Desde tiempos inmemoriales, el Monopoly ha sido uno de los juegos de mesa más populares, conocidos y extendidos del mundo. En España, concretamente, tuvo un auge tremendo mediante sus versiones originales. Y aunque podría parecer que el paso del tiempo ha hecho mella en su predominancia, lo cierto es que no es del todo así. En una época en la que los videojuegos y los servicios de streaming lo han copado todo, este clásico sigue tan (o más) vivo que nunca. Algo que vemos día tras día con lanzamientos como el de Monopoly: Dungeons and Dragons – Honor entre ladrones.
Con la película todavía muy presente en cines de todas partes, Hasbro ha tenido a bien de lanzar una nueva edición de su archiconocido juego con una gran colaboración. En FreakEliteX hemos tenido la suerte de probarlo y disfrutarlo. Y como no queremos quedarnos con la anécdota solo para nosotros, hemos querido contaros que nos ha parecido con esta nuestra particular reseña. En el proceso —por supuesto— no solo os contaremos cómo ha sido nuestra experiencia, sino que también os hablaremos sobre qué incluye, cómo se juega, etc.
Porque, en efecto, este Monopoly de Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones es un poco diferente a lo que estamos habituados. Al menos si tomamos como referencia el clásico entre clásicos, ya que la IP se ha ido renovando con el paso del tiempo hasta ofrecernos muy diversas variantes dentro de su idiosincrasia habitual. Es decir, que aunque el tablero es el mismo de toda la vida, las normas han ido variando. No es la primera vez que vemos algo parecido, puesto que con el de Animal Crossing ya vivimos algo parecido.
Así es el Monopoly de Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones
Por supuesto, además de compartir con vosotros varias imágenes oficiales del juego, queremos hablaros un poquito del contenido. En primer lugar, disponemos de un tablero de cartón compacto bastante recio y de construcción cuadrada con temática —como es lógico— de Dungeons and Dragons. Junto con él, el juego ofrece 5 peones y 5 cartas de personaje diseñadas con los protagonistas de la película como epicentro.
Del mismo modo, suma 16 cartas de aventura, 30 cartas de magia y misterio, 9 cartas de dungeon master, un dado de seis caras (1d6), un dado de veinte caras (1d20), 90 monedas de oro de cartón y un manual de instrucción.
- Cartas de personaje. A diferencia de los Monopoly tradicionales, aquí cada peón representa un personaje concreto de la película. Cada uno de ellos tiene una habilidad especial que le otorga ventaja en diversas situaciones como, por ejemplo, extraer cartas de magia y misterio.
- Cartas de aventura. Convencionalmente, serían las propiedades. Representan los lugares que podemos adquirir, pero con una particularidad: cada una tiene sus propias condiciones. Además de poder controlarlas pagando oro, podemos vivir una ‘aventura’ (de ahí su nombre) en ellas. ¿Cómo? En el reverso de cada carta habrá un texto explicativo que nos indicará cuál es su precio y/o como podemos adquirirla mediante el 1d20. Si conseguimos superar la tirada que nos indica, sucede un evento y luego adquirimos la carta. Si falla, ocurre otra cosa y debemos pagar.
- Cartas de magia y misterio. Contienen ‘eventos’. Desde cobrar dinero por ejecutar un robo exitoso hasta un encuentro aleatorio con un monstruo, pasando por objetos, aumentar el valor de una tirada de nuestro 1d2, libranzas de la cárcel, etc., son las que suman el factor azar al juego.
- Cartas de Dungeon Master. Tenemos cuatro tipos diferentes: de lugar y aventura, de monstruo y de mago rojo. Algunas forman parte de los montones de otras cartas, por lo que puede resultar algo confuso en primera instancia, pero es fácil entender su funcionamiento.
Cómo jugar
Ahora que ya sabemos cuál es su contenido, toca hablar de su funcionamiento. En primer lugar, cada jugador tiene que escoger a un personaje hasta un máximo de 5 jugadores, pudiendo incluir al DM en el proceso. Una vez hemos escogido a nuestro avatar, cogeremos el oro que nos pertenezca, nos colocaremos en la casilla de salida y empezaremos nuestra partida.
