
SEKAI Editorial, una de las empresas del sector manga más joven, ha empezado con mucha fuerza. No contenta con licenciar grandes obras manga tales como Give me regards to Black Jack, se lanzó al mundo de las novelas ligeras con Las alas de Remia y la todavía por estrenar Me enamoré de la villana. Y sigue y suma. Tiempo atrás anunció otra licencia, El más débil de las ocho grandes tribus. Hoy quiero hablaros de ella.
Sinopsis
«El único que puede decidir si lograré ganar o no… ¡Soy yo!»
Yuri es un joven aventurero que llega a la Ciudad de los Duelos, un lugar donde las distintas tribus disfrutan luchando entre sí bajo el principio de «quien gana, tiene razón».
Gracias a las enseñanzas de su maestro, Yuri consigue derrotar a un duelista de alto rango en su primer día, aunque… ¡Eso no cambia el hecho de que su tribu sea considerada como la más d&eeacute;bil de todas! Pero, incluso siendo consciente de esto, Yuri no se detendrá en su afán por convertirse en el más fuerte. Con la ayuda de sus amigas Athina, una chica bestia, y Fram, una chica espíritu, se convertirá en un duelista único.
¡Descubre una fantasía llena de batallas donde la tribu más débil eclipsará y superará a las más fuertes!
Reseña de El más débil de las ocho grandes tribus

Hachidai Shuzoku no Saijaku Kettōsha es una light novel escrita por Fujiki Washiro e ilustrada por Kodama Yū. Descrita como una historia de acción y fantasía, es una novela relativamente joven con apenas 2 volúmenes publicados. Con una popularidad moderada, se construye como una apuesta relativamente arriesgada por parte de la editorial hispana, que ha decidido darle la oportunidad a autores no tan conocidos en la península. Es algo que, de antemano, agradecemos, ya que de otra forma nos perderíamos —seguro— lanzamientos muy interesantes.
Sabiendo esto, podemos (ahora sí) hablar de la edición. Recuerda, por tamaño, a un manga cualquiera, pero no debemos dejarnos engañar ni por su portada ni por el arquetipo de su diseño. Es, con todas las de la ley, una novela ligera. Una muy económica, por cierto, porque tiene un PVP de apenas 12 euros. Resulta, cuando menos, curioso, pues en España estamos muy acostumbrados a que la literatura nipona roce y/o supere los 20 euros de media. Es una novedad —ya lo hizo con Remia— bastante agradable.
Partiendo de esta premisa, podemos estimar que la relación calidad-precio del producto en referencia al material de impresión, la maquetación, la corrección ortotipográfica o la traducción, por ejemplo, es de notable. Aparte, la edición de SEKAI incluye un póster A3, una postal y un marcapáginas. Siendo parco en palabras, se lo han currado. Mucho. Es algo que tenemos que reconocerles. Ahora bien ¿cómo es la novela ligera en sí?
Ocho razas y una ciudad para darse de palos

El más débil de las ocho grandes tribus nos presenta una ciudad en la que habitan ocho razas diferentes y en la que casi todos sus habitantes se desviven por los duelos, una serie de batallas —con toda una construcción legal a sus espaldas— orquestadas por y para la diversión de sus participantes. Encajaría muy bien dentro de la demografía shōnen, aunque ya sabéis que no soy muy partidario de este tipo de categorizaciones. Igualmente, sé que entenderéis a qué me refiero. Volviendo al tema que nos acontece. Babel, la también denominada Ciudad de los Duelos, es una utopía para los guerreros de todo el mundo.
Allí cualquier tipo de disputa se resuelve con un duelo. Sea cual sea la disputa, quien venza tiene la razón, aunque no se tergiversa el significado de las batallas —al menos de momento— con argumentos netamente perniciosos. No veréis, por ejemplo, a nadie obligando a venderle sus propiedades (o algo peor) a través de un combate. Es, en cierto modo, una herramienta que sirve para mediar en conflictos sociales relativamente normales sin traspasar, en ningún momento, ninguna línea moral demasiado evidente.
Habrá fantasía por doquier, así que ya os podréis imaginar más o menos como funciona cada raza. Habrá elfos, humanos-bestia, espíritus, etc. En total hay ocho. Nueve si contamos a los mestizos, que son considerados —mayormente— humanos. Sea como fuere, tenemos tres claros protagonistas: Yuri, miembro de la tribu más débil, Athenea, una mujer-bestia, y Fram, una chica espíritu. Ellas son guerreras experimentadas, mientras que él es un novato de 14 años que acaba de llegar a la ciudad.
Una narrativa directa, aunque no muy compleja

