
Análisis de Black Clover episodio 75: Fierce Battle
¡Hola, muy buenas amantes del anime y el manga! Hoy comenzamos una nueva serie de análisis tras el lanzamiento de episodio 75 de Black Clover. El episodio, emitido en Crunchyroll el martes 19 de marzo a las 11:25, nos introduce aún más en el torneo que decidirá la elección de los llamados Caballeros Reales. Tras la victoria del equipo de Asta, Mimosa y el autoproclamado Xerx Lugner, llega el turno de Magna. El usuario de fuego, junto a Kirsch Vermillion y Sol Malon se dispone a pasar de ronda.
Kirsch Vermillion, hermoso, repulsivo y repugnante
Posiblemente, las tres palabras más repetidas a lo largo de todo el episodio: hermoso, repulsivo y repugnante con sus respectivas variantes. La introducción de Kirsch, hermano de Mimosa, tiene un claro objetivo: que el público vea en él a un personaje a odiar. Aunque bien es cierto que se logra con facilidad, se siente que tal acción es forzada. Nos encontramos ante un personaje narcisista y tremendamente ególatra con un tono de voz molesto e irrisorio. Por si fuera poco, trata con desdén a lo que no considera hermoso; Asta, especialmente, parece ser objeto de su desagrado. Por otro lado, su actuación en batalla remarca el segundo objetivo del episodio: odiar a Kirsch, pero reconocer su valía.
Sinceramente, creo que, pese a que se consigue, la ejecución es torpe y obsoleta. Se siente como un objeto con una personalidad exacerbada y exagerada más que de un secundario que viene a aportar cosas. Por consiguiente, ya tenemos un primer «antagonista» para la saga al que, más tarde, se unirá el hermano de Finral. Por otro lado, Xerx parece esconder algo. De hecho, el propio ending nos permite intuir que el trampero esconde mucho más que maldad bajo esa máscara. Sus acciones, aunque aparentemente crueles, son un tanto contradictorias. En lo personal —mas no puedo afirmarlo, pues no he tenido el placer de leer el manga todavía— creo que estamos ante un más que posible futuro aliado.
Final y Mimosa, los grandes beneficiados
El episodio es de tránsito, pero está bien construido. Cumple bien con su función y nos permite empatizar un poquito más con algunos personajes no tan presentes en acciones anteriores. Por poner un ejemplo, Mimosa está logrando un poco más de ese protagonismo que requieren no pocos personajes. Otro de los grandes beneficiados, en ese sentido, es Finral. El usuario de magia espacial, además de enfatizar la rivalidad que tiene con su hermano, adopta un cambio no solo de estilo, sino que ha evolucionado mentalmente. Ahora, más decidido, se muestra con una construcción más sólida e interesante. Estamos pudiendo descubrir algo más de ella, y eso siempre se agradece en series con elencos tan grandes.
Se recupera el ritmo rápido
Si algo caracteriza a Black Clover es la imprimación de un ritmo rápido. De hecho, a veces todo se siente demasiado acelerado; los combates en la saga del bosque de las brujas, por poner un ejemplo, es clara muestra de ello. No obstante, en este capítulo 75 creo que la acción secuencial ha sido buena. Se han introducido a varios equipos del torneo empleando, para ello, a una serie de rivales que, seamos sinceros, no van a volver a aparecer. Su olor a relleno es innegable; su única funcionalidad es hacer que los personajes más importantes resalten todavía más y muestren sus poderes. Por un lado, el guion gana en agilidad, lo cual es positivo dentro del contexto de Black Clover. Por otra parte, estos personajes carecen de alma o esencia alguna: son meras herramientas.
Pero Black Clover es una serie que ha encandilado a su público precisamente por esto. Aquellos que se sentían ligeramente enfadados por lo que parecía ser relleno encontrarán, una vez más, la esencia del anime: acción veloz y sin freno. Y es que, aun a pesar de que la elección de Caballeros Reales sea una fase de transición, se logra un buen resultado: el episodio es entretenido. No es la panacea, cierto es, pero parece cimentar las bases de lo que, en un futuro próximo, puede ser una buena saga.
Una animación repleta de vaivenes
En más de un minuto de metraje me he puesto un poco nervioso. Comprendo que Pierrot, en ciertos momentos, tenga que apretar el cinturón, pero… Sin llegar a la insultante calidad de algunos episodios de Naruto o Dragon Ball, Black Clover lleva un tiempo sin dar la talla a nivel de animación. Además de engendrar no pocas imágenes en estático muy deficientes a nivel de definición, el computo global del episodio no es bueno. La animación, aunque muy fluida y solvente, está en un continuo tira y afloja. Hay momentos donde saca pecho y funciona. En otras, sin embargo, se viene abajo con relativa facilidad.
No puedo decir que la animación sea mala, pero tampoco puedo decir que sea buena. Está en ese punto medio en donde la montaña rusa de la calidad tiene más de una subida y bajada. Por desgracia, comprendo el motivo: producciones tan largas, y en las que el tiempo es un recurso escaso, no siempre pueden cumplir los estándares deseados. No obstante, es un punto que debo mencionar. Espero, y así creo que sucederá, que con el paso de los episodios, y con el desarrollo de la saga —que provocará un descenso en el número de secundarios de relleno— la calidad de la animación vuelva a donde estaba anteriormente.
Conclusión
Un episodio de transición sin gran relevancia a nivel argumental. Cumple su cometido, es entretenido y nos permite conocer algo más de algunos personajes. Sin embargo, se abusa de los personajes de relleno para realzar a los principales. Los vaivenes de animación, aunque no exagerados, están ahí. En una valoración general, un episodio que pasaría la nota de corte, pero del que se puede pedir bastante más.
Recordad que Black Clover está disponible en Crunchyroll. Cada martes a las 11:25 de la mañana se estrena un nuevo episodio. El manga ha sido licenciado en España por Norma Editorial.