
¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Terminator es, sin lugar a dudas, una de esas franquicias que, para bien o para mal, ha marcado un antes y un después en la historia del cine. Fuimos muchos quienes nos criamos bajo la inquisitiva mirada de Arnold Schwarzenegger, aquel culturista reconvertido en actor de cine del cual muy pocos sabíamos decir —y muchos menos escribir— su apellido. Por suerte, no era necesario. Él era Terminator, una máquina de combate construida por y para traer la destrucción al mundo humano. No necesitábamos más.
Más pronto que tarde, James Cameron hizo de la guerra de las máquinas un verdadero fenómeno de masas. El impacto cultural fue impresionante. Con mayor o menor suerte, fueron muchas las adaptaciones sustentadas en su universo. Fue entonces cuando, a finales de 2019, un estudio llamado Teyon decidió hacer suya la historia en una precuela: Terminator: Resistance, título que hoy nos encontramos reseñando. El videojuego, distribuido por Koch Media en España, se sitúa en el año 2028 y nos cuenta la historia de un soldado llamado Jacob Rivers. Al igual que sucedió con John Connor, ha sido marcado como un objetivo de terminación.
Así pues, presenciaremos la forma en que Rivers trata de sobrevivir a un mundo asolado por la destrucción en una aventura de acción y disparos en primera persona con toques de RPG. Pero vayamos por partes.
El ascenso de las máquinas

Terminator: Resistance, tal y como mencioné con anterioridad, se localiza en el año 2028. La historia se desarrolla en una versión postapocalíptica de Los Ángeles. A diferencia de las películas a las que precede, la acción se sitúa en el futuro, es decir, en plena guerra con las máquinas. El punto de partida es, cuando menos, tremendamente interesante, pues sirve de pretexto para iniciarse en la franquicia. Por desgracia, no termina de funcionar ya que quien no conozca la saga puede sentirse perdido. A fin de cuentas, la localización histórica inicial es cuasi nula; se nos suelta en un mundo descompuesto, pero no sabemos bien porqué. En cierto modo parece que su producción ha sido destinada a los fans de la saga, lo cual cierra un poco su espectro de posibles jugadores.
Por otro lado, quienes se confiesen como seguidores de la franquicia sí que disfrutarán de la propuesta. Repasaremos, junto a Jacob Rivers, ese futuro que tan pocas veces se ha mostrado con tanta pasión y fidelidad. El guion sirve de pretexto para mostrarnos como es la vida en el futuro y cómo se originó el plan de Skynet para enviar Terminators al pasado. Si bien esto es cierto, también es verdad que el guion no es nada del otro mundo. En parte esto se debe al sistema de toma de decisiones, demasiado superfluo e inefectivo.
A lo largo de la historia, Jacob irá conociendo a una serie de personajes. Podrá entablar relación con ellos y, en ciertos momentos, deberá dar un tipo de respuesta u otra. Al hacerlo, podremos estrechar lazos sí respondemos bien. Casi al final de nuestra aventura, en función del grado de amistad que nos una, podremos guiar su destino con una última decisión. Con topo, estas carecen de verdadero impacto: se sienten forzadas. Son lógicas y consecuentes, pero carecen del ímpetu y la tensión que nos habría gustado.
Me caes bien, pero no

En ello colabora un guion que, aunque supone un pequeño soplo de aire fresco —dentro del género de videojuegos inspirados en películas— flojea. No podemos decir que el argumento sea malo, pero sí que es demasiado plano y sencillo. La historia nos propone ir desde el punto A hasta el punto B —misiones secundarias de por medio— para cumplir una determinada tarea. Cambiaremos de mapa, actualizaremos objetivos y continuaremos. Así una y otra vez. La guerra irá avanzando, empero el ritmo narrativo no termina de encajar con el paso del tiempo y las horas de juego.
Pinta interesante, y hay algún que otro giro que me ha sorprendido para bien, termina siendo una historia vacua y con poca emoción. Ritmo y jugabilidad son buenos, pero su escueta longitud impide desarrollar de manera adecuada la trama. Está apresurado, como cogido con pinzas. De cualquier manera, logra exprimir el tema sin cometer grandes errores en lo que se refiere a coherencia narrativa, lo cual es digno de elogio sí tenemos en cuenta que estamos hablando de Terminator; las paradojas temporales están a la orden del día.
Por supuesto, no todo es negativo. Sí hay algo que me ha quedado muy claro de Terminator: Resistance es su total y absoluto respeto por las dos primeras películas. El gameplay —acompañado por la banda sonora y la distribución de niveles— nos permite sumergirnos en la experiencia de la misma forma que en los filmes. La linealidad respecto a estas es increíble; recuerda mucho al genio creativo de James Cameron. Mantiene la esencia y logra cautivar por momentos de formas que jamás habría esperado. La presencia de los Terminators o el avance de la guerra en favor de un bando u otro está muy bien llevado. Comprendemos, por fin, el porqué de todo. Al menos sí solo has visto las películas.
I’ll be back

