Hace una semana se estrenó el tan esperado anime de Tower of God. Se trata de la adaptación del popular manhwa de SIU, obra que con los años ha ido ganando un auténtico ejército de seguidores. Se publica semanalmente en la plataforma Webtoons, donde puede leerse de forma gratuita. Desde prácticamente su inicio ha sido una de sus series estrella. No es de extrañar pues que tanta gente esperase con ganas su versión animada, sobre todo teniendo en cuenta que las adaptaciones de manhwa a anime son a día de hoy todavía bastante escasas.
¿Será capaz de cumplir con tan altas expectativas y hacer honor a la obra original? ¿Qué podemos esperar tras los dos primeros episodios? Repasemos con estas primeras impresiones qué nos ha ofrecido de momento la serie.
Sinopsis
¿Qué es lo que más deseas? ¿Orgullo y honor? ¿Autoridad y poder? ¿Dinero y riquezas? ¿Venganza? ¿O quizás algo que trasciende a todo ello? Desees lo que desees, aquí lo encontrarás.
Esta es la historia de Bam, un joven que abre las puertas de la Torre de Dios en busca de su amiga Rachel, su única compañía en la cueva en la que ha vivido durante tanto tiempo. Para encontrarla tendrá que ascender la Torre, pero para ello deberá superar diferentes pruebas, a cada cual más peligrosa, por cada piso que ascienda.
Generando curiosidad desde el primer episodio
Tower of God comienza con dos personajes que habitan en un lugar oscuro sin nada más que paredes de roca. Acto seguido, el que se nos presenta como protagonista de la historia es llevado a un mundo que se rige por reglas muy extrañas. Es un lugar lleno de peligros y gente con habilidades increíbles y, aunque se dice que es una torre, hay estancias de realidad casi abstracta y espacios que parecen enormes campos abiertos sin fin. Con toda probabilidad, los que no hayan leído la obra original ahora mismo se sienan un tanto confundidos, pero esa es la idea.
La serie tiene un comienzo bastante abrupto. Algunos hasta lo considerarán acelerado, pero cumple un objetivo: generar curiosidad e intriga. Curiosidad por el protagonista —del cual no se sabe apenas nada—. También curiosidad por el mundo incomprensible al que ha llegado. Y sí, curiosidad por lo que deparará la historia. Precisamente, uno de los motivos por los que la obra original consiguió triunfar tan pronto fue por su capacidad para engatusar a los lectores con un millar de misterios y un mundo repleto de elementos exóticos. Por eso creo que el anime lo está haciendo bastante bien en ese sentido. Ahora mismo lo importante no es saturar al espectador con explicaciones, sino atraparlo con las incógnitas de la trama.
Protagonista pelele y secundarios interesantes
Resulta curioso, pero uno de los primeros escollos a los que se enfrenta la serie es lograr vender al protagonista. Bam se nos presenta como un pipiolo bonachón sin grandes capacidades, aunque con un gran coraje generado por su fuerte deseo de encontrar a Rachel. También se deja entrever que, probablemente, hay en él bastante más de lo que aparenta ser, aunque ni él mismo lo sepa. Es un personaje que puede llegar a ser muy interesante, pero de inicio no anda muy sobrado de carisma. Tampoco ayuda que sus primeros éxitos en la Torre se deban en gran medida a la ayuda de otros —por su cara bonita, algo que han enfatizado demasiado, en mi opinión—.
Por suerte, si de algo puede presumir Tower of God es de repertorio de personajes, y el anime ya nos ha presentado a unos cuantos con el suficiente gancho como para compensar la falta de presencia del protagonista. Es el caso de Khun, que con su personalidad fría y sagaz suele resultar siempre bastante atractivo. O de Rak, que ha empezado ya a demostrar su gran potencial como elemento cómico. Aunque seguro que otros como Shibisu, Hatz o Anak ya han comenzado a ganarse fans.
