Análisis de ‘Book of Demons’

En 'Book of Demons' viviremos una mágica aventura de hack and slash en un mundo de papel corrompido por demonios

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¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos, una vez más, con un nuevo análisis. En esta ocasión os hablaremos de Book of Demons, un juego desarrollado por el estudio independiente Thing Trunk. El título, cuyo origen se remonta a julio de 2016, llegó tanto a Microsoft Windows como MAC OSX y Xbox One para, posteriormente, unirse al catálogo de PlayStation 4. No obstante, las presentes líneas están dedicadas a la versión de Nintendo Switch con motivo de su lanzamiento el pasado 30 de abril. En España hemos podido disfrutar de él gracias a 505 Games. Finalmente, SONKA ha sido el estudio responsable de llevar a cabo el port.

Book of Demons

Análisis de Book of Demons
Análisis de Book of Demons

Book of Demons es algo complicado de definir. A grandes rasgos, podríamos hablar de un hack and slash de papel con estrategia por cartas. Es decir, nos encontramos con un juego de acción que enfatiza el combate por encima de casi cualquier otra característica. Lo peculiar del proyecto es que, a diferencia de otros integrantes del género, emplea naipes en sus batallas. Así pues, combinará un estilo de juego agresivo y trepidante con el componente logístico de la construcción de mazos. Todo dentro de una ambientación diabólica, pero muy simpaticona.

Nuestros personajes se enfrentarán a Archdemon, o lo que es lo mismo, un diablo con muy malas intenciones. Lo haremos en un universo construido enteramente por figuras de papel llamado Paperverse. Curiosamente, Book of Demons está diseñado en clave de humor. Por un lado, rinde culto a clásicos tales como el primer Diablo, pero desde la parodia y el sentido del ridículo. La historia, como tal, es muy simple: nuestro personaje (guerrero, mago o pícaro) regresa a su pueblo de toda la vida. Allí, bajo la iglesia, se ha desatado el caos en forma de mazmorra. Nuestra tarea será descender por el abismo para acabar con Archdemon y sus súbditos.

Aparte, contaremos con una base de operaciones: el pueblo. Allí tendremos contacto con nuestra amiga de la infancia o el alcalde entre otros. Estos nos irán contando rumores. Espera, ¿rumores? Sí, rumores. La historia se cuenta a través de rumores y, aunque es cierto que la técnica narrativa no es nada del otro mundo, es muy curiosa. Con todo, si os soy sincero, llegó un punto en el que machaqué botones como un jabalí herido buscando ignorar los acontecimientos. El argumento no motiva demasiado y, pese a que tiene su aquel, los chistes y gracietas de turno no tienen la fuerza necesaria como para que queramos leer que está pasando.

Construye tu mazo y libera tu poder

Análisis de Book of Demons

De base, Book of Demons nos ofrece tres clases jugables. Cada una de ellas, cómo no, tiene sus propias particularidades, pero no existen diferencias notables más allá del tipo de ataque en el que se especializan. Lo verdaderamente interesante es construir tu propio mazo, aunque solo contaremos con 40 cartas diferentes; son pocas. Al principio nos pueden abrumar, pero cuando llevamos varias horas de juego… Chirría. Falta profundidad y variedad. Dicho esto, podríamos hablar una vez más de los habitantes del pueblo, ya que será a través de estos que mejoremos estas mismas cartas o desbloqueemos ciertas recetas. Por desgracia, habría preferido una mayor variedad y menos mejoras, puestas estas segundas son demasiado estáticas.

Como habréis supuesto, la idea central es construir tu mazo. Para ello contaremos con hechizos o técnicas especiales, objetos consumibles y piezas de equipo. Nuestro personaje tendrá cierta cantidad de vida y maná. La primera se define por sí sola mientras que la segunda sirve para usar hechizos o equiparnos ciertas piezas de armadura. Por poner un ejemplo, el guerrero es malo con los ataques especiales y destaca cuando acumula equipamiento. Por su parte, los consumibles se rellenan o bien en el pueblo o bien cuando un enemigo o un cofre los dropea. En resumidas cuentas, construiremos nuestro mazo para fortalecer nuestra capacidad de combate.

Lo curioso, y esto es lo que más me ha gustado, es que Book of Demons es un juego de exploración con rutas definidas. La mazmorra, la cual se genera de forma procedural, tiene una serie de caminos fijos. Es raro, sí, mas solo podremos movernos por estos caminos. Por su lado, los monstruos y enemigos pueden moverse por cualquier zona del escenario. Es peculiar, pero el juego se vuelve más interesante gracias a esto, pues tendremos que prestar mucha atención a nuestro entorno para no vernos rodeados. Aunque sea un hack and slash no se profundiza en la idea de avanzar y matar sin control, sino de pensar y calcular nuestros movimientos.

