Aunque os pueda parecer raro teniendo en cuenta que hablamos del año en que Starfield, Baldur’s Gate 3 o Final Fantasy XVI han llegado a nuestras vidas, uno de los análisis a los que más ganas le tenía era el de Moonstone Island. Por supuesto, todos los anteriores los disfruté como un verdadero enano, pero los indies siempre tienen algo único que los hace brillar con luz propia. Y para sorpresa de nadie, esto es, precisamente, lo que ha logrado esta particular experiencia creada y desarrollada por Studio Supersoft.
Y digo «particular» porque se han atrevido a mezclar tantos géneros que hasta me cuesta citarlos todos. De buenas a primeras, podemos hablar de una suerte de sandbox en pixelart compuesto por decenas de islas voladoras interconectadas las unas con las otras a través de una escoba mágica (y otros sistemas de viaje). Por lo tanto, también podemos decir que es un título con un componete de exploración muy fuerte.
Eso para empezar, pero hay más. Mucho más. A fin de cuentas, una de las grandes premisas de Moonstone Island es que podemos crear nuestro propio hogar a través de los materiales que nosotros mismos recolectamos. Por lo tanto, podemos sumarle a la ecuación mecánicas de farmeo y crafteo para construir herramientas de exploración (puentes, por ejemplo) y elementos domésticos.
Y sí, sigue habiendo más. A esta fórmula debemos añadirle la posibilidad de cultivar diferentes plantas para proseguir con nuestra aventura. Hablamos, pues, de plantas medicinales o flores que nos ayuden a capturar espíritus. Sí, he dicho capturar y he dicho espíritus. He ahí otra pata al más puro estilo Pokémon que no podríamos entender sin su sistema de combate por turnos mediante construcción de mazos.
Análisis de Moonstone Island | Un juego que hace de todo
¿Me he dejado algo? Seguro que sí, porque Moonstone Island ofrece tantas herramientas de juego que resulta fácil olvidarse de alguna de ellas. Ahora bien, cuando algo o alguien combina tantas cosas, lo más probable es que se convierta en un batiburrillo de ideas sinsentido que no funcionan al querer abarcar demasiado. Por suerte, Studio Supersoft ha sido muy consciente de eso y lo ha evitado de manera magnífica.
Por lo tanto, mientras exploramos sus más de 100 islas repletas de recursos y espíritus, entenderemos que todos y cada uno de sus sistemas se combinan de manera orgánica, natural y funcional. Y sencilla, sobre todo sencilla. Aunque el juego parezca esencialmente complejo, lo cierto es que es muy fácil pillarle el punto a todas y cada una de sus mecánicas. Sobre todo porque muchas de ellas funcionan como complemento.
Al final, tenemos dos grandes núcleos: la captura, crianza y combate, por un lado, y la exploración, por el otro. El diseño y gestión del hogar de nuestros sueños es un aliciente para potenciar nuestras capacidades como explorador, por lo que llegamos a sentirnos abrumados en ningún momento. Lo mejor de todo es que goza de la profundidad suficiente como para, si queremos algo más, poder ir más allá y crear un hogar de verdadero ensueño.
Elige quién quieres ser y no tengas miedo
Viendo todo esto, creo que no os sorprenderéis si os digo que Moonstone Island me ha encantado y que se ha convertido en uno de mis lanzamientos preferidos de 2023. Sin más, lo he disfrutado como un enano, aunque convendría explicar por qué. Yendo por partes, me gustaría alabar, en primer lugar, el sistema de crianza. Todo empieza cuando nuestro padre y nuestra madre nos cuentan que ya tenemos la edad de formarnos como alquimistas.
Para ello, además de llorar por nuestra partida y darnos todo lo que necesitamos para el viaje, nos ofrecen una pequeña introducción al mundo. Por desgracia, aunque no quieran que nos marchemos, es tradición, así que lo mejor es asegurarse de que su hijo tenga todo lo que pueda necesitar. Y digo «hijo» porque he decidido que mi personaje sea un hombre, ya que la verdad es que nunca nos dicen cuál es nuestro género.
Esta es una opción muy interesante debido a que abre la puerta a cualquier tipo de construcción. Es un juego que, sin alardear de ello, tiene muchas consideraciones sociales y nos brinda mucha libertad. Le da, por lo tanto, cierto enfoque rolero a nuestra historia de aventura, captura y amor. Porque, en efecto, también podremos enamorarnos de alguno de nuestros convecinos y establecer una relación.
El combate y la exploración son el eje central
Sea como fuere, y volviendo al tema de la captura, la crianza y el combate, Moonstone Island nos habla de unos seres llamados espíritus. Como alquimistas, podremos reclutarlos a medida que descubramos el mundo para que nos ayuden en nuestra tarea de «sobrevivir» durante un año lejos de nuestro hogar hasta fundar nuestra propia casa en la isla que nosotros elijamos. El proceso será arduo y requerirá muchas horas de paciencia, pero merecerá la pena.
