Érase una vez un niño llamado Gus. Tenía cuernos y vivía con su padre en el bosque, en una pequeña cabaña. Entonces, su padre falleció, y un hombre enorme de ojos fríos se llevó a Gus, quien vivió grandes aventuras, hizo amigos y encontró el amor y la felicidad. Ahora, años después, todo comienza de nuevo. Un niño con apariencia de ciervo despierta en un mundo extraño donde los últimos humanos luchan por sobrevivir. Le dicen que es especial, que es el elegido llamado a liderar el regreso a un mundo dominado por los opresivos híbridos. Tal vez los sueños de Gus no sean reales, sino simples ficciones. Pero proporcionan una esperanza a la que aferrarse.
Así nos presenta ECC Sweet Tooth: el regreso, una reimaginación de la mitología de la saga de Sweet Tooth a través de una miniserie de seis números recopilados en un solo volumen. De esta forma, debemos hacernos una primera pregunta: ¿Podemos leer El regreso sin haber visto la serie y/o conocer el tebeo original? La respuesta es sí, puesto que yo no he hecho ninguna de las dos cosas y me he enterado bastante bien de lo que está sucediendo. De hecho, si os soy totalmente sincero, me ha abierto el hambre, y ahora quiero saber más sobre su universo, pues me ha parecido muy original.
Reseña de Sweet Tooth: el regreso
Sea como fuere, antes de entrar en detalles, me gustaría hablaros de la edición. Regresamos, una vez más, a un cómic de todo color en formato cartoné. Con un precio de 18,95 €, la editorial nos presenta una obra de 152 páginas de tapa dura de muy buena calidad. Como siempre, ECC nos ha sorprendido con el buen hacer no solo de la imprenta, sino de la traducción y/o adaptación terminológica. Vamos, que la calidad del recopilatorio no es excusa para no darle una oportunidad. Otra cosa es que os llame la atención, y eso ya es cosa vuestra.
Descripción de ECC: En Sweet Tooth: El regreso, Jeff Lemire retoma uno de sus proyectos más personales, formando de nuevo equipo creativo con el colorista José Villarrubia para reimaginar la mitología de su saga más ambiciosa. A través de los seis números de esta miniserie, recopilados en el presente volumen, el multipremiado autor canadiense invita al lector a volver a visitar la inolvidable historia de supervivencia que sirvió de inspiración para la serie original de Netflix Sweet Tooth: El niño ciervo, ofreciendo una experiencia tan familiar como sorprendente.
El camino nunca está decidido
Sweet Tooh: el regreso empieza fuerte. Goloso, también llamado Gus, es un niño como cualquier otro, excepto por una salvedad: tiene cuernos. Descrito como híbrido, el muchacho vive en una solitaria cabaña del bosque completamente solo. De cuando en cuando recibe la visita de Wawa Tu, Wawa Wun y Padre. Las dos primeras son sus cuidadoras mientras que el tercero hace las veces de guía espiritual (en una clara y tergiversada apología al cristianismo). No tardamos demasiado, aunque la trama no lo revela hasta más adelante, que Padre no es quien dice ser y que, efectivamente, Goloso vive engañado.
Por suerte, el joven no es tonto, y se da cuenta de que algo anda mal. De esta manera, y tras trazar un pequeño plan de huida, trata de escapar de sus captores. Y hasta aquí os cuento; el resto que sea sorpresa. Lo que sí os puedo decir es que, desde el primer momento, Sweet Tooth te engancha gracias a su original premisa. Todo gracias a una narrativa muy precisa y para nada confusa en la que cada suceso tiene su consecuencia y orden lógico. Hablaríamos, pues, de un esquema muy claro y directo que no se anda por las ramas, pero con la suficiente profundidad para dejarnos con ganas de más. Ya sea a través de sueños o recuerdos, Goloso rememora algunos eventos de su vida —entendemos que de los cómics originales— y nos regala elementos contextuales muy interesantes.
En consecuencia, debemos alabar la entereza creativa de Jeff Lemire, quien nos sorprende con un argumento muy sensible a los cambios de dirección, las sorpresas y las eventualidades. No exenta de errores, podríamos decir que este El Regreso se queda corto de contenido, ya que apenas profundiza en muchos elementos. Podríamos decir que pega de superficial, aunque también resulta comprensible si entendemos que es una suerte de spin-off (al menos así lo he entendido yo) de la saga principal. Por suerte, su reducido precio justifica sobradamente la compra, ya que la relación calidad-precio es bastante buena en ese sentido.
Un dibujo peculiar
Otro de los aspectos que me ha llamado la atención de Jeff Lemire, quien hace las veces de guionista y dibujante —todo al mismo tiempo— es su estilo. Lejos del hiperrealismo, el artista nos sorprende con un perfil que tiende a deformar las expresiones faciales. Mantiene muy bien las proporciones reales del cuerpo humano, pero desfigura ligeramente su forma para presentar un tebeo de carácter más onírico. Sin llegar a ser especialmente abstracto, se siente lejano. Es, en efecto, como un cuento clásico de fantasía y ficción que evoca la imagen de un mundo distante. Para bien, la personalidad del tebeo.
Lemire tiene un estilo muy propio que no se deja influenciar por las características del hiperrealismo moderno u otras variantes contemporáneas. Es una historieta única tanto en su narrativa como en su diseño. Es llamativa y atractiva, pero a veces es demasiado único. Me explico: a mí, desde un punto de vista netamente subjetivo, me ha gustado. Soy uno de esos lectores que disfruta de las propuestas más extrañas del mercado, así que los diseños que rompen con la dinámica habitual me gustan. Esto, por el lado contrario, puede causar sensación de rechazo en quienes busquen algo más… Normativo no es la palabra, pero se le acerca.
Sweet Tooth es distinto, tanto para lo bueno como para lo malo. La ausencia de una escenografía más detallada nos impide sumergirnos del todo en su premisa, ya que carecemos del suficiente conocimiento contextual como para empatizar del todo con el mundo, que no con sus protagonistas. Entiendo, eso sí, que esto es algo que tiende que ver con mi inexperiencia con la franquicia, pues de otra forma sería diferente. Es más, hay varios detalles que no he terminado de entender. Quienes hayan visto la serie o leído el cómic original —entiendo— lo sabrán mejor. Se puede leer sin conocer la serie, pero no es lo mismo… supongo.
Reseña de Sweet Tooth: el regreso
Me ha gustado Sweet Tooth. He disfrutado de su lectura y considero que es un buen tebeo. Como volumen recopilatorio de una miniserie, cumple con las expectativas. Entretenida, original y llamativa, no defraudará a quienes busquen algo diferente. Se puede leer aunque no conozcas la serie madre, pero hay detalles que no terminarás de entender; a mí me ha pasado. La trama es bastante potente y aborda bien la construcción de sus personajes, pero carece de la profundidad de una serie larga. El dibujo, muy personal, te atrapa, pero solo si buscas algo distinto. En resumidas cuentas, un buen cómic.