
¡Hola, muy buenas, amantes de los videojuegos! Age of Wonders, una de las franquicias con más prestigio dentro del currículo de Triumph Studios, ha vuelto con la que dice ser su quinta entrega: Age of Wonders: Planetfall, un videojuego de estrategia por turnos 4X. El título, lanzado al mercado en agosto de 2019, nos permitirá sumergirnos en una frenética carrera por el control de la galaxia a lomos de una de seis facciones disponibles. Estrategia, exploración, gestión de recursos y combate confluirán en un tono del cual solo puede salir un vencedor.
La Era de las Maravillas

Star Union, el gobierno humano intergaláctico, ha caído. ¿La razón? Uh misterioso cataclismo del cual nadie parece saber nada. La única realidad tangible es que, sin previo aviso, se ha creado un agujero de poder. Y es entonces cuando las facciones y los imperios surgen; las batallas se suceden en una vorágine de destrucción, orgullo y furor bélico. Todos quieren un trozo del pastel, pero no todos podrán degustar su dulce tacto. Nosotros, entretanto, haremos las veces de líder de la humanidad en una idealizada búsqueda de un nuevo futuro. La guerra se sucederá sin piedad al tiempo en que, poco a poco, iremos descubriendo el porqué de todo.
Age of Wonder: Planetfall nos transporta a un universo en donde el cosmos se ha sumido en una era de oscuridad. Seremos nosotros quienes nos responsabilicemos de dar vida a un nuevo futuro en donde seis razas se enfrentarán las unas contra las otras… y contra otros enemigos. Habrá alianzas, traiciones y todo tipo de jugarretas. No hay honor en la guerra. Es una historia, cuando menos, sencilla. Se trata de la narrativa de toda la vida: un contexto de guerra en donde la supervivencia es cosa de los más fuertes. No es un argumento precisamente original, pero funciona gracias a eso.
El ritmo es correcto y entretenido, ofrece la información justa y necesaria a todo momento —excepto al principio, donde nos podemos ver algo superados por su abrupto comienzo— y ofrece un guion estable. En resumidas cuentas, Planetfall destaca por su narrativa, pero flaquea en su originalidad. No trae nada nuevo al género en lo que se refiere a la trama o al desarrollo de los eventos. Cumple y acompaña, lo cual es suficiente.
Explora, lucha, conquista

Como en cualquier juego de estrategia, el punto fuerte de Age of Wonders: Planetfall es su jugabilidad. En un comienzo se presentan seis facciones. Cada una, cómo no, tendrá diferentes unidades, aunque la variedad es algo escueta. Seis razas o facciones, de buenas a primeras, nos han parecido pocas. Además, no existe un gran abanico de posibilidades en lo que respecta a unidades o edificios. De igual forma, como jugadores, tomaremos el control de una figura que hará las veces de líder en funciones o comandante. Podremos, hasta cierto punto, personalizar nuestro avatar de juego, pero no es nada del otro mundo.
Lo que sí podremos variar será nuestro enfoque estratégico: no es lo mismo optar por una actitud agresiva en donde buscar la confrontación sea la mayor de nuestras prioridades que tirar de diplomacia en la media de lo posible. Ya sea mediante una batalla directa, operaciones encubiertas o espionaje, tendremos a nuestra disposición diferentes rutas de actuación. Seremos nosotros quienes determinemos la personalidad de nuestra facción así como su forma de enfrentar la situación. Por suerte o por desgracia, no hablamos de un sistema demasiado profundo, pero sí de lo suficiente como para resultar atractivo al jugador.
Todo esto, eso sí, puede variar mucho en función del mapa; se genera proceduralmente. Este, a su vez, se divide en sectores y en biomas. Nuestra misión será explorar estas zonas no solo para obtener recursos e información, sino para ampliar nuestros dominios. Dicha expansión vendrá acompañada de la construcción de estructuras y ciudades, unidades, etc. Por si fuera poco, nos iremos encontrando con enemigos y/o facciones neutrales a las cuales podremos ignorar —hasta cierto punto— o destruir. También podremos aliarnos con ellas. Al final todo quedará muy marcado por nuestra capacidad para gestionar y obtener recursos.
Habrás ganado esta batalla, pero…

Llegados a este punto, toca hablar de las confrontaciones. Habrá ocasiones en las que no tendremos más remedio que combatir contra nuestros enemigos. Y es ahí donde Planetfall destaca. Interfaz, historia y/o profundidad en el sistema vendrían a ser sus puntos débiles, no así sus batallas. Podremos controlar unidades de hasta seis unidades, las cuales serán las responsables de combatir. Se hará desde una perspectiva con vista de águila en la que, además, pueden intervenir unidades adyacentes. En efecto, si una tropa aliada o enemiga se encuentra cerca del foco de acción se unirá a la acción. Así pues, la disposición de nuestros ejércitos en el mapa se convierte en un factor clave.
Cuando comencemos el combate, viajaremos a otra pantalla, por así decirlo. El mapa se distribuirá en casillas, lo cual recuerda a otros títulos del género tales como X-COM o a variantes tan dispares como el mítico Final Fantasy Tactics. Una vez sumergidos en el fragor de la batalla tendremos que tomar decisiones: buscar un terreno elevado, adoptar una posición con cobertura o flanquear al rival para ejecutar un ataque en pinza. Habrá que saber gestionar posición de disparo y atacar de manera eficiente si queremos salir victoriosos. Intervendrán, además, las características y habilidades de nuestras unidades. Tendremos guerreros especiales y técnicas de lo más variopintas que, eso sí, podremos personalizar para así concretar todavía más nuestra estrategia.
Cada facción, al mismo tiempo, contarán con una serie de habilidades raciales y/o preferencias. No es lo mismo el cuerpo a cuerpo que el uso de armas de fuego, ¿cierto? Cada raza usará, por ende, armas y habilidades diferentes. Cada una se juega de manera distinta, lo cual resulta imprescindible si se quiere buscar un gameplay sólido y entretenido. Otra opción es tirar de modo automático, pero la experiencia decae enormemente si no centramos nuestros esfuerzos en librar batallas de forma controlada. Está ahí, pero no termina de funcionar de manera eficiente. Todo termina siendo demasiado encarnizado y agresivo.
Apartado técnico y conclusiones

Planetfall es un videojuego que está bien hecho a nivel técnico. Rinde bien, no consume una cantidad de recursos exagerada y luce bonito. De hecho, podría afirmar sin miedo a equivocarme que su gráfica será, pese a no contar con texturas de última generación, una de las cosas que más os puedan gustar. Sucede de igual forma con su banda sonora, que no está nada mal. Con todo, esta última termina siendo un poco repetitiva. Así pues, el acabado es bueno, aunque también es verdad que existen ciertos elementos que pueden hacer de la experiencia algo un poco obtuso. Hay ciertos factores de carácter más aleatorio que pueden resultar molestos. La generación procedural es interesante, pero a veces puede jugar una mala pasada.
Resulta curioso que Planetfall, aun siendo un juego que carezca de gran profundidad, sea uno de esos títulos que ofrezcan una experiencia de juego un tanto inhóspita para los novicios del género. No alcanza la magnitud de otros grandes del género, pero presenta una serie de mecánicas y/o variantes que pueden resultar chocantes. De una forma u otra, parece que se ha diseñado pensando en jugadores más experimentados. El aprendizaje es lento y un poco tedioso, pero es igualmente satisfactorio. Es una propuesta que, aun con todo, se merece una oportunidad.
- Corrección: Guillermo Ruiz
Análisis Age of Wonder: Planetfall. Edición física para PS4 cedida por Koch Media.