Análisis de ‘The Ascent’

Os traemos nuestro análisis de The Ascent, un twin-stick shooter a dos alturas con toques de RPG y perspectiva isométrica muy interesante.

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Sin lugar a dudas el género cyberpunk ha regresado con muchísima fuerza. Aun a pesar del inesperado batacazo de CD Projeck y 2077, la distopía de los neones y los injertos biomecánicos está más viva que nunca. Son muchos quienes han visto en esta situación una ventana de oportunidades para hacerse un hueco en la industria… y destacar. Si bien es cierto que el paso del tiempo ha paliado la deficiente puesta en escena del primero, se nos ha quedado —de igual forma— un mal sabor de boca. Por suerte, en tiempos de necesidad surgen héroes anónimos con ganas de hacer las cosas bien. Así ha sido el caso de Neon Giant, un estudio sueco independiente y debutante afiliado a la marca Microsoft a través de un acuerdo de exclusividad.

O lo que viene siendo lo mismo: The Ascent, el título el cual os estoy presentando, solo se lanzará en Xbox One, Xbox Series S|X y Microsoft Windows. Por si os lo preguntáis, sí, ya está disponible. Sea como fuere, no quiero andarme por las ramas con aquesta mi presentación, así que iré directo al grano: ¿qué me ha parecido The Ascent?

The Ascent

Análisis de The Ascent | El cyberpunk vuelve a estar de moda
Análisis de The Ascent | El cyberpunk vuelve a estar de moda

The Ascent es, por definición propia, un twin-stick shooter a dos alturas con perspectiva isométrica y grandes concentraciones de rol táctico y estadístico. Así, de golpe, puede parecer extraño, pero es más sencillo de lo que parece. En primer lugar, ¿qué es un twin-stick shooter? A grandes rasgos se trata de un juego de disparos multidireccional de 360 grados. El concepto de doble altura hace alusión a una mecánica, como poco, muy peculiar. Lejos de lo viene siendo costumbre, habrá diferencias posicionales y coberturas. Consecuentemente, podemos mantener el disparo a la altura de la cadera o levantar el arma para elevar la posición de tiro.

Para terminar, los componentes roleros, tácticos y estadísticos. El primer punto hace referencia a la innegable influencia de los juegos de mesa y la exacerbada cantidad de misiones, contexto, lecturas y diálogos de la aventura. El componente táctico queda reflejado en la toma de decisiones, siendo este uno de los aspectos menos influyentes. En último lugar, las estadísticas se manifiestan mediante puntos de salud, resistencia al daño, puntería, etc. A grandes rasgos esto sería un resumen de qué es The Ascent, aunque ya os adelanto que es mucho más profundo de lo que pueda parecer a simple vista.

He querido hacer esta pequeña introducción para asentar las bases del análisis… porque ya os digo que hay muchísimos aspectos que comentar.

La distopía cyberpunk vuelve a estar de moda

Análisis de The Ascent | Podremos mantener el arma a la altura de la cadera o elevar la posición de tiro

The Ascent nos presenta un futuro distópico de ambientación cyberpunk en donde las grandes compañías del mundo gobiernan con puño de hierro. Tras pasar por una muy escueta creación de personaje nos convertimos en un «contrayante». O lo que es lo mismo, un esclavo cuasi sin derechos al servicio de esas mismas empresas; solo nos falta el nombre, pues todo lo demás les pertenece. A fin de cuentas, convertirse en un siervo de las multinacionales es la única forma de llegar a la arcología del Grupo Ascensión, una metrópolis que se alza hasta el cielo. Allí, para variar, viven criaturas de todo tipo, ya que The Ascent se erige como un juego de ciencia ficción con afluencia alienígena.

Un día, sin embargo —muy poco después de que lleguemos a la ciudad— todo cambia. Por motivos desconocidos, Grupo Ascensión cierra… y todo se viene abajo. Sin la empresa madre que sustenta la economía y supervivencia de la ciudad, tocará armarse hasta los dientes y hacer lo que no está escrito para sobrevivir. Funcionando a través de encargos y contratistas, nos convertiremos en una especie de mesías que va solucionando problemas por aquí y por allá mientras el caos, la destrucción y el vandalismo se expanden por todas partes. Siendo un guion bastante tópico, ya os adelanto que The Ascent no os conquistará por la originalidad de su premisa.

