Review manga: ‘Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon’ #8

Impresiones sobre el último tomo de 'Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon' #8 y de la colección en general

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Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon #8

Review manga: Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon #8 ficha

¡Hola, muy buenas! Si recientemente os hablaba del último tomo de Arise, hoy toca seguir con Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon. El octavo volumen de la saga origen marca el comienzo y final de un nuevo Torneo de Artes Marciales. También conlleva el final de la saga origen y el comienzo de la saga de Piccolo. Se trata de un tomo en formato C6, tapa blanda y 248 páginas a color.

Sinopsis

Ha comenzado un nuevo Torneo de Artes Marciales y casi todos nuestros protagonistas vuelven a reunirse para demostrar el poder de sus técnicas y medirse con los luchadores más experimentados del mundo. Pero quizá la prueba más difícil de superar será la de enfrentarse entre ellos porque, ante todo, son amigos. ¿Impedirá eso que combatan con todas sus fuerzas? Mientras, detrás de la barrera, otro maestro de artes marciales conspira para que sus discípulos ganen el torneo, utilizando los métodos que sean necesarios…

Resumen del tomo

Como bien se suele decir, más vale tarde que nunca. En esta ocasión, antes de comenzar con la reseña como tal, os resumiré, brevemente, el contenido argumental del tomo. Goku, como ya sabréis, ha iniciado un nuevo viaje para entrenarse. El Torneo de Artes Marciales ya ha comenzado, y el duelo entre Ten Shin Han y Yamcha está en su momento cumbre. Aunque os sorprenda, el segundo logra plantar cara, pero… Ten Shin Han es demasiado poderoso. Así se desarrolla un duelo entre los discípulos del Maestro Roshi y el Maestro Tsuru. Los duelos se van desarrollando con relativa normalidad, problemas matemáticos por en medio, hasta llegar a la final.

Obviamente, el último combate corresponde a Goku y Ten Shin Han. Intervenciones de por medio, ambos contendientes lo dan todo en una excepcional batalla en la que se alza con la victoria… ¿Quién sabe? Una vez resuelto el duelo, que se decanta a favor del vencedor con cierta fortuna, parece que la historia va a cerrar con normalidad. Pero no. Toriyama se reserva una pequeña sorpresa, y es que un grito alerta a Goku y compañía de que algo anda mal. Sobre el suelo, un amigo. ¿Su destino? Incierto. Empero, han robado algo. Algo valioso… un nuevo mal está a punto de surgir. Piccolo está cerca.

El tempo de la acción sin freno

Si algo caracteriza a Dragon Ball es su timing. Sinceramente, creo que pocos mangakas dominaron con tal habilidad el arte del tempo como lo hizo Akira Toriyama. Su obra regala grandes momentos de acción brutal, tensión y drama, pero con unas pausas muy bien medidas. Entre saga y saga, que nunca eran excepcionalmente largas, siempre había una fase de pausa y tranquilidad. La situación se relaja y la vida cotidiana o, en su defecto, el entrenamiento, permiten al lector reducir la tensión. En este último volumen, esta situación se recrea tras el final del torneo, pero de manera diferente. Los últimos compases del duelo no presentan un clímax total. Es, en cierto modo, un final suave. No se siente peligro y drama, pero ahí está.

Sin embargo, en cuanto la acción termina, algo sucede. Un evento imprevisto. Un giro de guion de corte dramático, sin necesidad de una pelea, que avisa al lector de lo que está por llegar. Siempre me ha gustado eso de Dragon Ball, y es en sus inicios donde mejor se puede observar. Cuando la historia evoluciona y sus protagonistas crecen, esta realidad se vuelve más sencilla. La dinámica de las primeras sagas, con un Goku niño, es una inocencia violenta. El chico es una bestia, un guerrero dispuesto a derrotar a cuanto enemigo se pare frente a él, pero nunca con maldad. Aunque bien es cierto que su versión adulta conserva ese rasgo, no es lo mismo. Goku, de joven, es eso, un niño. No deja de ser curioso cómo un niño pequeño se muele a palos con seres de otros planetas, superhumanos y todo tipo de seres extraños.

Viaje de regreso al shōnen más clásico

Goku, Krillin, Yamcha, Bulma, etc. fluyen por la historia con gran naturalidad. Inclusive las bromas más forzadas, o las batallas más extrañas, encajan tremendamente bien en el universo de la saga origen. Por eso me ha gustado mucho y es que, aunque no pueda continuar con la siguiente saga, la recomiendo encarecidamente. Es un viaje de regreso a los viejos tiempos del shōnen en el que todo era más sencillo. La acción va y viene, la tensión viene y va, mas la historia sigue su curso de forma natural.

¿Y qué nos queda?

En primer lugar he de decir que la edición a color que ha traído Planeta Cómic con esta franquicia es francamente buena. Es cierto que discrepo con ciertas traducciones u adaptaciones de la obra original, mas eso no le resta calidad a la obra. De hecho, estas son simples preferencias personales que no empañan el trabajo de lo que, sin lugar a dudas, debe ser un gran equipo. El coloreado es realmente bueno, aunque también es cierto que prefiero un estilo más natural. Un ejemplo serían las páginas interiores de Dragon Quest: Emblem of Roto. El coloreado es muy similar al lápiz, mientras que el de Dragon Ball es más… artificial. No sé explicarlo apropiadamente. El entintado es más moderno, como el de un cómic de Marvel, cosa que no me termina de conquistar.

Igualmente, es mero gusto personal. Me enamoré del arte y el coloreado de Dragon Quest, y ahora no puedo evitar querer algo igual con Dragon Ball. Pese a todo, debo decir que la calidad es muy alta y que en ningún momento me he sentido decepcionado. Por consiguiente, no consideréis esto como una crítica negativa, sino como una valoración personal. A nivel de edición, coloreado, formato, etc., Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon posee un acabado sobresaliente y digno de grandes elogios.

El final de una saga y el comienzo de una nueva

Con el final de esta saga y el comienzo de la siguiente tendremos más de lo mismo, pero con una historia un tanto más adulta. Edición y formato serán los mismos, por lo que esperar un gran acabado es lo natural. Además, aquellos que posean otras sagas, como la del monstruo Bu, por fin podrán ir completando esas sagas iniciales de las cuales no eran dueños. Tal vez, y solo tal vez, lo ideal habría sido empezar por esto y no por las sagas de Dragon Ball Z, pero no siempre es fácil optar por dichas opciones. Obviamente, las batallas del Goku adulto son más populares, así que era normal iniciar por ellas. Pero ya se acabó. Dragon Ball Color está cerca de ser, definitivamente, completada. Pocas sagas quedan ya por cubrir.

¿Dónde puedo comprarlo?

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