En el proceso, como ya he dicho, iremos reclutando espíritus. Cada uno tendrá sus propias características y afinidades, pudiendo encontrar diversos tipos elementos con sus respectivas ventajas y desventajas. Por supuesto, cada espíritu tendrá una serie de parámetros para determinar qué se le da bien y qué no, pero podremos personalizarlo. Cada vez que subamos de nivel podremos decidir que estadísticas le vamos a mejorar.
Así pues, si preferimos que tenga mucha vida, podremos otorgarle puntos a ese parámetro cada vez que queramos. Como novedad, Moonstone Island instaura un sistema de armadura (también es un stat) bastante curioso. A grandes rasgos, tenemos ataques que curan salud, que producen daño por turno, reinician nuestra baraja, etc. Otros de ellos pueden reducir la armadura del enemigo.
Un combate que bebe de los clásicos y combina muy bien el uso de cartas con el combate por turnos y el RPG
Este sistema me ha recordado mucho a Octopath Traveler, pues si la reducimos a cero, o nos la reducen, el espíritu se quedará estuneado durante un turno hasta recuperarse. Esto es bastante interesante porque en nuestro equipo podremos llevar hasta tres espíritus que combatan de manera simultánea. Por supuesto, cada uno tendrá sus propias cartas. Y es que, como ya he dicho, este juego también es un constructor de mazos, aunque bastante sencillo.
Siendo parco, cada espíritu tendrá sus propias cartas y, al subir de nivel, podremos darle una nueva dentro de un abanico de opciones. A medida que avancemos, iremos personalizando su estilo. Lo interesante es que la estrategia variará según los espíritus que combatan, ya que gestionaremos tres barajas simultáneas que pueden funcionar mejor o peor entre ellas.
Con esto en mente, ya he aclarado cómo (de manera general) el sistema de espíritus, pero me he quedado muy corto. A fin de cuentas, esto es solo una de las mecánicas que nos presentan. Como ya he comentado con anterioridad, la otra gran baza de este juego es la exploración. Dejando a un lado que Moonstone Island es simplemente precioso, la gracia de montar un equipo es poder ir visitando diferentes emplazamientos y mazmorras.
Mezclar tantas mecánicas funciona tan bien porque saben dónde está el límite
Sin desvelar el secreto que hay detrás de cada una y considerando que el eje principal de la historia es disfrutar de nuestro viaje, habrá una suerte de mazmorras en las que no solo nos esperarán jefes finales, sino que contendrán diversos secretos. Explorarlas o no es cosa nuestra, pues aquí cada uno puede vivir su año fuera de casa como quiera. Lo que importa es que sobrevivamos y nos ganemos nuestro título de alquimista.
Durante todo este proceso podemos centrarnos en cultivar, recoger productos, etc. para hacer una gran casa y ganar mucho dinero, dedicarnos a conocer a nuestros vecinos y encontrar el amor, obtener todos los tipos de espíritu del mundo… Hay un montón de posibilidades y es por eso que me gusta tanto Moonstone Island. El juego es un libro en blanco y seremos nosotros quienes lo escriban.
Por supuesto, no todo es perfecto. Los controles, por ejemplo, son un poco erráticos cuando cultivamos. A veces, apuntar a la parcela que queremos es un poco incómodo y los mapas son un poco liosos en determinado momento. Como funcionamos mediante un sistema de energía, es fácil sentir que no estamos haciendo todo lo que podríamos al estar limitados y, al mismo tiempo, hay tantas cosas que podemos hacer que puede abrumar un poquito.
Análisis de Moonstone Island | Conclusiones
No por mecánicas, que eso ya dije que funciona muy bien. Es por querer hacerlo todo y sentir que el día no tiene suficientes horas. Este es un problema que suelen tener muchos simuladores de vida y Moonstone Island no es la excepción que confirma la regla; es uno más. Más allá de esto, creo que Studio Supersoft ha hecho un gran trabajo y que han estado a la altura de las expectativas.
Más todavía cuando tenemos en cuenta que el juego solo cuesta 19,50 euros para todo lo que ofrece. Al menos el contenido base, puesto que ha salido con un primer DLC que incluye varios cosméticos (3,99 euros), además de un libro de arte digital y la banda sonora. En general, creo que los precios que maneja son bastante realistas, por lo que no tengo ninguna pega en ese sentido.
Por lo demás, puedo deciros que Moonstone Island me parece un gran juego indie que entiende perfectamente donde están sus límites y cómo debe invertir el tiempo y los esfuerzos. Abarca muchas cosas, pero trabaja cada una en su justa medida para que funcionen bien como eje central o complemento. En general, diría que es un juego inteligente y divertido con la capacidad de mantenernos enganchados al ordenador durante varias horas.
- La dirección artística (visual y sonora) es maravillosa. Es un juego precioso.
- El sistema de combate y captura funciona muy bien.
- Ofrece decenas de opciones y podemos hacer un poco de todo. Sus diferentes sistemas y mecánicas tienen mucha sinergia.
- La historia es sencilla, pero agradable de seguir, y la podemos vivir cómo queramos.
- Hay una cantidad de espíritus e islas muy amplia.
- La exploración es realmente divertida.
- Hay tantas opciones que puede abrumar.
- A veces el control es un poco errático.
- Algunos escenarios se sienten un poco repetitivos.