Donde tú ves un problema yo veo un disparo

Sin embargo, The Ascent no presenta grandes giros en la linealidad de su historia. Aparte, tampoco presenta una narrativa demasiado sorprendente; no arriesga. No se lo podemos echar en cara, mas habría cabido esperar algo más de personalidad. Sucede tanto con las misiones principales como con las secundarias, siendo estas últimas un tanto repetitivas. Con esto no quiero hacer alarde de un mal argumento, sino de un riesgo vacuo; el estudio utiliza lo que sabe que funciona con alguna que otra pinzada de personalidad propia más bien puntual. Lo que sí nos ha sorprendido para bien ha sido la excelsa puesta a punto del contexto; hay muchísima información contextual en casi todas partes. De una u otra forma, si le dedicas un poco de tiempo, te sentirás uno más en la ciudad.

Ya sea mediante diálogos, blogs digitales y elementos del escenario, descubriremos que The Ascent tiene una intrahistoria muy profunda y comprometida con el jugador y su universo. Lo que sí no ha decepcionado un poquito más —aunque no es un defecto al uso— es la escasa relevancia de nuestro avatar de juego. De una forma u otra, somos una mera máquina de destrucción que apenas intercambia palabra con sus víctimas. Salvando alguna que otra situación muy concreta, no hay toma de decisiones aparente y, al final, todo se resuelve a balazos. Al final, aunque esa no sea su carta de presentación, The Ascent es más un título de acción que de rol; del segundo, al final, solo tiene el contexto.

¿Es algo malo? En realidad no. Simple y llanamente son características que forman parte del diseño creativo. En cierto modo podríamos hablar de una suerte de híbrido. Es decir, no tiene el ritmo y la agilidad de un juego de acción al uso, pero lo compensa con un mundo realmente bien construido argumentalmente hablando.

Empieza la acción

Análisis de The Ascent | El componente RPG se manifiesta con mucha fuerza en el sistema de equipo y estadísticas
Análisis de The Ascent | El componente RPG se manifiesta con mucha fuerza en el sistema de equipo y estadísticas

Sabiendo todo esto toca hablar, como no podía ser de otra forma, de la jugabilidad. Como ya he comentado con anterioridad, The Ascent es un «twin-stick shooter a dos alturas con perspectiva isométrica y grandes concentraciones de rol táctico y estadístico». Sobre el primer punto puedo hablaros del gunplay, el cual funciona muy, muy bien. Si os preguntáis por qué, seré franco: el sistema de apuntado está muy bien hecho y es verdaderamente fácil adaptarse al disparo. Aunque al principio es algo confuso, la cuestión de la doble altura enriquece enormemente el gameplay. En ese sentido, hay dos puntos que me han gustado mucho. En primer lugar, la variedad del armamento.

Si bien es cierto que no es nada del otro mundo, contaremos con —al menos— un modelo de cualquier arma básica de todo buen shooter. Es decir, dispondremos de rifle de asalto, subfusil, escopeta, etc. No habrá más de un modelo o dos para cada una, pero podremos upgradearlas en cualquier momento. De esta manera, aunque pueda ser algo repetitivo tras varias horas de juego, se cumple con un gran objetivo: la comunión entre jugador y gunplay. El otro aspecto que me ha gustado es que, si necesitamos vender un arma que hemos subido de nivel, no pasa nada. Cuando la recuperemos, en lugar de empezar de cero, el sistema recordará su nivel máximo y la recuperaremos como tal.

Simple ¿verdad? Pues hay más. Para no quedarnos con un simple título de disparos en perspectiva isométrica, The Ascent agrega dos mecánicas adicionales. La primera, la artillería pesada; lo que vienen siendo las granadas y sus variantes de toda la vida. En segundo lugar, las mejoras cibernéticas. Además de aumentar nuestros parámetros (resistencia, salud, daño, etc.) podemos equiparnos una serie de mejoras. Hay dos tipos: las activas y las pasivas. Las mejoras pasivas nos dan habilidades especiales como, por ejemplo, un brazo biomecánico fascinado con desmembrar facciones rivales en cuestión de segundos. Habrá muchas, pero la idea es esa. Por cierto, habrá un límite de usos determinado por energía, que viene a ser el maná de cualquier RPG clásico.

