Análisis de LIVE A LIVE | Un clásico que ha sabido mantenerse

En nuestro análisis de LIVE A LIVE para PlayStation y PC os hablamos de un clásico japonés inédito en Europa que llega por todo lo alto.

0

Hemos tenido que esperar casi 30 años para poder escribiros sobre un clásico del JRPG que nunca llegó a serlo en Occidente porque no se llegó a estrenar. En efecto, aunque en este análisis de LIVE A LIVE os podríamos hablar de aspectos tales como la nostalgia, sería un embuste. A fin de cuentas, en España y LATAM fueron muy pocos los jugadores que llegaron a disfrutar de esta rompedora obra de Super Famicon.

Echando un vistazo atrás en el tiempo, podemos decir —sin miedo a equivocarnos— que aquel trabajo de la todavía Square (sin el Enix) supo adelantarse a su tiempo. Y no, no nos hace falta jugar al original para saberlo. Algo que tiene todavía más valor si tenemos en cuenta que se lanzó en el año 1994 y que por aquel entonces la industria seguía un poco ‘verde’.

Mucho han cambiado las cosas desde aquel entonces. Tanto es así que hoy día podemos hablar de remake aunque se use una estética tipo pixelart al más puro estilo Triangle Strategy. De hecho, si queréis haceros una idea de cómo es su apartado gráfico, tan solo tenéis que coger vuestra consola y abrir el título de rol táctico. Son casi idénticos. Salvando las distancias, se nota que la desarrolladora se encuentra cómoda con este tipo de historias.

No es la primera vez que lo vemos. Allá en 2018 ya nos sorprendieron con el genial Octopath Traveler, un exquisito juego de estrategia con remeniscencias retro y un diseño claramente marcado por la old school. Triangle Strategy, construida en aquel mismo universo, le siguió la pista. LIVE A LIVE también. Es por esto mismo que podemos hablar de tres juegos independientes que siguen la misma dirección creativa. Al menos en cuestión de diseño.

Análisis de LIVE A LIVE | Un JRPG clásico con ocho historias diferentes

Lo curioso es que también va más allá. Si hacemos un símil entre Octopath Traveler y LIVE A LIVE, nos damos cuenta de que ambos juegos se parecen mucho más de lo que cabría esperar de buenas a primeras. ¿Y esto cómo es posible? Pues porque allá en su origen, LIVE A LIVE también se construía sobre ocho historias diferentes. He aquí las similitudes entre uno y otro, puesto que a partir de aquí la cosa empieza a cambair. Y mucho.

Mientras que en Octopath Traveler se nos cuenta la historia de ocho viajeros que terminan encontrándose en el camino por puro azar, en LIVE A LIVE viviremos ocho historias completamente independientes. En efecto, el juego se divide en ocho partes y cada una de ellas tiene su propio argumento, ambientación, personajes, etc. Esto es, sin duda alguna, lo más interesante del juego.

De una u otra manera, el estudio es capaz de presentar ocho juegos cortos unidos en uno solo mediante algo tan sencillo como el contexto situacional. Así pues, más que una narrativa especialmente extensa, lo que podemos esperar son ocho enclaves diferentes. Véase, por ejemplo, una zona basada en la Antigua China, otra construida mediante los tropos propios del género Western y una tercera que se traslada hasta la Edad Media. Así con las ocho.

Si tenemos en cuenta que el juego dura, como mucho, poco más de 26 horas, nos podemos hacer una idea general de la extensión de cada historia. Por desgracia, esto provoca que ninguna de las premisas tenga demasiado peso. Aparte, tampoco dispone de recursos que podamos considerar ‘tan’ originales en la actualidad. Pese a ello, tienen su punto. Eso sí, la narrativa es más bien parca y el desarrollo de la trama y los personajes es demasiado escueto.

La narrativa de cada trama es diferente e incluye distintas mecánicas

Análisis de LIVE A LIVE
Análisis de LIVE A LIVE | El juego cuenta con doblaje, una grata sorpresa que no nos esperábamos. En esta imagen, además, vemos cómo funcionan las opciones de diálogo, aunque este ejemplo en concreto no tiene ningún efecto en la historia.

