Empiezo estas líneas con ciertas dudas, pues bien es sabido —sobre todo por aquellos que me leen con asiduidad y/o me conocen— que no me gusta el ecchi. No es, ni será, uno de mis géneros preferidos. Ahora bien, una cosa es que no sea santo de mi devoción y otra que sea incapaz de mantener un juicio justo sobre un proyecto que se construya bajo susodicho precepto. Comienzo con esta pequeña declaración de intenciones a causa del análisis que estoy a punto de ofreceros: Sakura Succubus, una novela visual desarrollada por el estudio Winged Cloud y distribuida por Gamuzumi.
Recientemente, el estudio se lanzó al mercado de Nintendo Switch con la primera entrega de la saga programando por el camino el lanzamiento de la segunda parte. Sabiendo esto, ¿por qué nos ha llamado la atención? Porque, por primera vez en mucho tiempo, hemos podido probar de primera mano una novela visual japonesa traducida al español. No es un hecho inédito, pero si es la primera a la que hemos podido acceder desde hace muchísimo tiempo. Es una especie en extinción; no es común que una desarrolladora se atreva con textos en español.
Destaca, todavía más, si tenemos en cuenta su precio: 9,99 €. Es, como poco, muy llamativo. No obstante, no queremos irnos por las ramas. Pasemos, sin más preámbulos, al análisis.
Sakura Succubus
Sakura Succubus nos cuenta la historia de Hiroki, un joven fotógrafo de 29 años que está a punto de perder su trabajo. Contratado desde hace tres años por el que dice ser un jefe muy exigente, llega tarde al concierto de Ayu, la idol más popular de Japón. No ha sido culpa suya, sino de los trenes, pues se retrasaron debido a incidentes varios. El resultado final es que Hiroki no puede hacer las fotos que debe con tan mala suerte que, en el proceso, termina rompiendo su cámara. A partir de ahí, y tras una serie de fortuitos encuentros, su suerte cambia.
Desolado, visita un bar cualquiera con la suerte de conocer a Marina, una bella joven que lo invita a un par de tragos. Tras conversar animadamente, el estudio nos lanza una primera pista: ¿por qué el juego se llama Sakura Succubus? No es difícil imaginarlo. Sea como fuere, la historia avanza con relativa normalidad intercalando una serie de buenos diálogos con escenas bastante más forzadas que tiene por objeto dar aquello que prometen: fanservice. Al final, por un motivo u otro, Winged Cloud ofrece un producto muy concreto: mujeres hermosas con estética anime que terminan revelando parte de sus encantos de una forma u otra.
Curiosamente, no es tan explícito como esperaba. Investigando un poco descubrimos que la versión de Nintendo Switch está censurada. No sé si en el resto de plataformas habrá pasado. En mi caso lo he agradecido, aunque eso ya depende de cada uno. Sea como fuere, se plantea una historia donde Hiroki, Ayu, Marina y Cosmos (la tercera joven en discordia del título) interactúan los unos con los otros de formas a veces muy creíbles, a veces muy inverosímiles. Sakura Succubus aprovecha los tópicos del género harem y distribuye escenas ecchi acompañadas de hermosos paisajes y una música, todo sea dicho, excelente. Porque otra cosa no, pero la banda sonora es muy, muy buena. Acompaña a la perfección.
Da lo que promete
Sakura Succubus cumple su cometido y entrega a los jugadores la propuesta que promete: una novela visual picantona. Para variar, el protagonista termina rodeado de bellas mujeres. En cierto modo, busca contentar los posibles fetiches de los diferentes jugadores, ya que los estilos de cada personaje encajan en arquetipos muy concretos del género. Ahora bien, ¿cómo lo ejecuta? Pues sorprendentemente bien. No puedo decir que haya disfrutado en exceso de la historia —por mis gustos personales—, pero no lo hacen nada mal. Dejando a un lado diálogos carentes de sentido y algunas situaciones cogida con pinzas, las intervenciones de Hiroki son buenas.
Ofrece el reflejo de un trabajador aplastado por la sociedad y regala líneas muy hermosas cuando reflexiona sobre su vida, su suerte o su futuro. Con algún que otro error menor en la traducción, Sakura Succubus construye la narrativa típica de una novela visual intercalando líneas de diálogo con imágenes en estático. Asimismo, el juego nos permite tomar, decisiones aunque no afectan en lo más mínimo a la historia. Respecto al arte, es como leer una serie manga a todo color y con cierto grado de interactividad. La paleta de colores es muy hermosa y los tonos empleados son muy vivos.
Dentro de lo que cabe, los diseños son originales y, contra todo pronóstico, usan modelados corporales relativamente reales. La estructura de las vestimentas de algunos personajes deja algo que desear, pero tampoco podemos ofrecer una crítica esencialmente fehaciente sin tenemos en cuenta, una vez más, que ofrece lo que promete. Si te gusta el ecchi o el fanservice, te va a gustar Sakura Succubus. Eso sí, el juego es bastante cortito; dura poco menos de dos horas. El final es muy abierto, así que sabemos que la historia continuará en la segunda parte. ¿Lo curioso? Que maneja bien la intriga y te deja con ganas de saber qué pasará.
Conclusiones
No puedo decir que haya sido uno de mis juegos favoritos, pero hay que ser fieles con la realidad: Sakura Succubus no es un mal juego. Al contrario. Funciona bastante bien como novela visual, aunque no es de las mejores. Si te gusta el género y disfrutar del fanservice… Es muy posible que te encante. Cumple con las expectativas, aunque debo decir que me ha sorprendido —para bien— que el ecchi es bastante recatado dentro de lo que cabría esperar. No es especialmente obsceno, sino que juega con la picaresca y se limita a jugar con la imaginación de los jugadores. Asimismo, las hipotéticas escenas más subidas de tono quedan expresadas a través de diálogos o narraciones que nos cuentan qué ha pasado, pero sin mostrarlo. Interesante, sobre todo por su traducción al español. Con toda probabilidad, os diremos qué tal está la segunda parte —cuando salga—, pero yendo directos al grano.
- Corrección: Guillermo Ruiz
Análisis de Sakura Succubus. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Gamuzumi.