San Sebastián 2019: ‘La hija de un ladrón’, review sin spoilers

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Belén Funes da el salto al largometraje con La hija de un ladrón, protagonizada por Greta y Eduard Fernández. Nosotros ya la hemos visto en San Sebastián y a continuación os contamos qué nos ha parecido.

La hija de un ladrón, nacimiento de una gran actriz

Hoy quiero hablar de los jóvenes, parándome en aquellos comprendidos entre la veintena y la treintena. La vida para ellos está hoy más complicada que nunca. Muchos abogan por surtirse de conocimientos ofrecidos por carreras universitarias y estudios de ciclos superiores con la esperanza de encontrar una salida laboral digna. Sin embargo, ese esfuerzo académico no necesariamente garantiza un buen lugar de trabajo. Menos posibilidades tienen aún los que desde pequeños empiezan a batallar contra el mundo y su precocidad es lo único que los separa del descalabro absoluto. Una generación falta de recursos pero también de afecto.

Greta Fernández no es precisamente neófita en el mundo de la interpretación. La actriz catalana lleva muchos años trabajando tanto en ficciones televisivas como en largometrajes. No obstante, como ella misma reconoció en rueda de prensa, jamás se había enfrentado a un papel principal, defendía que ese rol destacado no le había llegado aún.

Hasta ahora. Y es que La hija de un ladrón (Belén Funes, 2019) es una película que funciona tanto como lo hace su protagonista. Greta se enfrenta aquí a una mujer que, pese a su edad, debe lidiar con la cotidianidad de una (dura) vida que la reta siempre que puede. Su padre ha salido recientemente de la cárcel reclamando la custodia de su hijo (el hermano de ella), su novio cada vez está más lejos y ella concatena trabajos precarios para sacar su casa e hijo adelante. Un absoluto drama que plasma en pantalla el buen hacer de Greta Fernández.

La hija de un ladrón

Belén Funes firma una gran ópera prima

Dejando de lado la interpretación de la hija de Eduard Fernández -concha de plata a la mejor actriz-, relación que también comparten en la ficción, podemos concluir que Belén Funes ha superado con nota su primer test cinematográfico. La hija de un ladrón es una ópera prima muy acertada, un drama cercano, y no lo digo porque suceda en Ciutat Meridiana (que la tengo aquí al lado), sino porque transmite a la perfección la realidad de tantos y tantos jóvenes.

La película juega tanto con lo que muestra en pantalla como con lo que está fuera de ella. Funes ofrece al personaje una condición personal bastante detallada pero con ciertos aspectos ausentes para que el espectador pueda poner el resto. Un acierto a todas luces.

Y aunque el final es algo abrupto, los 102 minutos que dura la cinta sirven para desarrollar a la perfección el relato que Funes quiere contar. Cabe destacar también las buenas interpretaciones de Eduard Fernández, fabuloso en su ejercicio de contención, o Àlex Monner.

Veredicto

La hija de un ladrón es un buen drama que se sustenta en el retrato de una generación precaria en recursos pero también en afecto. Belén Funes nos brinda una ópera prima sencilla e intimista donde Greta Fernández brilla con luz propia.

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