Ahora bien, ¿qué podemos contar sobre el gunplay? Las referencias están claras: Call of Duty o Battlefield son el exoesqueleto del título. Así lo hemos sentido al abrir fuego y/o buscar coberturas. Por desgracia, Terminator: Resistance se queda a medio gas más pronto que tarde. Se nota la falta de presupuesto y ese inevitable y molesto «quiero y no puedo». Cumple y funciona, pero no enamora. Aprueba, y ya. Es un hecho que no puede competir, en materia de gunplay, con otros juegos de disparos en primera persona. Como punto a favor, la estabilidad de las armas y la rigurosidad en referencia al universo de Terminator. No será el mejor shooter de la historia, pero logra ser entretenido.
Por suerte, Teyon sabe jugar mucho con la existencia de los llamados Terminator, también conocidos como T-800 y sus variantes. De buenas a primeras, las armas de fuego convencionales resultan inútiles, lo cual nos forzará a tirar de sigilo en ciertos puntos de la historia. Es una variante que me ha gustado, pues me ha permitido sentir más de cerca la realidad de su universo. Se acopla, entretanto, un sistema de asesinato por sigilo con una suerte de cuchillos electrónicos que, eso sí, tampoco termina de arrancar. El estudio quiere incluir tantas cosas que, al final, muchas de ellas se quedan a mitad de camino y no funcionan. En mi caso, por ejemplo, solo usé el cuchillo una vez, y para conseguir un logro.
En materia de sigilo sí funciona mucho mejor todo aquello no relacionado con el asesinato. Contaremos con unas gafas de visión nocturna que revelarán a nuestros enemigos. Esto nos permitirá avanzar sin necesidad de combatir, lo cual enfatiza esa sensación de peligro constante que supone enfrentarse a los esbirros de Skynet. Por último, contaremos con granadas y señuelos, estimulantes, botiquines y ganzúas. Habrá diversas herramientas y materiales. Podremos recolectarlos, comprarlos o fabricarlos usando esos mismos materiales que vayamos recogiendo. Aporta un granito extra de variedad, pero se vuelve a quedar corto.
Objetivo de terminación: apunta, dispara y corre
La ecuación se completa si agregamos los minijuegos —por llamarlos de alguna manera— en los que usemos las susodichas ganzúas o nos convirtamos en hacker. Sin lugar a dudas, esta segunda mecánica es la mejor de ambas. Por un lado, nos ofrece un gameplay algo más complejo que el de un shooter convencional. Por otro, le agrega un punto extra de profundidad y estrategia. Ambos funcionan de manera adecuada, pero terminan siendo demasiado fáciles una vez mejoramos nuestras habilidades.
De hecho, Terminator: Resistance es bastante fácil si no forzamos demasiado la máquina —chistaco—; el reto solo existe en la dificultad máxima, la cual se consigue aumentando el daño y la resistencia de los enemigos. Con todo, la ingente cantidad de puntos de control y zonas de guardado crea una sensación de seguridad continua; la sensación de peligro nunca termina de ser del todo real. Esto, en gran parte, se debe a la presencia de una I.A. errática y de comportamiento extraño. Al final, Resistance combina elementos que glorifican la experiencia de juego, pero no se aprovechan del todo.
Un nuevo ejemplo de esto sería el sistema de niveles y habilidades. Al asesinar robots, cumplir misiones o desbloquear puertas ganaremos experiencia. Con esta subiremos de nivel y ganaremos puntos de habilidad. Así pues, procederemos a mejorar nuestra resistencia, el tamaño de nuestra mochila, nuestra virtud como exploradores o nuestra capacidad de combate. Al final, sí cumplimos con todo, subiremos casi todo al máximo; terminaremos subiendo lo que nos haga falta en ese momento más que otra cosa. Cómo no, se queda corto de nuevo. No tenemos la sensación de especializarnos, sino de sumar puntos en función de la necesidad más acuciante que tengamos. Al mismo tiempo,
Skynet

En lo referente al rendimiento, Terminator: Resistance demuestra el porqué del reinado de las máquinas. Gráficamente no es nada del otro mundo, pero está bien optimizado; está bien hecho. Sin necesidad de hacer grandes ajustes pude disfrutar de una experiencia fluida y estable; no bajé en ningún momento de los 60 fps. De otra suerte, las texturas son bastante humildes. Las expresiones faciales y las miradas, por poner un ejemplo, se quedan muy por detrás. En contraste, los robots sí que están más conseguidos. La escenografía, en líneas generales, así como las armas, los objetos, etc. se encuentran a caballo entre ambas. Una de cal y otra de arena.
Finalmente, la banda sonora. Debo decir que la soundtrack —incluye temas originales de la saga cinematográfica— me ha parecido simplemente maravillosa; parecía sacada de la misma película. Acompaña a la perfección y sabe dotar a la escena de la tensión justa y necesaria en todo momento. Los efectos de sonido no están nada mal. A ese respecto, de diez el sonido de los Terminator al andar. Cuando no estaba sumergido en un mar de balas, sentí estar escuchando al mismo Schwarzenegger caminar mientras yo me escondía detrás de una furgoneta. Por su parte, el doblaje cumple con nota; la consecuencia es un efecto de inmersión bueno.
Conclusiones

Terminator: Resistance es entretenido y divertido, pero demasiado corto. Tiene ideas interesantes que, por desgracia, no terminan de funcionar; intenta abarcar demasiado. Es un proyecto que sabe contentar al fan más acérrimo de la saga, pero que pierde en jugabilidad. Es un claro y sentido homenaje a los filmes de James Cameron que no ha podido dar de sí todo lo que habría querido. Resistance cumple sin gran repercusión y refuerza su presencia mediante el factor nostalgia. Es pura esencia Terminator. Casa muy bien con las dos primeras películas. Un homenaje en toda regla.
Análisis Terminator: Resistance. Clave de juego para PC cedida por Koch Media.