Hoy os traemos la reseña de una de las obras más dulces de la línea Yamanote de la editorial Fandogamia. Se trata de Piña, pastel o tiramisú: El primer amor, un manga shōjo de Mai Andō. Se publicó en España en mayo de este mismo año, y no podíamos dejar pasar la oportunidad de contaros nuestras impresiones acerca del tomo.
Antes de empezar con la reseña, no vienen mal unas pinceladas de información acerca de la obra. Este manga de Mai Andō es un recopilatorio de cinco historias cortas que muestran la esencia más dulce y emotiva del primer amor. Ya hemos visto a esta autora en otras licencias de la gran F, como son Jugando a las casitas, ¡como recién casados! y Trampas agridulces.
Sinopsis
¡No hay dos sin tres! Después de Jugando a las Casitas y Trampas Agridulces Andō Mai vuelve con un nuevo tomo único compuesto por cinco historias independientes, publicadas originalmente en la revista ShoComi (Shōgakukan) y recargadas de PASTELEO y ROMANCES DE INSTITUTO. ¡Con situaciones muy MUY comprometidas que no te puedes perder!
Hay 139 pasos hasta la escuela sobre la colina. Al subir los escalones junto con Nase jugando a piedra, papel o tijera, el corazón enamorado de Niina no descansa… ¡Pero la graduación está cerca…! Más que amigos, pero menos que novios, una emocionante relación agridulce.
Edición y cubierta
Una vez más, la editorial nos presenta un tomo único que entra por los ojos nada más verlo. Cuenta con una encuadernación rústica con sobrecubierta en formato tankōbon. Tiene un tamaño de 17,6 x 11,2 cm, y un total de 188 páginas en blanco y negro.
La portada tiene colores muy claros, coloreados como si fuese en acuarela, acorde con el tono de las historias. Quizá algo que mejoraría sería la elección de tipografía y color del título. Tonos pastel y una fuente algo más estilizada y gruesa creo que hubiese sido una mejor elección. Por ejemplo, como la tipografía utilizada en Jugando a las casitas.
Por otra parte, otro aspecto a destacar es la traducción. Luis Alis ha hecho un gran trabajo, ya que el vocabulario va muy acorde con la obra. Utiliza también expresiones propias de los adolescentes, y de esta forma, se entienden bien los sentimientos que quieren expresar.
Historias con altos niveles de glucosa
Como hemos comentado en la introducción, la obra consta de cinco historias independientes entre ellas. Sin embargo, todas tienen algo en común que las caracteriza tanto a ellas como a la propia autora: el tono pasteloso. Desde el primer momento, sabes que cada historia va a tener un final dulce, aunque a veces haya momentos un poco —bastante— dramáticos.
Siempre vamos a encontrar escenas tiernas entre los personajes y, como ya se mencionó anteriormente, escenas en las que se expresa un dramatismo a veces desmesurado. Por ejemplo, por situaciones en la que la chica no se siente del todo correspondida o el miedo a dejar de ver al chico que le gusta porque se acerca la graduación y no volverán a verse de camino a la escuela.
Diseño cuqui y agradable
No conocía antes la obra de Mai Andō, y he de reconocer que me he enamorado de su estilo de dibujo. Los diseños de los personajes son muy agradables pero, sobre todo, muy reconocibles. Leyendo otros manga shōjo, los ojos de los personajes femeninos tienden a ser muy grandes y redondeados, al igual que ocurre con esta autora. Sin embargo, estos personajes tienen una expresión y un brillo que los hacen diferenciarse del resto.
Por otro lado, hay un aspecto que también me gustaría destacar de la autora, y es la organización de viñetas. Cada una de las páginas tiene ilustraciones muy bonitas, sin necesidad de que aparezcan ambos personajes. Creo que es un estilo que destaca más bien por su lado visual que por el narrativo. No hay mucho texto en cada página, de forma que el lector puede apreciar con gusto las ilustraciones y sus detalles.
Características similares entre personajes
Pasando a la cuestión de los personajes, en todas las historias el personaje principal es el femenino, que se enamora de un chico de su clase o del instituto y acaban saliendo juntos. Esto no es nada nuevo, ya que en todas las obras de esta demografía es la chica la principal protagonista.
Los personajes femeninos de esta obra he de decir que los he visto muy similares entre ellos. Ya no solo a nivel de diseño, sino también en su carácter. Son chicas muy alegres y monas, pero que se muestran muy vulnerables rápidamente. Por ejemplo, cuando ven al chico que les gusta hablando con otra chica, o cuando descubren algo que desconocían de él. En este aspecto me parece que están algo subordinadas al personaje masculino.
Por otra parte, en cuanto a los personajes masculinos sí he notado algo más de diferencia. Concretamente, el de la primera historia es un chico más dulce. También hay algunos que, bueno, no son santo de mi devoción, aunque luego convencen a la chica de que no son así de chulos y que tienen su lado tierno.
Conclusiones
Aunque me ha parecido el típico shōjo, Piña, pastel y tiramisú me ha resultado un tomo agradable de leer. Este manga es como el chocolate: empacha mucho si lo lees todo seguido y se disfruta más leyéndolo a ratitos. Por otra parte, como he comentado en el apartado de la edición, no me ha convencido la tipografía, aunque tampoco es algo para echarse las manos a la cabeza.
En resumidas cuentas, me ha gustado conocer a esta autora y su estilo de dibujo tan tierno. Quizá algunos comportamientos de algunos personajes me han resultado un tanto… ¿extraños? Aún así, Fandogamia ha hecho un buen trabajo con la traducción del tomo y dando a conocer a Mai Andō a través de esta obra y sus otras licencias en España.