San Sebastián también tiene hueco para dramas bien construídos en su sección oficial. En esta entrada os lo contamos todo sobre Proxima, de Alice Winocour y protagonizada por Eva Green.
Proxima, un drama espacial con los pies en la tierra
¿Os habéis parado a pensar alguna vez cómo sería mirar la epopeya espacial a la inversa? Dejar de preguntarnos cuál es nuestro sitio en las estrellas y pensar en lo que se deja atrás cuando uno parte hacia lo desconocido. Y es que es fácil caer en la suntuosidad de la aventura galáctica, pero al margen de eso hay vidas enteras que quedan atrás mirando al cielo con la esperanza de volver a ver a los que se han ido.
Cuando Alice Winocour se presentó en sala de presenta para hablar de Proxima (2019) tenía muy claro qué mensaje debía haber transmitido su película. Cansada del cliché, la cineasta quería retratar la figura del astronauta como un ser terrenal, alejado del aspecto superheroico que la industria tiende a atribuirle. Visto así, sólo se puede decir que Winocour lo ha conseguido, su película es un drama espacial con los pies en la tierra.
Lo es precisamente porque su protagonista es una mujer normal, una madre que se debate entre su aspiración vital (la carrera espacial) y el deber para con su hija pequeña. Y es ahí donde reside la grandeza de un guión simple, pero terriblemente bien escrito, que presenta una maravillosa relación maternofilial como latemotiv.
Una agradable sorpresa
De este modo, nos topamos ante un relato que juega con la dualidad que le proporciona el contexto espacial y la vertiente más puramente dramática. Así, Proxima (Alice Winocour, 2019) se siente como un acercamiento personal hacia el drama entre madre e hija narrado de una forma maravillosa.
Hay muchos planos que se engrandecen con la presencia de Eva Green y Zélie Boulant, que realizan un ejercicio de contención fantástico. Es ese enfoque comedido el que permite que la relación entre ellas de manera orgánica, sin artificios y con una calidez digna de una relación que sólo puede proferirse de padres a hijos. Un trabajo interpretativo realmente sólido que soporta el peso de la película durante todo momento.
No esperéis ver en ella una cinta sci-fi, pues Proxima no pretende serlo. Aquí no hay espectaculares secuencias espaciales ni derroches pirotécnicos, esta es una historia para entender que la vida -el espacio que ocupamos en el mundo- es incluso mayor que el propio universo. Desde luego, una de las grandes sorpresas de la sección oficial del festival.
Verdicto
Con un enfoque claramente intimista, Proxima dibuja una relación maternofilial como pocas veces se había visto. El contexto aeroespacial es sólo un pretexto para crear un drama que no quiere apuntar a las estrellas, sino más bien al corazón del espectador.