El sistema en general es bastante sencillo, pues todo se ‘resume’ en lanzar dados, avanzar por las diversas casillas, seguir las instrucciones de cada zona según sea pertinente e ir adquiriendo propiedades a medida que vayamos avanzando. Estas, las cuales tienen forma de aventura, se pueden adquirir o bien pagando su precio, o bien cumpliendo las condiciones de aventura (tirada del 1d20) que se nos indiquen.
Así iremos avanzando, adquiriendo todos los territorios posibles para expandir nuestro imperio. Y cuando todas las propiedades han sido adquiridas, la partida termina, obteniendo la victoria el jugador que más oro haya obtenido. En el proceso, por supuesto, pueden pasar bastantes cosas en función de las casillas en las que hayamos caído. Además, es posible que mientras jugamos y nos enfrentamos a los diversos retos que el juego nos propone, logremos una tirada crítica
Las tiradas críticas y las funciones del DM
Esto significa que habremos obtenido un 1 o un 20 con el 1d20 de manera natural sin bonos. Por supuesto, al igual que sucede en el rol convencional, esto afectará notablemente a los resultados de cualquier acción. Cuando sacamos un 1, además de fallar, tendremos que pagar 50 de oro a la banca. Si obtenemos un 20, cobraremos 50 monedas de oro. Y si no podemos pagar, ya sea en estas u otras circunstancias, tendremos que tirar el 1d20, entraremos en bancarrota. Es decir, estaremos al borde de la muerte.
Cuando esto sucede, tenemos que tirar el 1d20. Si sacamos un 8 o más, reviviremos y volveremos al juego. En caso contrario, nos quedaremos quietos en la casilla en la que hayamos caído al quedarnos en bancarrota hasta obtener este resultado. El juego, pues, se resume en recorrer el tablero mientras se van adquiriendo propiedades, al igual que en un Monopoly convencional, pero agregando componentes propios del rol de mesa para darle un toque diferencial a la experiencia.
Respecto al DM, tal y como habréis podido ver en la primera imagen de referencia del manual de instrucciones, será un jugador que puede cambiar la partida al modificar algunas cartas del propio tablero. Tras esto, habrá cumplido su función, por lo que puede participar como un jugador normal. Tendrá algo de ‘ventaja’, puesto que conocerá qué ha cambiado, por lo que puede compartir los cambios con el resto de jugadores, ejecutarlo de manera rotacional para que cada persona lo haga una vez, etc.
Reseña de Monopoly: Dungeons and Dragons – Honor entre ladrones | ¿Qué nos ha parecido el juego?
Llegados a este punto, ahora que hemos repasado los conceptos más importantes del juego, toca lo más importante de casi cualquier reseña: contaros que nos ha parecido. A grandes rasgos, podemos deciros que la experiencia general ha sido bastante satisfactoria. Sin salirse demasiado de la idiosincrasia habitual del género, este Monopoly: Dungeons and Dragons – Honor entre ladrones sabe adaptarse a las condiciones inherentes de ambas franquicias.
Es decir, que combina hábilmente los preceptos tanto de Monopoly como de Dungeons and Dragons hasta hacer algo un poquito diferente, pero más cercano al primero que el segundo. Sin salirse de sus normas habituales, otorga una experiencia divertida, entretenida y muy sencilla, apta para todos los públicos. Especialmente diseñado para los amantes del juego de rol y, más concretamente, del filme, lo tiene todo para que nos pasemos un buen rato junto con él.
Y aunque es verdad que el concepto de DM es demasiado parco, cumple bastante bien con las expectativas. Es decir, que nos ha gustado y nos lo hemos pasado bastante bien mientras lo probábamos. Ha sido muy de nuestro agrado hasta el punto de que volveremos a repetir aunque ya hayamos publicado nuestra reseña. Seguramente, esta es la mejor conclusión que os podemos ofrecer, pues dice mucho —y bien— de él.
Con un público objetivo bastante concreto, puede ser una alternativa interesante a cualquier Monopoly convencional, pero agregando un extra de salsa al agregar componentes aleatorios capaces de complicar todavía el juego, marcar un punto final muy concreto y presentar alternativas a las tradicionales compras de propiedades.
- Es muy divertido.
- Respeto a ambas franquicias y mezcla bien sus preceptos.
- Las cartas de personaje le dan un extra.
- Las ilustraciones son bastante bonitas.
- El concepto de DM se podría haber profundizado algo más.
