Reconozco que cuando vi por primera vez un video de The Spirit of the Samurai ya despertó mi interés. Desde el primer momento vi que había ese “algo” en lo audiovisual que era lo suficientemente sugerente como para interesarse por el producto, hacerle seguimiento y, como buen “pecero” añadirlo a la wishlist de Steam (por favor, haced esto si veis juegos que os gustan: ayuda mucho a los desarrolladores indies). Así pues, y gracias a la oportunidad que se nos ha dado, no dudé en lanzarme al análisis de The Spirit of the Samurai para ver si sólo era una fachada bonita o había algo más. Acompañadme y os cuento mi experiencia.
Como siempre, me gusta empezar por la historia y el contexto de lo que se nos narra. En el juego seremos Takeshi, un samurái japonés que verá su vida alterada cuando un ejercito de muertos acecha y ataca su tranquilo pueblo. De repente, todo está asolado por los yokai, monstruos no muertos y demonios. Por todo ello, nos tocará, como no, sobrevivir e intentar acabar con el demonio culpable de toda esta invasión.
Análisis de The Spirit of the Samurai: una historia de salvación
En lo argumental, como veis, no romperá ningún esquema. Pero creo que a pesar de su estructura básica de “salvadores del pueblo”, la riqueza de la historia se basa en todo el folclore japonés que acompaña a la narrativa y a lo jugable. Estamos ante una historia que te transportará al Japón feudal y a todo el mundo de mitos e historias que lo acompañan. Sin duda, una ambientación de lujo que hará las delicias de todo amante de la cultura japonesa.
¿Y en lo jugable que se nos propone? Pues bien, a pesar de su estética en 2.5D, no lo llego a considerar metroidvania debido a la escasez de alguno de los elementos necesarios para hacerlo así. Por ejemplo, apenas existe backtracking (salvo en algunos casos relacionados con puertas o mecanismos a abrir, no con habilidades adquiridas como sería lo suyo). En cambio, el juego nos propone un juego de acción con combates en los que podría llegarse a semejarse a algunos títulos como Sekiro, etc.
Su fuerza es el combate
Realmente, la pieza troncal de la jugabilidad de The Spirit of the Samurai es el combate. Es lo que más tiempo te ocupará, además de la exploración y otros apartados en los que posteriormente entraré. A medida que avanzamos lateralmente en el escenario (aunque también tendremos algo de verticalidad conforme avancemos en el juego) surgirán a nuestro encuentro enemigos con los que habrá que batirse el cobre. Y dichos encuentros serán difíciles, ya que el juego apuesta por esa dificultad en la que un par de “toques” nos pondrá en una situación muy peliaguda.
Tendremos un contador de 3 “vidas” que será inamovible e inmejorable, además de una barra de resistencia que irá mermando según los golpes recibidos. Eso sí, habrá impactos que nos quitarán, de golpe, una vida. Por ello deberemos ser precavidos y usar a menudo el parry. Si esto lo hacemos en el momento exacto, “stunearemos” al enemigo, abriendo una ventana de posibilidad para hacer mucho daño.
Personalmente, me ha resultado mucho más cómodo el dash, en este caso rodar, ya que nos permitía situarnos a la espalda del enemigo y aprovecharnos de esa situación. Además, habrá enemigos específicos que requieran de esa técnica. En cuanto a la variedad de enemigos, he de decir que no será muy grande, pero creo que suficiente para la dimensión del juego ante el que nos encontramos.
Una dificultad algo irregular
Como no, tendremos bosses a los que enfrentarnos, teniendo estos más rutinas de ataque y dimensiones épicas. Si bien es cierto que se agradece esos encuentros, he de decir que no me han representado muchas dificultades sin ser yo un experto en la materia. Al contrario, no sé si es algo personal o un problema de diseño del juego, pero he sufrido mucho más cuando el objetivo era eliminar a varios enemigos seguidos con ausencia de “checkpoints”. El hecho de tener que enfrentarte a, por ejemplo, 10 enemigos uno tras otro teniendo que vigilar las pociones (cada una de ellas te rellenará una vida), me ha supuesto mayor desafío que no una pelea contra un boss.