Sin más, no se puede apreciar un verdadero sentimiento de progresión en casi ningún momento. Todo esto es cierto, pero no debemos olvidar que es un juego del año 94 y que, por aquel entonces, todo esto era una auténtica locura. ¿Ocho historias diferentes en un solo cartucho? Aquello tuvo que ser pura fantasía. Es por eso mismo que hemos valorado su originalidad dentro de su contexto temporal.

En pleno 2023 no parece algo esencialmente revolucionario, pero en pleno 1994… Eso es otra historia bien diferente. No obstante, no queremos enrocarnos en el pasado, y es por esto mismo que lo valoramos dentro de su situación actual. Con eso en mente, los ‘defectos’ que hemos enumerado anteriormente son simplemente lógicos. Ahora bien, no podemos quedarnos solo con eso, puesto que LIVE A LIVE tiene mucho que ofrecernos.

Para empezar, una narrativa con una dinámica fuera de lo habitual que apuesta por historias más directas y trepidantes. En ese sentido, incluso en pleno siglo XXI, sí que tiene un toque más innovador. Aparte, dispone de un plantel bastante amplio junto con distintas mecánicas y sistemas narrativos. Decir que cada historia es un pequeño juego en sí mismo no es desacertado, puesto que de verdad sentimos que son diferentes dentro de una misma unidad.

Por supuesto, hay una serie de líneas centrales que se mantienen en todo momento, pero no deja de ser curioso que tengamos que despedirnos tan pronto de cada trama. Gracias a esto somos capaces de disfrutar de un juego con un ritmo elevado, una construcción general dinámica y una experiencia tan divertida como llamativa. Además, incluso del tópico de aquellos años por las limitaciones de los propios guiones, se atreve con pequeños giros de guion y argumentos algo más… singulares.

Una experiencia clásica e ‘innovadora’ que se sigue manteniendo bien en la actualidad

Análisis de LIVE A LIVE
Análisis de LIVE A LIVE | En la historia ambientada en el Japón Feudal, nuestro personaje podrá ocultarse de los enemigos pulsando la tecla (E). Este será el único personaje de las ocho historias que puede hacer algo parecido, siendo esta la variación mecánica de la que os estamos hablando.

Por supuesto, esto ha ido a más con el paso del tiempo. Consultando algunas fuentes hemos podido comprobar que, en efecto, el remake va más allá de una simple actualización gráfica. Además de incorporar textos en español, Square Enix ha decidido ampliar el set mecánico de algunas historias. Así pues, las ocho tramas presentan sistemas céntricos junto con opciones de juego inéditas. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no jugaremos del mismo modo en ninguna de las ocho historias.

Siempre habrá alguna variación mecánica, ya sea mediante el mismo origen del juego (1994) o mediante un sistema diseñado especialmente para el remake. Esto le da un valor todavía más notable a LIVE A LIVE, pues no son muchos los estudios que se atreven con juegos así. Es más, siendo sinceros, no recordamos demasiados lanzamientos que apuesten por algo similar.

Todo esto es lo que nos lleva a afirmar que fue una experiencia rompedora en 1994 aunque nosotros no tuviésemos el placer de probarla. Hemos tirado de hemeroteca y no hemos encontrado muchas obras que se atreviesen con algo —tan siquiera— parecido. Y en pleno 2023 seguro que alguien más lo ha hecho, pero nosotros (al menos ahora mismo) no caemos. Por supuesto, todo tiene sus límites, por lo que no debemos esperar que cada historia rompa completamente con la anterior.

Hay que ser realistas y entender de dónde y de cuándo viene, tanto para lo bueno como para lo malo. Más allá de eso, podemos rescatar otras ideas muy interesantes como, por ejemplo, rellenar cada historia con multitud de secretos, distinciones en las rutas en función de la toma de decisiones, finales que varían según lo que hayamos hecho durante nuestra partida… Es muy curioso de ver cómo intentaban jugar con todas sus posibilidades para hacer algo realmente diferente aún con las limitaciones de aquellos años.

