It: capítulo 2 ya ha aterrizado en nuestras pantallas. El regreso de Pennywise ha llegado para satisfacer a todos aquellos que se quedaron con ganas de más club de los perdedores. En esta entrada os contamos si ha cumplido con las expectativas.
It: capítulo 2, a la estela de su predecesora
Hemos abordado en infinidad de ocasiones de los traumas que se originan en la juventud, marcando la personalidad del individuo. Sin embargo, ¿os habéis preguntado cómo se tratan esos problemas en la edad adulta, con la personalidad totalmente definida y el carácter marcado? Luchar contra eso -nunca mejor dicho- no es una tarea sencilla, es una confrontación constante entre humano y psique, un terreno donde lo emocional y lo físico se dan la mano.
Cuando a Andy Muschietti le encargaron la dirección de It (2017) seguro que jamás imaginó el pelotazo en el que se acabaría convirtiendo su obra. Una película con apenas 35 millones de dólares que acabaría cosechando más de 700 a nivel mundial, erigiéndose así como la película de terror más taquillera de todos los tiempos.
Con semejante impacto en mente, y con material más que de sobras (recordemos que la anterior adaptación de la novela de King también se dividió en dos partes), Warner Bros no dudó ni un segundo en dar luz verde a una secuela. Y así es como, dos años después, y nuevamente en una fecha que suma 27 entre todos sus dígitos, Muschietti trae de vuelta a Bill, Mike, Beverly y el resto del club de los perdedores.
Sin embargo, este retorno se ha transformado en una cinta de terror que, si bien funciona, no consigue llegar al nivel de su predecesora. Lo que antaño era mágico, casi como si de una aventura de niños se tratara, ha dado aquí paso a lo cómico y a todo aquello que el cgi permite presentar en pantalla -criaturas y engendros que pueblan las pesadillas de sus protagonistas-. Se nota que el presupuesto para esta secuela ha sido generoso, pero eso es algo que no ha podido paliar algunas de sus carencias.
Terror simple pero efectivo
Así, Muschietti ha tomado ciertas decisiones algo cuestionables en cuanto al planteamiento de su historia. La estructura narrativa entremezcla la acción en el presente con ciertos flashbacks del pasado. No obstante, esas secuencias que nos evocan tiempos anteriores no aportan nada interesante, únicamente se utilizan como pretexto para dar algún que otro susto más al respetable.
A su vez, el director ha querido dotar esta secuela de más humor, dibujando a varios personajes de manera absolutamente cómica y diversificando las risas entre todos sus componentes -aunque el personaje de Richie sea el que se acabe adueñando del show, una vez más-. Algo que ayuda a que el tono sea distendido a lo largo de todo el metraje pero que le resta algo de misticismo al conjunto.
No obstante, ese humor no ha hecho que se minimicen las dosis de terror, apostando de nuevo por un enfoque simple y directo. No esperéis encontrar profundidad aquí, pues lo único que encontraréis serán los viejos trucos de sonido y sustos facilones. Pese a todo, hay ciertas secuencias que merecen mucho la pena.
Obviamente, para hablar del elenco hay que volver a centrarse en el presupuesto. Se nota que Warner le ha dado a Muschietti carta blanca para escoger a su antojo, algo que el cineasta ha aprovechado fichando a estrellas como Jessica Chastain, James McAvoy o Bill Hader. Y, aunque todos están correctos, Hader es el auténtico baluarte de la cinta. Lo que consiguiera Finn Wolfhard en la primera parte, se ve ampliado aquí por uno de los mejores cómicos del momento que aporta dinamismo al resto del cast. También cabe destacar el gran trabajo de Bill Skarsgard como Pennywise, probablemente el otro gran puntal de la cinta.
Veredicto
Todo y que las expectativas eran realmente altas, It: capítulo 2 no consigue estar al nivel de su predecesora. Algunas decisiones narrativas hacen que la cinta se sienta repetitiva por momentos, algo a lo que tampoco ayuda que el metraje se haya estirado hasta las 2 horas y 45 minutos. Sin embargo, Andy Muschietti ha logrado filmar un cierre a la altura de las circunstancias con una propuesta que, todo y no llegar a las cotas de excelencia logradas por It (2017), sí ofrece los sustos y el empaque suficiente para los amantes del género. Pennywise ha conseguido que todos volvamos a flotar, aunque ésta vez no lo hagamos tan alto.
Quizá te interese | Estrenos de cine (6 de septiembre). Payasos asesinos, ancianos ausentes y violentos hoteles
Cuanta caña le das a las pelis que valoras río.