¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos, una vez más, con un nuevo análisis. En esta ocasión os hablaré de Darksiders Genesis, una suerte de shooter con características de ARPG en perspectiva isométrica. El juego, desarrollado por el estudio Airship Syndicate y publicado por THQ Nordic, hace las veces de spin-off de la archiconocida franquicia Darksiders. A día de hoy, ha sido publicado tanto en Microsoft Windows como Xbox One y Google Stadia, pasando por Nintendo Switch y PlayStation. Será en esta última plataforma en donde centré aquestas mis impresiones, pues ha sido donde he tenido el placer de probarlo. Dentro del espectro de la saga, Genesis sirve como precuela al tiempo en que presenta a Lucha, el cuarto Jinete del Apocalípsis. Será el protagonista principal, aunque contará con el apoyo de su hermano Guerra.
Darksiders Genesis
Desde los mismos albores de la creación, el llamado Consejo ha velado por el Equilibrio del mundo desde su mismo nacimiento. Para ello, cómo no, cuenta con la inestimable ayuda de sus más poderosos heraldos: Los Cuatro Jinetes del Apocalípsis. Estos guerreros, también llamados nephilim debido a su origen —mitad demonios, mitad ángeles—, poseen grandes poderes, pero también grandes responsabilidades. Por desgracia, aquel inmenso poder del cual se dicen dueños vino precedido de un gran sacrificio: tuvieron que exterminar al resto de su especie. La consecuencia fue una sangrienta batalla en Edén.
Sin tiempo para recuperarse de la batalla, Lucha y Guerra reciben una misión. Al parecer, el rey de los demonios, Lucider, está planteando algo. Los rumores hablan de alterar el equilibrio en beneficio del infierno para así poder dominar al resto. Los hermanos, con Lucha a la cabeza, se enfrascarán en una cruenta contienda repleta de obstáculos con no otro objetivo más que el de cumplir su misión. Empero, no todo es lo que parece y, como siempre, las sombras ocultan medias verdades carcomidas por sonrisas de vanidad. El futuro está en juego.
Un cambio de perspectiva para seguir destrozando cosas
Uno podría pensar que, ante tales precedentes, Darksiders Genesis tenía la suerte de recibir el apelativo de secuela ante el innegable cambio de paradigma acaecido. El cambio en la jugabilidad respecto a sus congéneres es, cuando menos, muy destacado. Pasamos de un juego con toques de plataformeo y grandes dosis de acción a esa especie de shooter con perspectiva isométrica y toques de rol y acción. Comparten, sin lugar a dudas, ese ferviente deseo por el combate desenfrenado y el encarnizado sed de sangre que todo buen Jinete a de portar en sus titánicas tareas, pero…
Muchos quisieron trazar una comparativa con Diablo… ¿Qué podemos decir ante ese primer presupuesto? Pues que es más falso que Nomura prometiendo no tocar nada. Tal y como suele decir, y citando a mi no tan querido Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, la historia. Como todo buen juegue que se precie, y más teniendo en cuenta el nombre que porta, cabría esperar un argumento bien trabajado y un guion sólido. Por desgracia, no sucede de esta forma. Darksiders Genesis empieza muy fuerte, pero se desinfla con el paso de las horas. Así pues, esa interesante trama que se nos planta en la frente en primera instancia termina por diluirse cuan globo de helio que asciende a los cielos.
Ciertamente, no creo que sea culpa del estudio per se. No por nada, Darksiders es un juego con una terminología y una trama complicada. No hablamos de Kingdom Hearts 3, pero tiene su aquel. Sea como fuere, Airship Syndicate se ha visto superado por un lore demasiado complejo; sentar los precedentes de una saga con la cual nunca has trabajado no es sencillo. Eso no los exime de culpa, pero los justifica. Con todo, la historia no cumple los estándares de calidad esperados y es posible que el jugador nostálgico se sienta decepcionado con su propuesta. Al menos a ese respecto; la jugabilidad ya es otra historia.