Análisis de LIVE A LIVE | Audiovisualmente, una obra preciosa

Análisis de LIVE A LIVE
Análisis de LIVE A LIVE | El HD-2D de Square Enix siempre deja resultados muy gratos.

En lo que respecta al apartado gráfico y la banda sonora… Pues la verdad es que nos ha gustado mucho. Gracias a esas ocho historias, LIVE A LIVE nos presenta ocho entornos muy bien diferenciados por la época en la que se basan, la idiosincrasia de cada zona, etc. Gracias a esto somos capaces de disfrutar de escenarios muy, muy variados, aunque también es cierto que no terminanos de conectar del todo con ninguno.

Al cambiar tanto, sacrificamos la inmersión narrativa en favor de la variabilidad. Esto es algo que nos gusta hasta cierto punto, puesto que muchos juegos son capaces de mantener lo primero obteniendo lo segundo con puro trabajo. Pese a todo, no nos olvidamos de que seguimos hablando de un remake de un juego de 1994, por lo que es lógico que no pudiesen hacer algo así. No había espacio. Sin más.

Por lo demás, no podemos decir que LIVE A LIVE nos haya sorprendido, porque muchas de las texturas y paisajes que ofrece beben directamente de Octopath o Triangle Strategy. No en su base, puesto que esta es más antigua, pero sí en su diseño. El estilo es el mismo, tanto para lo bueno como para lo malo. En ese sentido, eso sí, podemos decir sin miedo a equivocarnos que es un juego simplemente precioso.

No destaca tanto en los monstruos, porque de estos hay un catálogo menor, pero sí en su concepto general. Por su parte, la banda sonora (renovada) tiene la calidad que podríamos esperar de casi cualquier juego de Square Enix. Aquí sucede justo lo que podríamos esperar: es un espectáculo. Sin más, la OST es una verdadera delicia que nos transporta a ocho mundos completamente diferentes con una facilidad pasmosa.

El combate, lo único que se mantiene

Dicho esto, pues nos queda hablar del único elemento que comparten las ocho historias: el sistema de combate. Como es lógico, todas y cada una de ellas emplean el mismo sistema. Claramente inspirada en el rol táctico tradicional, emplea un sistema de turnos bastante atípico. ¿Y eso cómo es? Pues básicamente, cada personaje tiene una suerte de barra de espera que se va rellenando con las acciones del resto.

Lo cierto es que es bastante complejo, puesto que nos obliga a prestar atención a todo el entorno y a calcular adecuadamente nuestros movimientos, acciones, etc. para que podamos ejecutarlas en el orden adecuado. Así pues, LIVE A LIVE nos obligará a pensar si queremos dar con la respuesta más acertada. Al menos con algunos jefes finales, puesto que la mayoría de combates son bastante sencillos.

Esto provoca que la curva de aprendizaje no sea tan tosca como podría esperarse. Al facilitar tanto la historia en sus primeros compases (depende de la ruta), es fácil adaptarse a sus condiciones. Y aunque pueda parecer complicado, lo cierto es que no es tan difícil de dominar. Solo requiere un poco de paciencia hasta que nos adaptemos (es fácil pillarle el truco en unos cuantos combates) del todo a su sistema.

De hecho, podríamos decir que —en realidad— es un juego más bien fácil, porque no hay ningún combate especialmente desafiante más allá de algún boss final. Al menos no en equilibrio y estadísticas. En general, el nivel de reto real no es tan alto como cabría esperar. Es solo cuestión de adaptarse. Lo curioso es que habrá historias en las que apenas libremos unos pocos combates, pues no todo se resuelve de la misma manera.

Aunque no tendremos tanto espacio, podremos subir de nivel

Análisis de LIVE A LIVE
Análisis de LIVE A LIVE | Ejemplo de un personaje subiendo de nivel tras un combate. El área roja sobre el suelo procede de la última habilidad que uso en combate, pues deja el suelo en llamas.

