
Os traemos nuestro análisis de Len's Island, un interesante juego de supervivencia en el que podemos jugar con hasta 7 amigos más.
Talar. Picar. Construir. Talar. Picar. Cazar. Explorar. Construir. Talar. Picar. Cazar. Pescar. Explorar. Construir. Hoy en día, los juegos de supervivencia se han convertido en algo así como una enciclopedia de mecánicas que se repiten una y otra vez. Pese a ello, nos siguen gustando. Es extraño, ya que en la mayoría de ocasiones, análisis como el de Len’s Island nos dejan —siempre— con la misma base.
De una manera u otra, todo se resume en craftear y construir. Luego, por supuesto, se agregan más mecánicas, como la del combate, pero la esencia es idéntica. No obstante, solo unos pocos logran ir más allá, ya sea por su sentido del humor, su apartado artístico o su propia jugabilidad.
Hoy por hoy, Len’s Island podría estar en ese grupo. ¿Por qué? De buenas a primeras —aunque no he tenido la suerte todavía de juntarme con tanta gente—, por su modo cooperativo. Aunque Len’s Island también funciona como single player, donde brilla de verdad es en el cooperativo de hasta 8 personas que integra.
Desarrollado por Flow Studio, Len’s Island elimina esa clásica limitación a la que muchos de nosotros nos hemos enfrentado en algún que otro momento de nuestra vida: ¿Y qué hacemos si en el grupo somos más de 4 personas? Pues aquí tenemos una respuesta.
Por supuesto, de nada sirve un cooperativo de supervivencia en un mundo abierto con mapeado tipo sandbox si no no hay nada que lo respalde. Lo hay, y no lo digo yo solo. Tras más de 3.000 reviews en Steam, el juego dispone de un 85% de críticas positivas.
Análisis de Len’s Island: un buen juego de supervivencia


Ahora bien, ¿cómo lo ha logrado? ¿De verdad se merece esa valoración? Personalmente, pienso que sí. Pese a que no considero que sea un juego especialmente innovador, hace bien bastantes cosas. Para empezar, ha sabido combinar supervivencia con exploración de mazmorras, construcción, acción y agricultura en un mundo abierto generado de manera procedural con bastante tino.
Con ciertos dejes de ARPG, Len’s Island sabe dónde están sus límites, estableciendo una correcta presentación de la mayoría de sus aspiraciones y mecánicas. Gracias a esto evita el clásico defecto de muchos indies, el quiero y no puedo, y nos ofrece una experiencia muy completa de principio a fin.
Dicho esto, ¿qué podemos esperar de Len’s Island? Si nos centramos en la dirección artística, una de cal y otra de arena. Visualmente es atractivo. Repleto de detalles, ofrece una perspectiva del mundo muy colorida y resulta.


Es un juego esencialmente bonito que llama muchísimo la atención desde su cámara —regulable— aérea. Aunque carece de la definición de las grandes producciones, tiene mucha personalidad y te deja con muy buenas sensaciones.
Tanto la superficie como las mazmorras tienen carisma. Te ofrecen biomas muy bien diferenciados los unos de los otros. La sensación es muy buena. Sucede lo mismo con las casas, cuyo estilo es simplemente encantador.
Por desgracia, algunos diseños solo están disponibles como DLC. Siendo su versión 1.0 —salió del acceso anticipado el pasado 19 de junio—, me parece demasiado pronto para cobrar por contenido adicional. Sobre todo cuando hay áreas que siguen necesitando algo de trabajo.
No quiero sobrevivir, quiero construirme una mansión


Véanse, por ejemplo, la banda sonora o los efectos de sonido. La primera no destaca en ningún momento, siendo poco más que un complemento que está ahí. Los efectos de sonido, por otra parte, no están mal, pero hay algunos que no están demasiado logrados.
Es un ámbito en el que necesitan trabajar, especialmente si tenemos en cuenta que más allá de un pequeño prólogo en el que nos explican que nuestro personaje, Len, odia llevar zapatos, no hay prácticamente guion o narrativa.
Len’s Island te invita a explorar el mundo a tu ritmo y a disfrutar de las pequeñas cosas, liberándose de los grilletes de una historia cerrada para así ofrecerte una sensación de libertad total. A cambio, puedes sentirte algo más perdido.


