
Es curioso como un tema tan trillado como «el otro lado» —a veces— es capaz de darnos historias tan particulares como la de Iori Miyazawa. Allá en su momento, el Japón demostró que hay vida en el mundo del terror más allá del inestimable Junji Ito. Hay sitio para otros autores… y nosotros que nos alegramos.
Sobre todo porque ha sido capaz de ofrecernos algo diferente. Y eso que en realidad nosotros no estamos disfrutando de su versión original. En realidad, el manga distribuido por Distrito Manga es una adaptación editorializada por Square Enix junto a Eita Mizuno.
Este se está encargando de adaptar tanto el arte como la historia de la novela al manga… Y le está quedando genial. Tanto es así que lo primero que me ha venido a la cabeza mientras preparaba la reseña del tomo n.º 5 de Otherside Picnic es que esa sensación de quedarme con ganas de más es algo que se ha repetido en todos y cada uno de sus volúmenes.

Hasta la fecha, con sus más y sus menos, me ha dejado con ese puntito de curiosidad que te incita seguir leyendo… cuando puedes. Por desgracia, nos tocará esperar otros tres meses antes de poder hacerlo. Tres meses —y lo digo en el buen sentido— que se nos van a hacer eternos a muchos lectores, pues queremos más y lo queremos ahora.
Es lo que tiene una trama bien escrita con una narrativa que sabe lanzarte ganchos narrativos de cuando en cuando para mantenerte siempre bien atento. Y eso que, en teoría, este tomo ha sido de los más normalitos, pues todo se ha resumido en una suerte de misión de rescate.
Reseña del manga Otherside Picnic n.º 5 | Portada, sinopsis y edición

Colección | Otherside Picnic vol. 5 de 14 (serie abierta) |
Autoría | Iori Miyazawa, Eita Mizuno y Shirakaba |
Género | Acción, aventura, drama, misterio, sobrenatural, yuri |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 128 x 180 mm con 196 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Marta Moya (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 3 de abril del 25 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
En el cuarto tomo, Toriko logró convencer a Sorawo de regresar al mundo reverso para rescatar a los militares. En este, tras trazar un plan, ponen en práctica sus ideas, se reencuentran con ellos y les explican que han venido a por ellos.
Inicialmente reticentes, las cosas se relajan muy rápido en cuanto entienden la situación, haciéndose a la idea de que las chicas (a quienes apodan The Girls) son su única esperanza. Así empieza una misión de rescate que no solo se sale de la habitual desesperanza del mundo reverso, sino que refuerza la humanidad de nuestras protagonistas.
Han crecido, especialmente Sorawo, y ahora se sienten mejor que nunca. Su desarrollo como personajes nos deja cada vez mejores vibras y la manera en la que se van adaptando a la situación —sin perder ese ápice de miedo a lo desconocido— es cada vez mejor.
El crecimiento de Sorawo

Es más, diría que esta quinta entrega hace mucho énfasis en todo este tema. Como Sorawo y Toriko no persiguen un objetivo tan difuso como explorar el mundo reverso, tienen tiempo para pensar en cosas más tangibles. Su objetivo es rescatar a un grupo de personas, así que el pensamiento de no perder a nadie es una constante.
Sorawo, gracias a su ojo, puede ver trampas y forzar la vulnerabilidad de muchos entes del otro lado. Los soldados no, y al comprobar que junto a ella pueden avanzar, ven cierta esperanza. Como es lógico, la chica se siente responsable de ellos, y en más de una ocasión se detiene a pensar en si han sufrido o no alguna baja.
Hasta ahora, se mostraba muy fría y distante con la vida de los demás. De hecho, se había olvidado de ellos, y no porque le diese igual que pasase con ellos. Aunque no lo dice, podemos entender que era algo así como una barrera para protegerse del dolor.
Al involucrarse directamente con ellos y ser ella misma quien los busca, no se puede distanciar de la realidad, mostrándonos una serie de facetas que —hasta ahora— solo habíamos visto con Toriko y Kozakura, sus dos únicas ‘amigas’.
Ahora, gracias a lo acaecido en el quinto volumen de Otherside Picnic, hemos podido ver al ser humano real que hay tras el diseño de Sorawo. Poco a poco la vamos entendiendo mejor. Su manera de ser, sus dudas y temores, sus anhelos… Es una chica universitaria como cualquier otra.
Una historia que sabe

Al menos hasta cierto punto, puesto que su capacidad para adaptarse al mundo reverso es de todo menos normal. Aunque lo pasa terriblemente mal cuando se tiene que enfrentar a uno de sus habitantes, se fuerza a seguir adelante. Y no solo porque Toriko le atraiga y sea la relación humana más real que ha tenido en mucho tiempo.
Aún no sabemos qué, pero hay algo dentro de ella que la lleva al mundo reverso una y otra vez. La atracción física o el sentimiento de «esta persona me gusta» nos puede llevar a hacer locuras, pero no a arriesgar la vida una y otra vez en un mundo de criaturas de pesadilla.
Parte de esa curiosidad es la que nos motiva a seguir leyendo, aunque también queremos saber más del mundo reverso y de retorcida manera de entender el folclore japonés. Hay algo morboso en el terror que produce; aunque algunas imágenes producen cierto rechazo, el manga nos insta a seguir indagando.
Te hace querer ir un poquito más lejos. Y un poquito más. Y otro poquito más. Utiliza la curiosidad innata que casi todo ser humano tiene para construir una trama que siempre te llama la atención, aunque no muestre demasiado. En este quinto tomo pasa.
Más allá de una criatura inédita, no muestra nada nuevo y, pese a ello, te hace querer ese poquito más que solo puedes encontrar cuando sigues leyendo. Ahora, por desgracia, nos toca esperar, pero las cosas pintan cada vez mejor.


- No es el típico isekai.
- Sus dos protagonistas tienen carisma. Su diseño es interesante.
- La premisa es atractiva y empieza con buen pie. El argumento es interesante.
- El diseño general de la historia y los escenarios, así como la narrativa, funcionan.
- El dibujo tiene su punto y mezcla muy bien lo bonito con lo horrendo.

- Emplea muchas leyendas que se escapan del conocimiento habitual de un lector occidental.
- A veces abusa de ciertos tópicos.