
Cinco años después de que Journey to the Savage Planet nos llevara a un rincón del cosmos lleno de humor y exploración, Revenge of the Savage Planet aterriza con la misión de superar a su predecesor, y hoy os queremos hablar de él en nuestro análisis.
Desarrollado por Raccoon Logic, un estudio que renació tras el colapso de Typhoon Studios y el efímero Stadia, este título expande la fórmula original con nuevos planetas, mecánicas pulidas y una herramienta estelar: la manguera.
Tras explorar sus mundos, reírme con su sátira y experimentar con una extraña pistola de baba multiusos, puedo decir que Revenge of the Savage Planet ofrece una aventura divertida y carismática, aunque no exenta de fallos.
Análisis de Revenge of the Savage Planet
El juego te pone en la piel de un ex empleado de Alta Interglobal, una megacorporación que te despide sin miramientos y te abandona en el espacio con equipo de saldo. La premisa, como en el original, es una afilada sátira contra el capitalismo, con anuncios corporativos que interrumpen tu aventura para venderte «motivación empresarial» o recordarte lo prescindible que eres.
El humor, que evoca el cinismo de Portal con un toque más desenfadado, es un pilar del juego. Los diálogos, con un doblaje en inglés sólido y subtítulos en español bien adaptados, logran arrancar sonrisas, especialmente en los momentos más absurdos, como cuando un mensaje te anima a «trabajar más por menos».
Sin embargo, algunos chistes se apoyan demasiado en el humor escatológico, lo que puede no resonar con todos los jugadores, aunque en general mantiene un tono fresco y ligero. El cambio de perspectiva a tercera persona marca una evolución significativa respecto a Journey.
Ver a tu personaje, personalizable con trajes que incluyen guiños a juegos como Dave the Diver, añade un encanto visual reminiscente de clásicos como Ratchet & Clank. Este enfoque no solo hace que las plataformas sean más intuitivas, sino que realza la inmersión en los cuatro planetas, cada uno con biomas distintivos: desde junglas de colores vibrantes hasta cuevas con estética de arcade retro.
Un plataformas con toques de metroidvaniay mucho humor

El diseño metroidvania, con áreas que se desbloquean al adquirir nuevas habilidades, fomenta la exploración, y los secretos —mejoras, coleccionables— premian la curiosidad. Sin embargo, la ausencia de un mapa claro o un sistema de viaje rápido puede hacer que navegar los planetas más grandes sea frustrante, especialmente cuando te pierdes en una maraña de caminos.
Donde Revenge of the Savage Planet realmente destaca es en sus mecánicas. Destaca especialmente la manguera, una pistola de baba versátil que podremos usar todo tipo de situaciones. Esta herramienta, que combina funciones de combate, puzles y exploración, es un ejemplo brillante de diseño creativo.
En combate, puedes disparar baba inflamable para incinerar enemigos, convirtiendo a las criaturas alienígenas en un espectáculo pirotécnico. O usar baba pegajosa para ralentizarlos, dándote ventaja en enfrentamientos caóticos. Para puzles, la manguera permite crear plataformas adhesivas que te ayudan a alcanzar salientes elevados o cubrir interruptores para activar mecanismos.

En exploración, su modo eléctrico activa paneles ocultos, desbloqueando puertas a áreas secretas llenas de recursos. Incluso puedes usar una variante de la manguera para capturar criaturas, llevándolas a tu base para experimentos que, aunque narrativamente absurdos, desbloquean mejoras.
La manguera es un deleite tanto por su funcionalidad como por su presentación: los sonidos y las animaciones exageradas de cada disparo le dan un aire cartoon que encaja perfectamente con el tono del juego.
Revenge of the Savage Planet apuesta por los gadtets
El jetpack, el gancho y las granadas explosivas, heredados del original, están mejor integrados, permitiendo combos fluidos entre combate y plataformas. El cooperativo, disponible en pantalla dividida y online con crossplay, es otro punto fuerte. Jugar con un amigo amplifica la diversión, ya sea coordinando un puzle o riendo cuando una granada mal lanzada manda a ambos al vacío.

Sin embargo, el progreso no se comparte para el jugador invitado en el modo pantalla dividida, un inconveniente que el primer juego ya tenía y que aquí persiste. Aparte, el combate, aunque entretenido gracias a la manguera, carece de profundidad, con enemigos que no exigen mucha estrategia más allá de disparar y esquivar.
Los puzles, aunque variados al principio, tienden a repetirse en las horas finales, lo que puede romper el ritmo. Además, algunos planetas se sienten más inspirados que otros, con áreas que parecen relleno en lugar de retos bien pensados.
Comparado con Journey, este título pule muchas aristas: la tercera persona, la manguera y el cooperativo son mejoras claras. No obstante, no logra la consistencia de los grandes del género por sus limitaciones en combate y diseño de niveles.
Conclusiones

Mi experiencia con Revenge of the Savage Planet ha sido, en esencia, positiva. El gameplay me gustó. El humor, aunque no siempre universal, me sacó sonrisas constantes, y el cooperativo con un amigo fue de lo mejor, con risas que aún resuenan.
Pero también hubo instantes de frustración, como perderme en un planeta sin rumbo o sentir que un puzle era más de lo mismo. Es un juego que brilla por su creatividad y carisma, pero que podría haber pulido más sus asperezas.
En un panorama donde muchos juegos buscan ser épicos, Revenge apuesta por la diversión sin pretensiones, y en eso, cumple con creces. La manguera, con su versatilidad y encanto, es un recordatorio de lo que hace especial a este título: su capacidad para sorprender y divertir.
Si buscas una aventura ligera, ideal para compartir con amigos y disfrutar de un humor mordaz, este planeta salvaje merece una visita. Solo no esperes una obra maestra; espera un buen rato, y lo tendrás.


- La pistola de baba brilla en combate, puzles y exploración con baba inflamable, pegajosa y eléctrica.
- El humor. Los anuncios corporativos y diálogos mordaces arrancan risas con su crítica al capitalismo.
- Jugar en pantalla dividida u online es caótico y adictivo.
- La exploración es entretenida. Es un juego que genera curiosidad.
- Sus colores vivos y animaciones cartoon dan personalidad a cada criatura y bioma.

- Los enfrentamientos carecen de profundidad y se vuelven repetitivos.
- Algunas mecánicas de resolución se reciclan demasiado.
- La falta de un mapa claro frustra en planetas grandes.