
Cuando, meses atrás, se desveló que el manga Fruits Basket contaría con una nueva adaptación animada, muchos fans no pudimos reprimir nuestra alegría. La legendaria obra de Natsuki Takaya ya contó con un anime en 2001, sí, pero este dejó la historia a medias. Por otro lado, era lógico, ya que su emisión tuvo lugar cuando el manga seguía publicándose. Por el contrario, este nuevo anime, que cuenta con la participación activa de la creadora del manga, cubrirá la historia completa. Es por esto que, incluso meses antes de su estreno, el proyecto se ganó su hueco en el corazón de muchos amantes del anime y el manga. Finalmente, la temporada de primavera fue la elegida y, casi sin dudarlo, la elegimos entre los estrenos más esperados. No obstante, ¿es esta nueva Fruits Basket una adaptación a la altura? Vamos a descubrirlo en estas primeras impresiones.
Primeras impresiones de Fruits Basket
Antes de comenzar hay que decir que estas líneas se escriben después de haber visto los cuatro primeros episodios. Desde su estreno, reconozco haber tenido unas ansias voraces de comentar mis impresiones, mas sentí que debía esperar. En primer lugar, porque con uno o dos episodios hay menos material que analizar y porque, en realidad, la perspectiva que otorga el tiempo y la reflexión consiguen que un texto madure y ofrezca contenido que valga la pena. Esto, sin embargo, no quiere decir que mis líneas lo sean; ni siquiera estoy convencido de que sepa escribir lo que un proyecto como este merece. Eso sí, ganas e ilusión no me faltan, al igual que a Tōru.
Ternura agridulce
El primer bloque que me gustaría tratar en este breve y humilde análisis es el desarrollo de la historia —junto con los personajes—. Creo que uno de los aciertos de Fruits Basket es que sabe equilibrar perfectamente tonos y motivos dispares sin resultar forzado; combinar momentos alegres y divertidos con escenas más introspectivas e incluso deprimentes. El equipo detrás de la producción ha sabido, de momento, sacar partido al material entre manos. El arranque y presentación de personajes ha estado lleno de claroscuros: Yuki, Shigure, Kyō… Incluso en el caso de Tōru, esa ingenua y pusilánime protagonista. Y es que detrás de esa inocencia y esa jovialidad que respira la historia y gran parte del elenco, existe también un lado más oscuro. Así, la contraposición otorga capas de humanidad y profundidad que, por desgracia, no suelen ser comunes en los shōjos.
Personajes llenos de carisma
De buenas a primeras, podría parecer que Fruits Basket es otro de los tantos dramas que hay en el universo animado japonés. De hecho, su premisa es bastante disparatada y podría dar pie a confusión. Tras la muerte de su madre, una joven decide irse a vivir sola a una tienda campaña hasta que un día se topa con la casa Sōma, donde conoce a una extraña familia que oculta un secreto… ¡Sus familiares representan los animales del zodiaco chino y pueden transformarse! Menuda locura, ¿verdad?
Este punto de partida, pese a todo, nos introduce en una historia aparentemente divertida y sencilla, pero llena de matices y subtramas potentes. Mas la historia no contaría con el calado que, en efecto, tiene de no ser por sus personajes. Estos —con un rediseño realizado por la autora del manga original— guían la historia por momentos del todo variopintos: escenas cómicas, románticas, dramáticas o nostálgicas, entre otras. Y es que, de primeras, se podría caer en el error de catalogar a la escritura de los personajes como simple, al igual que comentaba con la historia; Tōru la protagonista tonta, Yuki el interés romántico lleno de misterio, Shigure el alivio cómico… Pero nada más lejos de la realidad.
Esta disonancia entre los personajes, además de ofrecer un reparto más diverso, sirve para conocer detalles sobre los mismos. Qué piensan, cuáles son sus miedos o qué esperan en el futuro son algunas de las cuestiones que, poco a poco, se nos van planteando. Lejos del dramatismo barato y el romance más gratuito, esta nueva adaptación de Fruits Basket pretende hacer justicia a su obra madre y, de momento, parece que lo está consiguiendo.
