
A falta de un último volumen que cierre todos y cada uno de los arcos pendientes del manga y nos revele quién acabará con quién —si es que finalmente sucede algo así, cosa que sigo dudando incluso ahora—, en esta reseña de Sigue Adelante n.º 10 os puedo decir que he disfrutado mucho de la historia de Nagamu Nanaji.
Cuando Distrito Manga anunció su licencia, la portada me hizo pensar que sería un drama romántico más con —tal vez— alguna que otra sorpresa. Pese a ello, quise darle una oportunidad, puesto que la editorial ya me había demostrado en otras ocasiones que sabe elegir muy bien sus publicaciones.
Esta no es una excepción. Sigue Adelante me ha demostrado que el romance puede ir más allá de las confusiones propias de unos chavales de instituto. Kuko, la protagonista, ha estado definiendo desde el principio una línea que muy pocas protagonistas shōjo recorren.
Lo suyo ha sido un viaje —y ya veremos cómo acaba— de autodescubrimiento y amor propio. Un viaje en el que ha tenido que aprender por las malas lo duras que pueden ser las expectativas de los demás. Un viaje en el que la desilusión, el desamor y la alegría han conformado un todo repleto de claroscuros, dudas e incertidumbre.
Personalmente, me alegro mucho de que haya sido de esta manera, pues gracias a esto he podido disfrutar de una trama no tan habitual, unos personajes bien definidos, muy humanos y con la capacidad de evolucionar, una narrativa con buen ritmo y un dibujo muy agradable.
Tanto es así que ya tendría que ofrecerme un final tremendamente malo para que cambiase de opinión. Viendo lo bien que escribe Nagamu-sensei, dudo que eso pase, así que tengo fe en que el último volumen del manga nos dé un final a la altura.
Reseña manga de Sigue adelante n.º 10 | Portada, sinopsis y edición

Colección | Sigue adelante vol. 10 de 11 |
Autoría | Nagamu Nanaji |
Género | Shôjo, comedia, drama, slice of life |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13 x 17,9 cm con 184 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Maquetación | Yelllowkidsworks |
Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 6 de febrero del 25 |
Reseñas | Reseñas de volúmenes anteriores |
Entretanto, podemos disfrutar de uno de los mayores clímax de la serie sin que ocurra nada especialmente espectacular. Es curioso, la verdad, pero Sigue Adelante nos ha dejado uno de sus mejores momentos cuando, en realidad, «no pasa nada».
Por supuesto, sí que ocurren cosas. Cuando digo que «no pasa nada» es porque lo que sucede es algo que podríamos vivir cualquiera de nosotros. Es una situación… No diré cotidiana, pero sí relativamente habitual en un mundo en el que —por desgracia— el estrés está a la orden del día.
Cuando te saturas y sientes que no puedes más, puedes responder de muchas maneras diferentes. En la décima entrega de Sigue Adelante ocurre esto. ¿Cómo? Eso no os lo diré, pero la forma en la que Nagamu-sensei narra esa ‘explosión’ es muy buena.
Aprendiendo a querer


Sobre todo porque genera algo así como un efecto en cadena, abriendo los ojos de casi todos los protagonistas y ofreciéndonos una serie de escenas y reflexiones impropias de unos chavales. Es un golpe de madurez en el que, de repente, están obligados a ver el mundo desde los ojos de otra persona.
Sus expectativas, pensamientos y deseos se han sobrepuesto a los de otra persona casi sin que se den cuenta, engendrando una situación que podría haberse evitado si todos hubieran hablado bien las cosas en su momento. Por desgracia, esto no siempre es así, lo que da lugar a situaciones como esta.
Como podréis comprobar, no es nada del otro mundo. Es algo que seguramente hayáis experimentado en vuestras propias carnes a través de un tercero, ya sea un amigo o un familiar. Se podría decir que es hasta una conversación que todos llegamos a mantener con alguien.
Es alcanzar el límite, pero desde el cariño y el amor, así como desde el egoísmo. Y es que, como seres humanos, podemos amar, pero casi siempre lo hacemos desde el deseo propio. No es algo malo, siempre y cuando entendamos que esto no es una cuestión netamente individual.
Y cuando digo amor, no solo lo digo desde un espectro romántico. También es amor de un amigo o amor de un familiar. Todos queremos a nuestra manera, mas debemos entender que a cada persona se la debe querer de una forma u otra. No todos somos iguales, y lo importante es entenderlo.
Hasta cierto punto, Sigue Adelante te hace reflexionar sobre esas cuestiones, siendo este uno de los puntos fuertes del manga. Es un drama romántico que utiliza los sentimientos de un grupo de estudiantes como motor de una historia más adulta. A veces parece más un josei que un shojo.
Una historia muy natural de principio a fin


Sea como fuere, no quiero liarme a hablar de demografías, pues nunca me han gustado y siento que están anticuadas. Prefiero centrarme en el contenido del manga. Si estáis más o menos al día con la obra y solo os faltan uno, dos o tres tomos, os puedo decir que se mantiene en la misma línea.
Sigue Adelante está a punto de terminar, por lo que no debéis esperar grandes cambios. La fórmula es la que es, y a estas alturas de la película, todos la conocemos. Tampoco plantea grandes cuestiones ni abre ningún tipo de subtrama, sino que prepara el terreno para cerrarlo todo como se merece.
Lo curioso es que, en ningún momento, se siente que esté haciendo esto. La evolución de la historia es tan natural y la narrativa está tan bien cuidada que no sentimos que se acerque el final. Lo sabemos porque conocemos el funcionamiento habitual del manga y porque sabemos el número de tomos que tiene. De otra forma, podría parecer una fase más.
No es así, y hasta cierto punto, me alegro, pues alargar la historia de más no le habría sentado bien. El caso es que Sigue Adelante empezó bien, siguió mejor y, seguramente, cierre de manera todavía más notable. Hasta la fecha, es un manga que cumple con creces su objetivo: entretener, y deja buenas sensaciones en casi todo momento.


- Va más allá del simple romance. La historia profundiza en otros sentimientos tan o más importantes que el amor.
- La introspección psicológica de sus personajes y la evolución de la protagonista y los secundarios.
- El dibujo es limpio, claro y muy bonito.
- La narrativa sigue siendo ágil y entretenida. Los diálogos han mejorado mucho.
- Casi todos sus personajes están progresando, lo cual nos deja con una trama cargada de matices y perspectivas.

- Los escenarios no están tan trabajados.