
¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Ya sea finales de agosto o principios de septiembre, la recta final de verano nos ha dejado una muy suculenta variedad de videojuegos para nada desdeñables. Ya sea desde grandes producciones, remasterizaciones o expansiones, vaya ritmo. Por suerte, aun inmersos en semejante vorágine de grandes títulos, hemos tenido el placer de descubrir una verdadera maravilla escondida entre tanto proyecto de renombre. Hablamos nada más y nada menos que de Children of Morta, una fantástica aventura rogue-lite con toques de RPG y de acción rápida y trepidante. Desarrollado por Dead Mage y distribuido por 11 bits studios, Children of Morta tiene la capacidad de enamorar al público no solo por su historia, sino por su increíble diseño y sus pulidas mecánicas.
Es cosa de familia

Un día, sin previo aviso, las cosas empiezan a ir muy mal. El mundo, antaño remanso de paz y tranquilidad —dentro de unos límites, claro está— se ha visto amenazado por una extraña plaga llamada corrupción. Y no solo que los monstruos estén más activos que nunca; la corrupción, válgase la redundancia, corrompe el mundo. Bestias impías se mueven en horda: el pueblo sufre, la tierra llora. El núcleo de tamaño mal reside en la cima de Morta, montaña que da título al nombre. Será la familia Bergson quien enfrente el desafío, pues desde tiempos inmemoriales han ejercido como custodios de su tierra. Son portadores de un extraño poder: junto a la gema de la vida tratarán de poner fin a la calamidad que asola su precioso hogar.
John, Mark, Linda, Kevin, Lucy y Joey (los personajes jugables) se enfrentarán a su destino, pero no lo harán solos, pues contarán con la ayuda del resto de su familia: Mary, el tío Ben —Spidey, ¿estás ahí?—, la abuela Margaret y el abuelo Adam. Si bien la premisa es muy sencilla, su estupenda narrativa hace de la historia algo épico. Con un doblaje excepcional, una voz en inglés —el juego está completamente traducido al español en lo que a textos se refiere— hace las veces de narrador omnisciente y nos cuenta que está sucediendo.
Somos los Bergson
No quiero entrar en detalles, pero el guion es bueno. Asimismo, los diálogos de los personajes están cargados de personalidad; cada uno de los miembros de la familia Bergson está muy conseguido, lo cual agrega varias capas de profundidad a un juego ya de por sí excelente. El título nos hablará de problemas relacionados con un mundo de fantasía, pero también de las dificultades que sufre la familia a nivel personal. Amor, miedo, esperanza e incertidumbre orquestarán una vorágine de sentimientos en el jugar sin igual.
La sangre que nos une

El elenco es el justo y necesario, y esos seis personajes son más que suficientes como para contentar hasta a los más exigentes. A nuestra disposición contaremos con todo un arsenal de habilidades y estilos muy enfocados, eso sí, al multijugador. Uno de los pocos defectos que he creído detectar en Children of Morta es que hay dos o tres personajes que están claramente enfocados al cooperativo. No obstante, la promesa del multijugador online está ahí. Eso no quita que el juego mejore notablemente si jugamos con un amigo.
Volviendo al tema, la familia Bergson cuenta con John, el personaje más clásico y equilibrado. Con escudo y espada en mano, hará de las suyas y ajusticiará a toda criatura que ose oponerse a sus designios. Linda hará las delicias del jugador con su estilo de arco y retirada, y los más extremos disfrutarán de las veloces dagas de Kevin. Joey porta un mazo con mucho dps en área, Lucy es una maga del copón y Mark repartirá estopa marcial por doquier. Lo bonito es que, una vez los has probado a todos, te das cuenta de la increíble sinergia entre ellos.
El cooperativo como factor diferencial
Con todo, he disfrutado muchísimo de la experiencia de juego, aunque es cierto que al final me he limitado a dos o tres personajes. En ese mismo sentido, Children of Morta posee una variedad en el gameplay muy interesante, la cual está muy potenciada por el factor de generación procedural —con una ejecución cuasi perfecta— y la presencia de runas y otros tantos objetos que mejoren nuestro rendimiento. Al final, jugar solo o acompañado provoca que el juego gane o pierda enteros. Sí, estoy siendo redundante y repetitivo, pero es que es así: el cooperativo es la clave.
El calor del hogar
Una de las principales dinámicas de Children of Morta es la relación de la familia Bergson. Como en todo buen RPG, tendremos estadísticas y habilidades. Sin embargo, hay una diferencia muy notable respecto al resto de juegos: las mejoras que podamos obtener, por ejemplo, en la herrería se aplican a toda la familia. No hay mejores armas o escudos que potencien nuestras estadísticas, sino mejoras de carácter global. Al mismo tiempo, cada Bergson posee habilidades propias. Al mejorar como individuos mejoran como grupo.
Me he enamorado del sistema de progresión, y es que la curva de dificultad —complicada, mas no imposible— casa a la perfección. De hecho, es posible superar el juego sin necesidad de farmear como locos si se tiene la habilidad suficiente, pero los más completistas disfrutarán mucho mejorando a la familia en su conjunto.
Children of Morta y la exploración de mazmorras