En definitiva, el combate es la pieza troncal del juego y este, a pesar de algunos fallos técnicos/bugs que ya se nos ha dicho que se mejorarán, se siente desafiante, pero justo, optando por una combinación de combos desbloqueables a los que, personalmente, no he prestado mucha atención. Insisto, puede ser algo personal, pero más que en diferentes estilos de combate me he basado en las estadísticas que esos movimientos tenían.
No solo seremos un samurái
Pero como decía, no solo lucharemos en The Spirit of the Samurai. El juego tiene otros dos personajes más. Entraré levemente a hablaros del kodama (un espíritu diminuto) que controlaremos durante algún fragmento jugable. A pesar de su diminuto tamaño, el combate el combate es muy similar a lo visto con Takeshi, con alguna pequeña variación pero que tampoco se llega a diferenciar troncalmente.
En cambio, el verdadero giro viene al controlar también en algún momento a Chisai, un gato guerrero que, además de acompañarnos en el tramo final cuando encarnamos a Takeshi, protagonizará su segmento jugable a modo de plataformas/sigilo. En estas secciones, nos desplazaremos también verticalmente por los escenarios, pudiendo incluso mover objetos para superar ciertos obstáculos. Pero además deberemos escondernos de los enemigos, atareados mientras devoran cadáveres y donde tendremos que aprovechar esas ventanas de oportunidad cuando no miran para poder cruzar. Se agradece mucho esta otra pata jugable, aunque como decimos, sobre el 75% del juego se basa en el combate.
Análisis de The Spirit of the Samurai: Uun apabullante apartado audiovisual
Donde el juego brilla más es en su apartado audiovisual. A poco que veáis el tráiler que so dejo al final de este análisis de The Spirit of the Samurai, veréis su arte “stop-motion” que tan característico movimiento nos deja. No, no son los frames de tu gráfica. El juego tiene ese “parpadeo” que hace que el movimiento sea tan característico. Visualmente, es una delicia y se nota que las bases de los desarrolladores se encuentran en el cine y en la producción audiovisual.
Además de unos preciosos movimientos (destaco las ejecuciones también), tendremos unas secuencias cinemáticas que te dejarán asombrado y que te harán sentir un verdadero samurai. Tanto los escenarios como los personajes y los enemigos están muy cuidados y detallados. Además, el doblaje (en inglés) ralla a gran altura. Por todo ello, creo que este título es sobresaliente en lo que tiene que ver con el apartado gráfico.
Faltan mejoras en lo técnico, que ya se están implantando
En el apartado técnico, el juego presenta algunos bugs y momentos en los que falta algo de pulido, dando lugar a alguna situación incluso cómica. A pesar de ello, la experiencia es totalmente jugable y el estudio ya nos ha advertido que al haber jugado a la versión de review, había fallos en los que ya estaban trabajando.
Lo he jugado en un PC que cumplía de manera sobrada los requisitos técnicos, y no he observado fallo de frames. Eso sí, la resolución a 4K no está bien adaptada a la pantalla, dejando unos márgenes laterales que entiendo que no son voluntarios. No he querido probarlo en Steam Deck, ya que también se nos advirtió que el rendimiento ahí aún está por pulir mucho. Pero la voluntad del estudio es que, con los últimos retoques, el juego quede perfectamente jugable en el PC consolidado de Valve.
Análisis The Spirit of the Samurai: conclusiones
Así pues, y a modo de conclusiones, he de decir que The Spirit of the Samurai es una delicia en lo audiovisual. El juego reproduce fielmente todo lo que tiene que ver con la parte más oscura del folclore japonés, con un arte que destila calidad por los cuatro costados. En lo jugable, nos espera un título que su mayor peso se basa en un combate duro pero amable a la vez. Si bien en su historia no veremos nada original, la manera de como se narra y, sobre todo, de como se muestra, nos dejará con un gran sabor de boca para cerrar un 2024 lleno de buenos indies.
- Su apartado audiovisual, una delicia
- El cambio de personajes y de sus mecánicas
- Las ejecuciones y lo táctico del combate
- Fallos en lo técnico que deberían estar arreglados en la versión definitiva
- A pesar de la variedad de personajes, el 75% del juego es combate
- Una exploración que no llega a sentirse “metroidvania”