Gracias a A Contracorrientes Films pudimos disfrutar la semana pasada en exclusiva del preestreno de la superproducción francesa: Un pueblo y su rey
Sinopsis
En 1789 un pueblo entero se levantó contra las injusticias. Los hombres y mujeres franceses buscaban la libertad y harían lo imposible por conseguirla. Esta es la historia de esos ciudadanos y de cómo se enfrentaron al poder en una jovencísima Asamblea Nacional. Este es el nacimiento de una República y el descenso de un rey.
La revolución
Todos conocemos en mayor o menor medida como fue la revolución francesa y como acabó con el antiguo régimen. En Un pueblo y su rey el hilo de narración se reparte entre un grupo de personas que pertenecen al pueblo, a la clase baja y que están dentro de aquellos más activos que demanda libertad. El otro protagonista es el propio rey, Luis XVI (Laurent Laffite) quien es representado como un hombre atormentado, más como espectador de los sucesos que como partícipe. La cinta nos explica cómo pasó de ser un rey al que querían los parisinos en plena revolución que estuviera con ellos y les defendiera de los políticos que llevaban a Francia a la hambruna. A acabar siendo juzgado por traición a Francia al intentar escapar de París.
Lo mejor: los actores
Un pueblo y su rey nos relata los días de la revolución francesa antes del nacimiento de la República. Esta trama en ocasiones es algo compleja. Sin embargo la trama cobra fuerza en determinados momentos gracias a la apasionada e impetuosa actuación de los actores, entre los que destacaría a: Luois Garrel como Robespierre, Guillame Marquet como el presidente de la Asamblea, Adèle Haenel como Françoise y Jean-Pierre Duret como Gamon.
El gran conjunto de actores que conforman el elenco, hacen un excepcional trabajo a la hora de mostrarnos los sentimientos detrás de los hechos. Especialmente como era la vida del pueblo llano durante la Revolución francesa.
Lo peor: la historia a medias
La compleja trama que nos exponen abarca demasiado. El relato ha querido centrarse solo en el proceso de nacimiento de la República. Sin embargo, centrándose solo en esto deja de lado muchas cosas. Este momento histórico es muy complejo y denso. Demasiado para poder abarcarlo en una película y dejar todo bien explicado y desarrollado. La poca participación del rey Luix XVI en los sucesos, hace que se le represente como cabeza de turco de un gobierno corrupto que llevó a Francia y a París a la revolución.
En resumen, esta cinta no arroja una visión novedosa de este histórico suceso. No supone un cambio a lo visto hasta ahora y no ofrece nada nuevo. La trama trágica y el drama no quedan patentes en el guion. Todo el sentimiento viene de los propios personajes y de la gran interpretación del elenco.
Un pueblo y su rey se estrenará en los cines españoles el 15 de marzo de este año.