¡La cosa no acaba ahí! Parece mentira, pero Children of Morta me ha parecido un juego que roza el sobresaliente en todos y cada uno de sus apartados. El diseño de niveles y el funcionamiento de la mazmorra, para variar, no iba a ser diferente. Dentro de las tres mazmorras, las cuales se dividen a su vez en tres zonas, podremos encontrar toda clase de objetos pasivos. Para no destruir su propia curva de dificultad, estos objetos pueden ser de un solo uso y/o desaparecer de nuestro inventario cuando muramos o superemos la zona de la mazmorra. La variedad y el diseño de los de items es genial; no solo ofrecen una serie de mejoras muy necesarias para derrotar a los bosses de cada zona, sino que aportan una nueva capa de profundidad.
Entretanto, harán acto de presencia las runas, las cuales pueden variar de forma notable el funcionamiento de nuestros ataques. ¿Lo mejor de todo? Que cada personaje tiene las suyas propias. Pese a que Children of Morta no es demasiado largo —a mí me ha durado unas 10 horitas aproximadamente— ofrece un desafío trepidante y divertido como pocos. Es más, pese a que ya he completado la historia principal, voy a darle un nuevo repaso para seguir descubriendo que más cositas tiene para mí. Además, quiero mejorar los personajes al máximo y disfrutar de la experiencia cooperativa, por lo que esas diez horas pueden irse a las 20.
Unus pro omnibus, omnes pro uno

La sensación de progresión, ya sea a nivel de personaje o de exploración, es fantástica. Por si fuera poco, habrá misiones secundarias —por denominarlo de alguna manera— de carácter… secreto. No esperéis que un NPC aparezca y os pida que hagáis algo, sino que será explorando la mazmorra como descubramos estas misiones y/o secretos, siendo este uno de sus mayores atractivos. Por citar un ejemplo, en cierto momento me encontré a un lobato cuya madre yacía asesinada. Tras rescatar al animal, me embarqué en la búsqueda de plantas medicinales para ayudarle, y todo esto surgió sin que me lo esperase de ninguna forma. Y hay más, muchas más.
Volveré a destacar (siendo la repetición) la generación procedural, la cual es excelsa en todos sus sentidos. La exploración de mazmorras nunca se siente igual, y es que en ello no solo colabora su diseño, sino el algoritmo que ejecuta el proceso. No sé cómo lo han hecho, pero todo parece encajar a las mil maravillas. De diez.
Pixel art dibujado a mano

A nivel gráfico el juego es espectacular. La calidad del trazo es brillante. «Me cago en la leche, Merche», me quedo sin adjetivos para describir lo jodidamente encantado —perdón por la expresión— que estoy con Children of Morta. Y no es solo porque cada mazmorra tenga personalidad y enemigos propios. No. Es que además las animaciones son superfluidas y la zona de impacto es cuasi perfecta. El combate en tiempo es real es emocionante y está muy bien hecho; la sensación de que todo lo que sucede es cosa tuya es exquisito, y al final si terminas muerto no es por otra cosa más que por falta de manos. Al mismo tiempo, dominar a un personaje es muy satisfactorio; superar una oleada ingente de enemigos sedientos de sangre y muerte es muy gratificante.
Si tuviese que encontrar algún que otro defecto al título sería que ciertos enemigos finales de zona carecen de ataques demasiado complejos. Al final, la muerte y repetición —al morir, renacemos en nuestro hogar conservando el dinero que hayamos conseguido, por ejemplo— carece de castigo. Morir, en resumidas cuentas, no penaliza al jugador, lo cual le resta tensión. Entretanto, los ya mencionados bosses se quedan algo planos cuando te has enfrentado a ellos dos o tres veces; sus ataques no varían demasiado y, aunque exigentes, son bastante fáciles de aprender.
Conclusiones

Children of Morta es una joya. Si tenemos en cuenta que su principal defecto es que requiere de cooperativo para disfrutar al máximo de la experiencia, pero que el online ya está en proceso, pues más que mejor. Lo recomendaría en el 100 % de los casos, ya que considero que pocos juegos indies del género rogue-lite alcanzan el grado de entretenimiento de Children of Morta. Su escasa duración también podría ser llamada problemática, pero lo compensa de sobremanera con un guion, un diseño y unas mecánicas sobresalientes.
Análisis Children of Morta. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por tinyBuild.