera calavera Honda-san es una historia que cualquier tipo de lector podría llegar a disfrutar gracias a su estilo. No será un best seller ni una obra que altere el paradigma de la industria, pero nunca sobrará en una buena estantería. Ya sea tumbados en el sofá, esperando el metro o arropados bajo el abrazo de una manta de franela y un chocolate caliente, Honda nos regala un manga repleto de sonrisas y tonterías.

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