Con todo esto en mente, también debemos tener en cuenta que habrá ciertas partes en las que nos tocará echarle un par de horas al simple y puro farmeo de objetos y experiencia. Hay saltos de nivel que no están bien encuadrados. Algo que es lógico si tenemos en cuenta la duración final del juego, pero que no deja de ser molesto. Sin más, no apetece empezar a grindear para superar al jefe final de turno simple y llanamente porque la historia es corta.

Aparte, hay zonas en las que los combates aleatorios son una constante, pero no cambian los enemigos que aparecen. Esto provoca que acabemos reutilizando la misma estrategia varias veces, ralentizando la experiencia y provocando que el ritmo de juego se diluya de manera non grata en algunas de las historias. Algo que puede ser todavía más molesto si recordamos que no se ha incluido ninguna opción para acelerar esas mismas batallas.

Por lo demás, LIVE A LIVE logra cumplir con el objetivo de casi cualquier videojuego: entretener y divertir. Y aunque en muchos casos lo que más nos interesa es descubrir con que nueva mecánica nos sorprenderán y/o cómo lucirá el siguiente escenario, lo hace con buen tino. Habrá historias más o menos divertidas. Las hay bastante buenas… y no tan buenas. Como todo, vaya. Sea como fuere, y en líneas generales, el resultado final nos ha parecido mayormente positivo.

Análisis de LIVE A LIVE | Un JRPG con sabor añejo y muy buenas sensaciones

Si tuviésemos que ofrecer una conclusión general de LIVE A LIVE esta serñia que es un buen JRPG clásico y que cumple con buena nota dentro del espectro de los remakes. No obstante, no se puede valorar como un grandísimo juego de rol al sacrificar una narrativa más prolongada en favor de historias más cortas. Esto último es el aspecto que más le caracteriza, pues nos permite vivir ocho tramas diferentes de manera consecutiva mediante un esqueleto idéntico, pero con variaciones contextuales muy importantes y alternativas mecánicas muy atractivas.

Sin olvidarnos de que hay algunos momentos más pesados de lo que nos gustaría y de que no todas las mecánicas que se van incorporando o cambiando funcionan tan bien como debería, es divertido, entretenido y original. Dentro de que revive ocho historias más bien tópicas, sabe darle algunos giros de guion y/o presentar premisas más particulares y extravagantes. Además, audiovisualmente es un auténtico espectáculo. Si os gustó el diseño de Octopath o Triangle Strategy, este también lo hará.

Sobre todo porque presenta biomas muy diferentes y porque adapta su banda sonora a cada zona con gran acierto. Aparte, tiene un gran valor atemporal, pues nos permite disfrutar de un juego de 1994 que allá en su momento fue bastante rompedor. Se atrevió con dinámicas pocas veces exploradas. Ya fuera con más o menos acierto, intentó cosas. Muchas cosas. Eso es algo que valoramos en casi cualquier ámbito temporal.

A modo de conclusión, podemos decir que la reiteración de combates, el grindeo y la densidad de ciertos pasajes son los mayores defectos de LIVE A LIVE, pero que sabe compensarlo muy hábilmente gracias a su dirección artística y su diseño general. Mayormente entretenido, sus puntos fuertes superan por bastante a sus defectos, dejando tras de sí una obra que recomendaríamos (sobre todo) a los amantes del JRPG.

  • El apartado gráfico es una maravilla. El motor HD-2D de Square Enix funciona muy bien.
  • La banda sonora es una delicia. Es de lo mejorcito del juego. Sobresaliente.
  • Si no te gusta una historia, pues juegas a otra. El ritmo suele funcionar bien.
  • Cada historia tiene alguna mecánica propia que la diferencia de las demás.
  • Ciertos segmentos pueden hacerse demasiado densos.
  • Más allá de ciertos giros, las tramas suelen ser tópicas.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here