Análisis de ‘Ghost of Tsushima: Director’s Cut’ y la nueva isla fantasma

Os traemos nuestro análisis de Ghost of Tsushima: Director's Cut e Iki Island. ¿Qué nos ha parecido el salto generacional y el DLC?

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Hará cosa de un año que Ghost of Tsushima sorprendió a propios y extraños con una de las mejores experiencias imaginables para cerrar la pasada generación. Valorada como un indispensable por mi buen compañero Samu, fue todo un éxito entre la crítica y los jugadores. Es más, durante los pasados GOTY fueron muchos los que pusieron el grito en el cielo por su no victoria. Sea como fuere, Jin Sakai, el fantasma de Tsushima, nos enamoró a todos gracias a su particular sentido de la vida y su increíble puesta en escena. Ahora, un año después, nos ha llegado la versión del director, la cual incluye diversas mejoras y contenido adicional.

Por nuestra parte, tal y como ya he comentado, tuvimos el placer de probar y analizar Ghost of Tsushima. Así pues, si lo que queréis es revisar todas y cada una de sus particularidades, os recomiendo que le echéis un vistazo a nuestro análisis anterior. Hoy, por motivos evidentes, nos centraremos en las particularidades técnicas de la versión de director así como en las mejoras de contenido, rendimiento, etc. Dicho esto, comencemos.

Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Análisis de Ghost of Tsushima: Director's Cut
Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Desde el mismo día de su lanzamiento se puso en entredicho el valor de Ghost of Tsushima: Director’s Cut. En cualquier caso, tal y como dijo Jack el Destripador, será mejor que vayamos por partes. En primer lugar, las funciones hápticas y el DualSense de PlayStation 5. El estudio ha aprovechado muy bien varias de las funciones del mando de Sony, ya sea a través de la vibración inteligente, la resistencia de los gatillos contra ciertos objetos o las diferentes sensaciones al caminar, galopar, etc. Se trata, pues, de un salto de calidad notorio que potencia el sentimiento de inmersión y nos ayuda a empatizar —en el plano físico— con el fantasma de Tsushima.

También han sabido aprovechar las bondades del sonido en 3D, aunque esta última no aporta tanto. Siendo sincero, y aunque Sucker Punch lo ha hecho bien a este respecto, Tsushima no es —desde mi punto de vista— un juego que aproveche tan bien estas peculiaridades. Aun con todo, aporta nuevos detalles y potencia, todavía más, ese sentimiento de inmersión. Ayuda, sobre todo, a nivel ambiental; el caos tan representativo de la guerra así como los combates multitudinarios de uno contra varios, o los mismos duelos, ganan bastante. ¿Justifica esto los diez euros de la actualización cuando otros juegos lo han ofrecido gratis? Sí y no.

Por un lado, duele, ya que es un pago adicional por un juego de la generación pasada. Ghost of Tsushima, aunque pretenda lo contrario, sigue siendo de PlayStation 4. Y esto es así. Por eso no nos ha parecido del todo bien que cobren 10 euros. No obstante, por el lado contrario, es una de las actualizaciones generacionales más consistentes del mercado. A diferencia de otros grandes títulos de la consola, aquí sí se han realizado ajustes relacionados con el salto generacional. Entiéndase como un sistema de vibración y sonido ajustado al DualSense. Aprovecha muy bien la nueva arquitectura del mando, cosa que no todos los juegos actualizados pueden decir.

¿Un salto gráfico y de rendimiento?

Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Queda en manos de cada uno decidir si merece o no la pena, porque ya os adelantamos que los cambios en el apartado gráfico no son tan notorios como para justificar esa pequeña inversión de 10 euros. Aunque hemos notado una clara mejora en la carga de texturas y el apartado visual en general, no hay un salto generacional real. No han mejorado la iluminación ni las sombras, la paleta de colores sigue siendo la misma y no hay mejoras en la definición. Se ve un poco mejor, pero… Siendo sincero, no se percibe tanto. Donde si hemos encontrado una muy grata sorpresa es en el rendimiento, ya que jugar a 60 frames por segundo de forma estable es una verdadera delicia.

Puede parecer una tontería, pero no lo es; la experiencia es mucho más fluida y el gameplay es más sólido. Sube varios peldaños respecto a la versión de PlayStation 4. Aquí, aunque esto es bastante más habitual en el mercado, sí que hemos encontrado una gran mejora. Esto, no obstante, pierde algo de impacto, ya que la versión de PlayStation 4 también puede funcionar a esos 60 FPS a través de la retrocompatibilidad.

Como es un tema complejo, os explico como funciona. Ahora mismo, si no dispones de Ghost of Tsushima, solo encontrarás la versión del director. No nos parece del todo bien, pero no entraremos en ese tema. Si por otro lado ya tienes el juego, puedes actualizar tu versión de Ghost of TsushimaGhost of Tsushima: Director’s Cut por 20 euros. La polémica entra con la actualización a PS5, la cual cuesta 10 euros. En el pack, por cierto, entraría el DLC. Sea como fuere, y cómo no, puedes comprar todo a la vez por 30. De ahí que se hablen de precios diferentes.