¿Es bueno o malo? Depende de vuestros gustos, aunque en este caso creo que encaja bastante bien. No hay una misión que te empuje. El mundo (procedural) es tu lienzo, por lo que serás tú mismo si prefieres ser un granjero, un aventurero sediento de mazmorras y emoción o un arquitecto que se dedica a diseñar casas mientras los demás te traen recursos.
En cierto modo, me recuerda a la filosofía de Minecraft y su «juega como quieras». Libre de ataduras, aquí el objetivo es lo que tú decidas, si es que tienes alguno. Si simplemente quieres disfrutar construyendo la casa de tus sueños en un páramo salvaje, no hay problema.
¡Golpe crítico!


Ahora bien, ¿cómo funciona todo esto? Pues la verdad es que los creadores de Len’s Island no se han calentado mucho la cabeza. Tampoco es que hiciese falta, ya que los juegos de supervivencia siempre se resumen en lo mismo: obtener recursos del entorno y construir.
No obstante, debo decir que a veces es inevitable sentirse algo perdido, pues el mapa es un tanto errático y hay cosas que no sabes que puedes o no puedes hacer. Por ejemplo, no conseguí picar las piedras del exterior al empezar, y no entendía bien el motivo.
Lo que sí pude conseguir es arcilla, fibras y madera para construir mi primera casa, pero me costó un poco. Eso sí, me pareció más interesante de lo normal debido a que Flow Studio sí que ha intentado ser diferente en una cosa: los golpes críticos.


Cuando talamos un árbol, por ejemplo, tenemos un indicador visual que nos marca el timing correcto para golpear. Si fallamos, no pasa nada, pero si acertamos, realizamos un crítico que provoque daño adicional incluso a los ítems crafteables.
Es un detallito menor que no cambia demasiado las cosas, pero que hace que el juego sea algo más interactivo incluso en sus tareas más rutinarias. Funciona también contra los enemigos, por lo que premia prestarle atención al mundo que nos rodea.
No es especialmente complejo, ni cambia la jugabilidad de manera nunca vista, pero es un buen agregado. Es casi como un minijuego dentro del juego que busca ir un pasillo más allá mientras aceleras el proceso de recolección.
Len’s Island, un buen juego de supervivencia para los amantes del género


En general, Len’s Island funciona bastante bien, aunque es cierto que las mazmorras pueden sentirse algo repetitivas y que el combate sufre cuando aparecen muchos enemigos de golpe. Como dungeon crawler cumple, pero está algo verde.
Donde de verdad estaca es en el facto construcción, siendo este su mayor pilar. Las casas que podemos a llegar a diseñar son una locura, pudiendo hacer desde mansiones de ensueño hasta fortalezas dignas de un auténtico señor feudal.
Es realmente divertido, satisfactorio y reconfortante. Funciona mediante un sistema modular que, aunque parece rígido al principio, en realidad ofrece un montón de opciones. Cuando le sumas la agricultura, se siente verdaderamente genial.
En resumen, Len’s Island es un buen juego. Su versión 1.0, la primera que yo he probado, me ha dejado con buenas sensaciones. Aunque sigue necesitando mejorar ciertos aspectos —la cámara a veces no responde adecuadamente y no dispone de todas las opciones que nos gustaría—, es un buen juego con potencial para ser incluso mejor.
Mi experiencia con Len’s Island ha sido, en general, positiva, pero no exenta de altibajos. Hay momentos en los que te sientes como un auténtico pionero, construyendo tu hogar y enfrentándote a criaturas en mazmorras oscuras; otros, en cambio, cuando te pierdes sin rumbo o luchas con los controles, te frustras.
Flow Studio, un equipo pequeño de Brisbane, ha creado algo con un potencial enorme, pero aún le faltan un par de actualizaciones para redondear la experiencia al 100%. En cualquier caso, si buscas un juego que combine acción, creatividad y relax en un mundo hermoso, Len’s Island es una apuesta bastante sólida.


- La estética. Es un juego visualmente muy llamativo y agradable.
- La mecánica de los golpes críticos hace que sea incluso más interactivo.
- El sistema de construcción de casas es realmente bueno y satisfactorio.
- El cooperativo de hasta 8 jugadores es un gran plus.
- Puedes vivir tu propia aventura a tu ritmo.
- La agricultura se siente bastante bien.

- La cámara a veces falla más de lo que debería y puede ser frustrante.
- El mapa de consulta (típico botón M) no es demasiado claro y es fácil perderse.
- La ausencia de un tutorial inicial más contundente hace que la curva de aprendizaje sea algo dura, especialmente con usuarios menos acostumbrados al género.