
¡Hola, muy buenas amantes del manga! Tiempo atrás inicié esta mi particular andadura para y por Overlord, uno de mis mangas preferidos a día de hoy. Analizados los dos primeros tomos, tenía por intención completar los restantes volúmenes antes del lanzamiento del octavo tomo, mas me ha resultado imposible. Por ello, hoy día, os pido disculpas, mas también os aseguro de que seguiré cubriendo los anteriores hasta ponerme al día. Dicho esto, en esta octava entrega de Overlord dispondremos de un volumen en formato rústico con 200 páginas en blanco y negro. Como siempre, cuidado, pues es muy posible que haya algún que otro spoiler.
Reseña Overlord #8
Sinopsis
El enfrentamiento final con Cocytus marcará para siempre el destino de los hombres lagarto. Zaryusu y su hermano se sacrificarán junto con los líderes de los demás clanes por el bien de su pueblo. Una batalla encarnizada en la que veremos el poderío del guardián del quinto piso de Nazarick. Además, en este tomo conoceremos al joven guerrero Climb, fiel defensor de la Princesa Dorada, y se nos revelará información sobre la pugna por el gobierno del Reino, las rencillas de la familia real y la actividad del Octodáctilo, un sindicato del crimen apoyado por cierto sector de la nobleza, que se lucra con la trata de blancas, la venta de narcóticos y otros negocios sucios.
El momento de Cocytus
Superado el primer contacto con el pueblo de los lagartos, Cocytus se dispone a luchar contra los llamados líderes de las diferentes tribus en un duelo cargado de epicidad… O puede que no. La superioridad del guardián es tan aplastante que, en realidad, no hay oposición ninguna. Asistimos, ante tal premisa, a una simple demostración de poder por parte del guerrero insectoide. Las fuerzas enemigas son diezmadas sin piedad una vez realizado los pertinentes avisos. No obstante, tamaño combate supone un antes y un después en la concepción de un personaje, hasta ahora, bastante plano. El guerrero, honor por delante, intercambia unas pocas líneas con los hombres lagarto antes de darles fin. De esta forma no solo intuimos su inquebrantable espíritu, sino que somos testigos de uno de los preceptos más importantes del Gobernante del Glaciar Congelado.
Una vez finalizado el combate, se produce su esperado encuentro con Ainz Ooal Gown. Contra todo pronóstico, el guardián del quinto piso demuestra, esta vez sí, iniciativa propia. Con las dudas del pasado enterradas en las borrascas de su memoria, el guerrero contradice el veredicto de su amo y señor con no otro objetivo que el de ofrecer un servicio mejor y, al mismo tiempo, recompensar la valentía enemiga. Porque, aunque no se diga textualmente, queda muy claro que el insecto aprecia el valor de sus oponentes. Por eso ofrece una sugerencia: resucitarlos dentro del marco de un experimento y hacer uso de su futuro potencial.
El señor de la tumba de Nazarick escucha la sugerencia de su guardián y, no contento con ello, lo lleva a un nuevo nivel. Crusch Lulu, la ahora representante de todas las tribus, entra en escena. Tras protagonizar un peculiar momento de veladas connotaciones sexuales a modo de dialogo, se convierte en la espía del nigromante a condición de resucitar a su amado. No puedo sino aplaudir tal giro de guion, pues aunque previsible y no especialmente original, ha permitido que uno de los personajes más planos de toda la serie adquiera una serie de nuevos matices y valores.
Juego de cámaras

Entretanto, el bueno de Stronoff hace acto de presencia. Su entrada da paso a personajes tales como Climb o a la Princesa Dorada, dos humanos que darán mucho de lo que hablar. Climb, por un lado, es un soldado de origen humilde y a quien se le ha encargado la tarea de escoltar a la princesa. Renner Theiere Chardelon Ryle Vaiself es, por otra parte, una princesa en todas las de la ley. Su figura luce amable y tierna, y sus más allegados hablan de su bondad e inteligencia como cualidades inherentes a su persona. No obstante, su hermano no deja de referirse a ella como un monstruo… Un monstruo que esconde su verdadero restro y maneja a la nobleza desde las sombras. Su mejor amiga, mismamente, inclusive duda por momentos de su rectitud.
¿Es un amago o una realidad? No lo sé, la verdad, pero debo confesar que esa incertidumbre le da mucho juego a un manga que es mucho más que monstruos y muerte. Porque Overlord, con este último volumen, se ha introducido, de lleno, en un Juego de Tronos. La conquista del mundo no se limita solo a la guerra, sino a la lucha de poder, al juego de cortes y a las relaciones socio políticas. El plan de Momonga sigue siendo un misterio, pero la presencia de nuevas figuras regentes, así como de sociedades criminales, amplía enormemente el espectro argumental al que se puede someter el guion.
Siendo sincero, la verdad es que apenas se ha mostrado nadfa hasta la fecha. Overlord sigue siendo un manga que contemporiza muchísimo todos y cada uno de sus pasos en pos de establecer una trama bien cimentada. Lejos del isekai convencional, las relaciones entre humanos y monstruos adquieren una importancia vital dentro de una serie que se las prometía de una forma y ha terminado siendo eso y mucho más. El oscuro velo de maldad sigue haciendo acto de presencia, mas el reguero de sangre es velado y taciturno. En la actualidad no puedo más que esperar por ver que sucede a continuación, pues me tiene en ascuas.
Un reguero de sangre está por llegar

Lo que está muy claro es que las diversas facciones se están moviendo todas a la vez… ¡Y las que quedan por llegar! Hablamos de una conquista a nivel mundial, mas aun nos movemos en uno o dos reinos solamente. Como conclusión final, este octavo volumen de Overlord es uno de los más importantes hasta la fecha. Supone un antes y un después dentro del concepto de la serie, pues introduce una nueva serie de conceptos y premisas de lo más interesantes. Como siempre, y es por ello que no he dedicado apartado concreto para tales aspectos, el dibujo de Hugin Miyama sigue rozando el excelente; el arte de la obra es sobresaliente en todos y cada uno de sus aspectos. Tal vez peque de subjetividad, pero es uno de mis artistas favoritos hoy por hoy.
Cada viñeta, cada escena, logra trasmitir un conglomerado de sentimientos brutal. Cada esbozo está dotado de una intensidad brutal logrando, de esta forma, que cada pagina respire vida propia. A ello presta su mano, cómo no, ECC Ediciones, que sigue realizando un trabajo realmente bueno en términos de edición e impresión. Aquellos sus primeros defectos a nivel de maquetación y diálogos han sido plenamente subsanados; el resultado final es muy bueno.
Reseña Overlord #8. Manga cedido por ECC Ediciones.