Iki Island

Análisis de Ghost of Tsushima: Director's Cut
Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Una de las principales novedades de Ghost of Tsushima: Director’s Cut es, sin lugar a dudas, Iki Island. Sea como fuere, esta no estará disponible desde el comienzo, pues solo podremos acceder a ella a partir del segundo acto del juego. Si buscáis un justificante, es basa en la pura lógica narrativa; no tendría sentido visitar el lugar sin adquirir, previamente, ciertos conocimientos ni desarrollar la historia hasta cierto punto. No quiero entrar en detalles que os puedan arruinar la trama, pero hay aspectos que necesitamos cerrar antes de visitar este nuevo territorio.

Asimismo, el antagonista de la expansión se aprovechará de las flaquezas de Jin en aquesta su nueva identidad. O lo que es lo mismo, se aprovecha de sus dudas. De esta forma redescubriremos el valor del honor y la familia y la importancia de nuestras decisiones y el pasado; Jin, carcomido por la incertidumbre, dudará de su propia identidad. Todo sea dicho, la complejidad de esta nueva historia es reducida y la carga narrativa es muy inferior al juego base, pero se adapta a la perfección a este último. Supone, pues, un buen aliciente para quienes se quedaron con ganas de más.

Sucker Punch, en lo que podría ser considerado un ejercicio ciertamente continuista, mantiene la dinámica de la experiencia original al no incorporar nuevas mecánicas. Aunque podría resultar molesto, hemos considerado que es lo adecuado, pues de otra forma podría afectar a la jugabilidad del juego en su totalidad. Dispondremos, como no podía ser de otra forma, de una nueva armadura, una arena de combate —nuestra novedad favorita—, alguna que otra técnica adicional, ciertos minijuegos —que pasan bastante desapercibidos— y enemigos nuevos.

P.D. Las pinturas de God of WarShadow of the ColossusBloodborne para las armaduras son un detalle muy tonto, pero nos ha encantado. Este tipo de homenajes y cameos siempre son recibidos.

¿Qué nos ha parecido la expansión?

Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

La expansión de contenido, como tal, aporta valor a la historia principal. Hemos disfrutado de las nuevas misiones, de la sucesión de eventos, de las diatribas morales y de la nueva información, pero le falta un poquito. Eso sí, nos aporta información contextual muy interesante sobre ambos bandos; como se suele decir, en la guerra no hay vencedores, solo vencidos. Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malo.

Sea como fuere, no es esto lo que queréis saber. La verdadera pregunta es si merece la pena. Pues aun a pesar de lo que he comentado con anterioridad, si lo hace. Mucho. He disfrutado mucho de la isla de Iki, ya que me ha permitido reconectar con uno de mis lanzamientos recientes favoritos al tiempo en que redescubría el universo de Tsushima con nuevos datos, nuevos detalles y una historia completamente inédita muy interesante en el plano moral.

Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut e Iki Island | Conclusiones

Por un lado, Iki Island: muy recomendable. Si bien es cierto que nos habría gustado que la expansión de contenido fuese un poco más larga y desarrollase mejor esta nueva historia, nos ha parecido muy interesante y entretenida. No aporta grandes novedades en lo jugable más allá de la arena, pero tiene detalles muy chulos como las pinturas de armadura. Es un DLC continuista que mantiene la esencia del juego base original y amplía el guion con nuevas diatribas morales y detalles del pasado de Jin. Y ya. ¡Pero lo hace muy bien! Nos gusta. Es una gran aliciente para retomar el mundo de Tsushima y recorrer, una vez más, el lugar.

Sobre la versión del director, los nuevos pagos por las actualizaciones y el salto gráfico, hay una de cal y otra de arena. Por un lado, las mejoras aplicadas con el DualSense son una verdadera delicia. El salto de calidad es notorio ya sea a través de la vibración o el sonido en 3D, pero depende de cada uno valorar si merece la pena o no. En mi caso, si os soy sincero, si lo merece. Lo he disfrutado. No tanto el salto gráfico, eso sí, que se queda muy corto si tenemos en cuenta que otros juegos han hecho lo mismo gratis. Si lo valoramos ignorando la cuestión económica es una versión muy recomendable para los amantes del videojuego.

Ya queda en cosa de cada uno valorar si la política de pagos ha sido la adecuada o no o si se ajusta a su valor de mercado. ¿Es adecuado cobrar por la actualización a PS5 a través de la expansión? Lo dicho: es muy personal. En cualquier caso, la expansión es muy buena. Iki Island nos ha gustado. Mucho.

Análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut. Clave de juego para PlayStation 5 cedida por PlayStation a través de Precisión Comunicación.

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