Avanza, piensa y… ¿Huye?

Análisis de Book of Demons
Análisis de Book of Demons

Y es ahí donde entra el combate. Cada personaje tiene dos tipos de ataque: rápido y lento. El primero, como es lógico, es más débil, pero muy ágil. El segundo es más lento, pero provoca más daño. En función de si jugamos con el guerrero, el pícaro o el mago, variarán, pero no en demasía. La tónica es siempre la misma: golpea, golpea y golpea. Los enemigos tendrán cierta cantidad de salud, la cual se transcribe en corazones. Cuando subimos de nivel, no tenemos más fuerza, sino que reducimos el número de corazones máximos de nuestros enemigos.

Como dato, el juego se burla de la complejidad del RPG clásico con una pestaña en la que podemos observar un conjunto de estadísticas súper complejas. ¿La gracia? No sirven para nada. Estos parámetros son una mera parodia; nuestro personaje siempre tiene el mismo daño y solo cambia su salud o su maná al subir de nivel. Se crea la sensación de ser más fuerte a través de ese sistema de corazones. Es, cuando menos, muy original. A mí, en concreto, me ha gustado mucho. Y también me ha encantado que haya distintos tipos de corazones. Por ejemplo, habrá enemigos cuyos corazones estén congelados y sean más resistentes. Los habrá venenosos, es decir, explotan al morir y producen toxinas.

Hay más: protegidos por armaduras, los que hacen inmunes a los monstruos durante cierto tiempo al ser destruidos uno por uno, etc. No es que haya una gran variedad, pero sí la suficiente como para ofrecer cierto nivel de desafío y hacerte pensar más de lo normal. He ahí la clave de Book of Demons. Por lo demás, en realidad, no destaca. No debemos olvidar, eso sí, que se nos ofrece la posibilidad decidir cuanto queremos que duré cada mazmorra en función de nuestro tiempo. Si bien es cierto que en Nintendo Switch no destaca tanto, sigue siendo un añadido interesante.

Como conclusión, un juego dinámico y entretenido.

Un mundo de papel

Análisis de Book of Demons
Análisis de Book of Demons

Es muy posible que, en caso de haber optado por otro tipo de diseño, Book of Demons fuese un juego mucho peor. Es más, ni me habría llamado la atención. Por suerte, no ha sido así. El estudio tuvo la gran idea de diseñar todo su videojuego como si fuese un mundo de papel: monstruos, personajes y escenarios parecen sacados de un teatro japones. Me encanta. No solo porque sea bonito, sino porque refuerza esa idea de parodia sin llegar a resultar molesta. El juego entra por los ojos, o al menos así ha sido en mi caso. No sucede de la misma forma con la banda sonora, cuasi inexistente, pero ahí está.

Volviendo al tema, el diseño de mazmorras flaquea. Hay tres reinos subterráneos y varios jefes finales, pero ninguno destaca demasiado. Sí al principio, pero no al avanzar, ya que se observa cierto paroxismo creativo. De una u otra es, siempre, más de lo mismo. A no ser que cambios de reino, las mazmorras se sienten todas iguales aunque sean procedurales. Es más, este aspecto se repite en los jefes finales, aunque no de manera tan pronunciada. Por su parte, los enemigos normales se dividen en siete familias con más de 70 variaciones, aunque a la larga terminan siendo también repetitivos.

Conclusiones

Análisis de Book of Demons

Considero que Book of Demons es un juego divertido y original. Posee un sistema de juego dinámico y directo que, por desgracia, se viene un poco abajo con el paso de las horas. No porque sea malo, sino porque la variedad de cartas es demasiado escueta. En relación al apartado gráfico, el juego es muy bonito que potencia ese dinamismo del que hemos hablado con anterioridad. Por desgracia, el fallo es el mismo: paroxismo. Falta cierta creatividad a la hora de crear diseños diferentes. Las mazmorras y enemigos se sienten demasiado similares con el paso de las horas.

Ahora bien, ¿lo recomendaría? Pues… sí. La verdad es que sí. Creo que es un juego que merece la pena, aunque en ciertos contextos. No está diseñado para grandes sesiones, sino para jugar cada cierto tiempo para evitar esa tediosa reiteración. No destaca ni como hack and slash ni como juego de estrategia con cartas, pero coge un poco de aquí y un poco de allá para cumplir su principal objetivo: entretener al jugador.

Análisis de Book of Demons. Clave de Nintendo Switch cedida por 505 Games España.

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