Pero… ¿Y el argumento qué tal? A grandes rasgos, El más débil de las ocho grandes tribus es una historia entretenida con virtudes y defectos por igual. Nos quedamos, en el buen sentido, con la construcción de su universo. Si bien es cierto que rescata las razas más tópicas de la fantasía, el autor es capaz de darle una vuelta de hoja a su concepto a través de una serie de habilidades raciales innatas bastante originales. De la misma forma, el personaje principal presenta una serie de cualidades impropias para un protagonista de una serie de esta forma.
Y diréis… ¿Cuáles son? Para mal, Yuri es el típico héroe japonés que responde a todo con felicidad y alegría. Su propio autor lo define como un «shota», cosa que me parece algo escalofriante. Puede resultar poco creíble en varios puntos de la historia, pues demuestra un fanatismo por las peleas demasiado exagerado. Es, a grandes rasgos, muy simple. Por otra parte, también es capaz de sorprendernos con una crueldad muy inesperada y con un autodesprecio por su integridad física bastante gore. Para que os hagáis una idea, le vamos a ver utilizando un hueso que sobresale de una extremidad como arma en momentos de apuro. Por ejemplo.
Esto podría sorprenderos, pero es que El más débil de las ocho grandes tribus aprovecha una idea bastante interesante para dejarse llevar: cuando los duelistas pelean se sumergen en una suerte de plano alternativo. Al regresar, no tienen ninguna herida y, a lo mucho, sufrirán un dolor terrible si mueren durante el combate. Es gracias a esto que el autor se deja llevar por su lado más perverso y nos regala secuencias muy, muy descriptivas. La sangre abunda y ya os digo que los duelos no son ninguna tontería.
Combates por doquier

Vamos, que vamos a tener combates bastante bestias en donde la integridad física no sea más que un problema pasajero hasta que alguien sea derrotado. Veremos, pues, que los personajes están muy familiarizados con el asesinato, restándole importancia al hecho de acabar con la vida del enemigo en un duelo. No tiene consecuencias, así que se frivoliza su concepto de forma muy atractiva, pero también algo escalofriante. Es curioso. Lo que no me ha convencido tanto es la personalidad de Athenea y Fram. Bueno, más bien un aspecto en concreto.
Sin acercarse en ningún momento al romanticismo —aunque tiene pinta de que esto cambiará con el tiempo, espero equivocarme— ambas chicas se convierten en grandes amigas del protagonista en apenas un par de días. Athenea, por ejemplo, termina denominándose su hermana mayor cuando apenas se conocen. Ambas, en cualquier caso, invierten muchísimo tiempo y esfuerzo en ayudarle, haciendo poco creíbles sus primeras interacciones. Va demasiado rápido y, aunque entendemos que las novelas ligeras buscan ir al grano, en este caso ha ido demasiado lejos.
Eso es lo que no nos ha gustado de su construcción, aunque tienen otros aspectos más llamativos. Entiéndase, pues, su pericia en combate, aunque esta queda en segundo plano a raíz del protagonismo cuasi total de Yuri. Hay otros personajes interesantes, como Elías, el hermano de Athenea, pero de eso no quiero hablaros, pues os destrozaría el primer volumen. Lo que sí puedo contaros es que hay personajes con un buen trasfondo y una construcción psicológica relativamente compleja. Tiene aspectos que nos hacen pensar que tiene potencial.
Un estilo literario simple, pero efectivo

Dicho esto, podemos hablar de la prosa. Al igual que sucede con la mayoría de lights novel, El más débil de las ocho grandes tribus no es un libro esencialmente profundo. Su narrativa, muy directa, se caracteriza por la simpleza, aunque no en el mal sentido. Entiéndase, pues, que el estilo es sencillo. Simple. No busca grandes figuras retóricas ni oraciones hermosamente construidas. Al contrario. Emplea un estilo sobrio y conciso con no otro objetivo más que el de contar una historia.
Esto no significa que el aspecto literario del texto sea malo. Simple y llanamente no es Collins, Sapkowski o Sanderson. Es, en cualquier caso, es un habitual dentro del constructo «novela ligera», así que podríamos destacarlo como una virtud o, en su defecto, una característica inherente a este tipo de novelas. Sobre su artista, Kodama, tiene un estilo bastante tópico dentro del arquetipo de las lights novel y el manga, pero es bueno. Las ilustraciones son muy limpias, el trazo es pulcro y, en líneas generales, el acabado es de calidad. Su pincelada es buena y, aunque no utiliza el ecchi en ningún momento, tiene trazas que nos recuerdan al mismo.
Reseña de El más débil de las ocho grandes tribus, conclusiones

En líneas generales, El más débil de las ocho grandes tribus es una novela ligera muy shōnen que se aprovecha de las virtudes de la fantasía para presentar una historia de combates bastante sangrientos sin perder la «alegría» y la bondad del héroe de turno. Cruel por momentos, se recrea en los detalles de las batallas, pero se pierde en algunas facetas que lo acercan a algunos gags más bien propios de la comedia romántica de situación. La prisa es buena. Simple y efectiva, y el arte es de calidad.
Los diálogos a veces son un poco planos y la construcción de ciertos personajes femeninos deja que desear en algunos aspectos, aunque tiene potencial para construirse como una buena novela ligera si pule algunos detalles y construye mejor ciertas situaciones. Por suerte, no ha abusado en ningún momento de ninguna subtrama romántica que destroce su propio concepto, sino que limita las interacciones de los personajes a una bonita amistad sin segundas intenciones.
Por el momento, me he quedado con ganas de saber más, así que me gustaría seguir leyendo más en su segundo volumen. Esa es, seguramente, la mejor conclusión que puedo ofreceros.