Guerra y Lucha unen fuerzas
Aun con los innegables cambios en las mecánicas, Genesis es un Darksiders en toda regla de principio a fin. Para empezar, el gameplay es directo y agresivo, pues está cargado de escenas repletas de acción trepidante. Al mismo tiempo, nos encontraremos con amplias secciones cargadas de plataformas y puzles —demasiado simples y escuetos por momentos— de varios tipos. Aunque estos últimos, cierto es, no son nada del otro mundo, ofrecen momentos de distensión interesantes. El ritmo, a ese respecto, está bien medido, siendo esta la principal fortaleza de un título al que podríamos definir como divertido. Como no, la exploración estará a la orden del día.
Lo más interesante de todo esto es que podremos hacerlo a través de Lucha, personaje inédito en la franquicia a nivel de jugabilidad, y Guerra, un viejo conocido. Cada uno tendrá su propio estilo. Por un lado, Lucha se enfoca en el combate a distancia y en su movilidad; el dps a larga distancia será su mejor arma, aunque tendrá alguna que otra habilidad de lo más interesante. Guerra, por su parte, mantiene la esencia del primer juego de la entrega con su gancho espectral y un arsenal de movimientos de pura destrucción melé. Será el más tanque de los dos. Lo bonito es que podremos cambiar entre ellos en cualquier momento ya sea para combatir o para resolver un puzle concreto.
Resulta muy curioso el contraste entre ambos personajes, la verdad. Guerra me ha recordado a un hack and slash de toda la vida mientras que Lucha, por su parte, hacía énfasis en una mecánica de disparos al más puro estilo Hotline Miami. Como curiosidad, podremos mejorar a nuestros personajes subiendo su nivel de combate, agregando nuevas habilidades, y disfrutando de brutales ejecuciones. Ahora sí, el juego solo extrae todo su potencial en el modo cooperativo. La nota negativa queda marcada por la cámara, la cual puede ser algo errática en ciertos momentos.
El descenso de los Jinetes del Apocalipsis
A la hora de hablar del apartado gráfico de Darksiders Genesis hay que destacar dos aspectos: calidad y belleza. Al respecto del primer punto, no se puede decir que Genesis sea un gran título. Las texturas no son malas y, en líneas generales, el acabado goza de cierta calidad, pero sigue siendo un título que no termina de cumplir con los estándares de la presente generación. En cierto modo, no es novedad, pues la franquicia nunca se ha caracterizado por esto. Lejos de lo que puede parecer, no hablamos de un juego feo. Al contrario. Es muy bonito. Se luce en las secuencias de animación y el diseño de sus personajes o los mismos enemigos a los que terminaremos asesinando.
La banda sonora, al igual que la visual, no destaca en demasía, pero cumple su papel de forma adecuada. No se caracteriza por grandes temas; no marcará un antes ni un después, pero acompañará la acción en todo momento de forma adecuada. Mención especial para el trabajo de doblaje, pues es muy notable. El equipo ha sabido dar con la tecla para trasmitir personalidad a cada uno de los miembros del variopinto elenco de Darksiders Genesis.
Conclusiones
Darksiders Genesis es un buen juego: divertido, entretenido y con buenas mecánicas, pero falla en diversos aspectos de su planteamiento. Para empezar, y aunque la historia tiene un buen gancho, no termina de arrancar. La premisa es buena, pero el guion no es todo lo sólido que nos habría gustado. Al mismo tiempo, el impacto gráfico no es demasiado notorio. A grandes rasgos, Genesis es bonito y se engrandece en sus animaciones de combate, sus ejecuciones y sus diseños, pero no se siente como un juego de la actual generación. Diría que su punto fuerte son sus mecánicas, las cuales están bastante pulidas. No está exento de bugs, pero son algo puntual. La cámara cumple en líneas generales, pero hay secuencias en las que falla por sus cualidades inherentes.
Análisis Darksiders Genesis. Clave de juego para PS4 cedida por Dead Good Media.