Twin-stick shooter con mecánicas de RPG

Análisis de The Ascent | Podemos subir de nivel y mejorar nuestras capacidades de combate

Volviendo al tema de los parámetros, hay varias formas de mejorar a nuestro personaje. Empecemos, pues, hablando de los niveles. Como en todo buen juego de rol, The Ascent nos permitirá subir de nivel a nuestro personaje matando enemigos o cumpliendo misiones. Al hacerlo, aumentaremos un poco nuestras estadísticas base y obtendremos puntos de habilidad que podremos repartir entre diversos aspectos. Véase, por ejemplo, la probabilidad de crítico, la salud máxima, la energía de la que disponemos o la puntería. No son demasiadas, pero sí lo suficientes como darle un grado extra de profundidad al gameplay.

Junto a estas mejoras estadísticas están los injertos, es decir, las mejoras cibernéticas pasivas. Las habrá de muy diverso tipo, pero algunas pueden darnos efectos especiales. Para terminar, el equipamiento y las armas. Cada pieza de armadura que llevemos tendrá una serie de características. Es decir, puede haber un casco que mejore la defensa contra el daño energético, otro que se centré en los golpes cuerpo a cuerpo y un tercero que asuma que es mejor reducir la fuerza de los ataques eléctricos. Así con todo. Sobre las armas, cada una tendrá sus propios valores, los cuales subirán cuando las aumentemos de nivel en las tiendas o talleres correspondientes.

El mapa: un supervillano de armas tomar

Análisis de The Ascent | El gran tamaño del mapa es un punto a favor, pero el sistema de viaje rápido no es el más óptimo
Análisis de The Ascent | El gran tamaño del mapa es un punto a favor, pero el sistema de viaje rápido no es el más óptimo

El único problema a ese respecto es que, a la hora de explorar el mapa y visitar la ubicación pertinente, The Ascent no lo pone fácil. Para empezar, porque no podemos aumentar la velocidad de carrera. En segundo lugar, porque el sistema de viaje rápido no es nada del otro mundo. Para que os hagáis una idea, hay dos opciones: ir en metro (gratis) o coger un taxi (hay que pagar). Aunque a nivel de ambientación es genial, es bastante incómodo en cuestiones más prácticas. Si a eso le sumamos que el mapa es enorme… la cosa no mejora. Por si fuera poco, el estudio ha querido recrear la singularidad del género cyberpunk con una ciudad muy enrevesada.

Entre una cosa y otra, la urbe es una suerte de laberinto con varios niveles divididos por escaleras y ascensores. Ir de un sitio a otro es fácil cuando hay una misión de por medio, ya que podemos solicitar que el sistema nos guíe, pero la cosa cambia cuando nos toca visitar una tienda. Así pues, si bien es cierto que disponemos de un mapa, este es un lío; guiarse a través de sus indicaciones es un suplicio y llegar a la tienda de armas del primer piso cuando estás en el tercero nos puede llevar más tiempo del que nos gustaría. Una vez más, es una decisión creativa que enriquece la ambientación, pero que entorpece la jugabilidad al ralentizar el ritmo.

Ir del punto A al punto B

Análisis de The Ascent | Ve aquí, dispara, vuelve a disparar y acepta otra misión

Podemos ir concluyendo con una descripción muy sintómatica, tanto para bien como para mal: The Ascent se resume en ir del punto A al punto B mientras reventamos al universo con nuestras armas y mejoras de última tecnología. Aunque todo lo que os he comentado con anterioridad puede parecer complejo, en realidad es muy sencillo. Neon Giant, con gran habilidad, han sabido crear una historia muy sencilla sobre el papel, pero con varias capas —como un ogro— de profundidad. Su gran éxito ha sido, sin lugar a dudas, crear una experiencia de un solo jugador muy divertida que mejora enormemente (no os hacéis idea del salto de calidad que da) cuando lo jugamos con hasta tres amigos más.

Trepidante, emocionante y adictivo. The Ascent es un gran juego que, aun con sus más y sus menos, sabe bien lo que hace y cumple con lo prometido. Tal vez se pase de ambicioso al intentar coger demasiado de aquí y de allá, provocando que se quede a medio camino en más de un punto, pero… Está muy bien. Como twin-stick shooter es una maravilla, ya que sabe combinar muy diversos elementos de forma orgánica y natural. Si queréis mi opinión, dadle una oportunidad. Y si no os la queréis jugar, podéis echarle un vistazo al Pass de Xbox, pues estará incluido de salida.

Análisis de The Ascent. Clave de juego para PC cedida por Renaissance PR a través de PressEngine.

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