Animación adecuada, no exenta de fallos
En el caso de la animación, el uso del color, los diseños… Reconozco con total sinceridad que me encuentro en un debate interno. Por un lado, me parece muy acertado el cambio estético con respecto al anime de 2001 y con respecto al manga. Le da un aire más «personal» y fresco al mismo tiempo que respeta el estilo original —no en balde es la propio Natsuki Takaya la responsable—. Asimismo, el uso del color y los fondos me parece maravilloso; creo que encaja perfectamente con el contexto y que dota a la serie de una personalidad característica.
Ahora bien, en lo que la animación de los personajes se refiere, mi conclusión es que es un poco difusa. En estos primeros episodios episodios podemos encontrar escenas realizadas con especial mimo, y otras un tanto más simples. No hay que olvidar que se trata de una serie de emisión semanal; como todo producto audiovisual, tiene sus limitaciones —ya sea de tiempo, dinero o cualquier otra cuestión—. TMS Entertainment es un estudio de largo recorrido y responsable de éxitos como ReLIFE o D.Gray-man. En Fruits Basket cumple, unas veces de forma notable y otras quizás no tanto. En lo personal, soy optimista, y pienso que el estudio podrá manejar los grandes momentos que están por llegar en esta primera temporada.
Sonido
No quisiera terminar estas impresiones sin mencionar el apartado sonoro de Fruits Basket. En mi opinión se trata de una de las mayores bazas de esta nueva adaptación. Los efectos de sonido crean una atmósfera más que adecuada que ayudan al espectador a sumergirse en ese fantástico universo. No obstante, las cotas de excelencia llegan con la delicada y angelical banda sonora.
Banda sonora
No resulta ninguna sorpresa, ya que la composición de la misma recayó en Masaru Yokoyama. Aunque puede que su nombre no sea lo suficientemente conocido, es el responsable de la música en Your Lie in April o Kuzu no Honkai, que cuentan con un apartado musical excelente. El caso de Fruits Basket no es, por suerte, una excepción. La música quizás no es tan protagonista como cabría esperar, pero funciona de maravilla como soporte emocional y dramático. En concreto, me parece acertadísimo su tema principal: elegante, sereno, melancólico… Os dejo con una versión al piano de la misma para podáis escucharla y comprobar si estáis o no de acuerdo conmigo:
También sería injusto no mencionar ni su opening ni su ending. Aunque las comparaciones son odiosas, el tema de apertura del anime antiguo contaba con una melodía muy personal y que no sabía si conseguirían emular en esta nueva versión. Para mi sorpresa, el opening —bajo el título Again— transmite ternura, aunque sí suena un poco más «estándar» que su antecesora. En cuanto al ending creo que encaja también a la perfección y, además, nos muestra imágenes bellísimas protagonizadas por los personajes que están por llegar.
Reparto de voces
Muy brevemente me gustaría comentar el reparto con el que esta nueva adaptación ha contado. La mangaka pidió que para el proyecto se contase con un equipo y voces ajenas a la anterior adaptación. Y así ha sido. ¿Y cómo es el cambio? Pues, bajo mi humilde opinión, muy buena. La voz de Tōru es, sin duda alguna, perfecta, al igual que la de Kyō. Mi única excepción fue Yuki, cuya voz «masculina» me chocó, pero a la que supe acostumbrarme en seguida.
En conclusión…
Fruits Basket era una de las grandes apuestas del año, y viendo los primeros pasos de la serie queda claro que, efectivamente, su potencial está siendo explotado. Es una serie con grandes personajes, con una historia sencilla, pero potente y que además viene acompañado de una animación decente y un apartado sonoro muy notable. En lo personal estoy deseando que la serie avance y nos regale momentos inolvidables, al igual que en el manga homónimo de Natsuki Takaya.