En general a los personajes los he visto bien en pantalla. Las voces también me han gustado y creo que funcionan, algunas especialmente bien. Solo tengo una pega que poner al respecto y es cómo han plasmado por ahora a la princesa Yuri, que se ha pasado casi todo su tiempo en pantalla gritándole a alguien. No entiendo por qué tanto énfasis en esa faceta suya cuando es un personaje bastante más rico.
Un estilo visual peculiar al que nos tendremos que acostumbrar
Es hora de hablar de aquello que mejor hemos podido apreciar por ahora: su estilo de dibujo y animación. Lo primero que salta a la vista es que el diseño de personajes tiene algo extraño. Basta fijarse un poco para darse cuenta de que los colores son anormalmente planos, la línea de los contornos tiene un trazado irregular y, lo que es más importante, faltan sombras por todos lados.
¿Por qué este estilo de apariencia tan descuidada? ¿Le falta calidad al dibujo? No creo que vayan por ahí los tiros. La prueba es que hay otros elementos en pantalla con un estilo más convencional y con bastante más detalle, como la anguila gigante del primer episodio. Tampoco hemos visto fallar la animación, si bien no nos han mostrado grandes escenas de acción por ahora.
En realidad todo apunta a que el objetivo era imitar el estilo del manhwa en sus inicios. Con los años la obra de SIU ha evolucionado una barbaridad, pero al principio tenía bastantes limitaciones y sus dibujos resultaban un poco toscos. Creo que es precisamente el efecto que han querido simular desde el estudio de animación, Telecom Animation Film. Por ahora parece que no ha sido del todo mal recibido, pero nos costará acostumbrarnos. A priori, me parece una apuesta un poco arriesgada y algo difícil de comprender.
Creando ambientación con la banda sonora
Con respecto a la música no tengo tantas dudas. Para animar una obra como Tower of God hay que currarse mucho la ambientación; tener un apartado musical adecuado es imprescindible. Con Kevin Penkin creo que han acertado de pleno. Ya lo conocíamos de series como Made in Abyss, donde hizo un trabajo de fábula. Aquí, de nuevo, ha desplegado su estilo para crear una banda sonora con toques exóticos que enfatiza los misterios de la trama y la sensación de extrañeza del mundo.
Mención aparte merecen los temas del opening y ending. Funcionan bien como temas de apertura y cierre, pero no sé si tienen un estilo adecuado para la serie. Aunque lo que me rechina de ellos no es su música, sino sus secuencias de vídeo. En el ending no importa tanto, pero la del opening es demasiado simple: le falta creatividad mire por donde se mire.
Conclusiones
Si me intento poner en el papel de alguien que no conoce la obra, creo que la serie resulta lo suficientemente prometedora, pero sin destacar demasiado. Por un lado, tenemos un mundo con una idiosincrasia muy interesante. No obstante, también tenemos varios tópicos de los shōnen de acción. La banda sonora es atractiva, mas el estilo de dibujo puede provocar rechazo en parte del público.
Si lo veo desde el punto de vista de los seguidores del manhwa, la adaptación ha empezado de forma razonablemente correcta. De seguir así probablemente sea suficiente para contentar a los aficionados. Sin embargo, si quieren sacarle todo el potencial a la obra tendrán que dar un paso más allá. Tendrán que aprovechar las escenas de acción, ya que es una de las claves de la serie —desaprovecharon una buena oportunidad en el encuentro entre Anak y Hatz, la verdad—. Y tendrán que conseguir que los personajes luzcan todo lo bien que deberían. Además, queda siempre el eterno dilema de hasta dónde adaptarán y si se dejarán detalles importantes por el camino.
Sea como fuere, por ahora creo que merece un voto de confianza. Como sabéis, la serie es una Crunchyroll Originals y la podéis disfrutar todos los miércoles en su plataforma. Personalmente, les agradezco que en la traducción hayan mantenido el nombre original de Bam, en vez de la forma japonesa «Yoru» que escuchamos en el audio. Aunque, por otra parte, me ha descolocado que hayan cambiado el término «Ranker», algo que no han hecho en el resto de idiomas.
Corrección: Marcos Wagih.